Destacado

    Mar de León
    Minuto


    Tenía planeado escribir sobre las divas de Estados Unidos como Britney Spears, Mariah Carey o Ariana Grande. Son mujeres que han logrado el éxito con sus voces y la industria (por industria me refiero a productores que son obesos, sudorosos, que tienen problemas de próstata y de presión y que celan a la mujer por tener mayores ventajas ante la sociedad -supuestamente- desde sus pobres puntos de vista) básicamente las ha entregado al demonio como si fueran figuras de venus sin vida ni sentimientos.
    Lo pensé mejor y decidí mencionar a mujeres que han logrado el éxito con más que sus voces. Que lo han logrado con su determinación, con su cerebro, con su mente y su feminidad, porque hay feministas que no creen en la feminidad porque ha sido el único atributo que se nos ha reconocido en este retorcido mundo que han formado los hombres.
    El feminismo nada tiene que ver con las lesbianas. Las lesbianas son atraídas sexualmente por otras mujeres y quieren parecerse a los hombres.
    Las feministas abogamos por nuestra feminidad y por otras mujeres que comprenden el feminismo en su totalidad. Entender el feminismo en su totalidad significa asumir que, en efecto, en nuestro cuerpo crece la vida de un ser humano.
    Entender que el compromiso que tenemos con la naturaleza tan grande que es engendrar a un bebé no hace menos a los hombres, tampoco los hace más.
    Tanto hombres como mujeres gozamos de la calidad de ser personas, si bien percibimos el mundo al que venimos de manera distinta, ambos sexos tenemos sangre que corre en nuestras venas y si nos pinchan, nos duele a ambos de igual manera.
    La equidad no consiste en que traten a las mujeres como hombres ni viceversa, sino en tratarnos con dignidad y con respeto.
    El respeto es algo que en mi muy particular caso ha sido arrebatado por autoridades mayores a mis padres. Es algo que he tenido que experimentar y que he aprendido por amor.
    En México se nos olvidó lo que es el respeto hasta por el espacio vital de los demás. Sin embargo, no estamos del todo perdidos. Nuestra intensidad al convivir con otros debe tener rasgos positivos.
    Como mujeres estamos adelantando mucho en nuestra emancipación, pero aún nos falta un importante trecho por recorrer… en eso estamos.

    Instagram: margel.deleon