Miguel Ángel Gómez Ruiz
Contrapunto
Cosas muy curiosas ocurrieron de unos días a la fecha, como fue el caso de Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena a la presidencia y que, al igual que su jefe el presidente López, se queja y se queja de la oposición, pero sigue adhiriendo a singulares personajes de la oposición como son los casos de Alejandro Murat y Javier Corral, exgobernadores de Oaxaca y Chihuahua, respectivamente.
De Murat lo entendemos, siempre fue un tipo doble cara, que abrió su corazón y el estado que gobernó a la 4T por conveniencia y que se adhiere a Claudia Sheinbaum para que –si gana- siga teniendo chamba.
En el caso de Javier Corral, se le llegó a relacionar con Movimiento Ciudadano, pero prefirió entregar su corazón a un partido al que criticó mientras fue gobernante, pero a sabiendas que quien está en el gobierno dispone de recursos a discreción, decidió vender su dignidad y marcharse a ese partido para apoyar a Sheinbaum, vaya, ni Judas habría sido tan atrevido.
Pero en el gobierno federal actual y en sí, en Morena, todo creen que lo pueden lograr con dinero, por más que tengan a una candidata mediocre y sin fuerza, pero que se ha valido de la popularidad –un poco a la baja- de un presidente que aún da manazos en su estrado durante las mañaneras para hacer ver que tiene poder.
No, no es un equipo consolidado el que tiene Sheinbaum, varios de sus compañeros han sido impuestos y ella lo sabe, pero guarda silencio porque su más grande ambición es gobernar al país al estilo de su jefe y quizá, dejando que él tome muchas decisiones, pues es mentira que él se va a ir nomás porque sí.
Es quizá, la misma actitud que tenía Sheinbaum cuando su entonces marido, Carlos Imaz, recolectaba dinero de Carlos Ahumada y llevaba las maletas, con dólares, a su casa para darse un baño con ella entre billetes. Compró, viajó, se hizo de poder, como una neoliberal, así fue.
Pero ella debe tener cuidado, pues aunque pretende no voltear a ver a Xóchitl Gálvez, quien sí parece tener cuidado y andar sobre pies de plomo sin dejar de hablar de ella es su presidente, quien no deja de criticar a la adversaria que no tiene que truquear fotos para presentar llenos en sus eventos. Esa una realidad, a Claudia aún no le conocen y Dios ampare a quienes le conocen, porque no se ve a una candidata paciente y que quiera hacer las cosas bien, simplemente quiere hacer lo mismo que su jefe, nada o menos.
Veracruz
Otra que también debe andar con cuidado es Rocío Nahle, la extitular de Energía y que tuvo a cargo la construcción de la refinería “Dos Bocas” –que aún no refina nada- y que quiere gobernar Veracruz.
El equipo de la zacatecana, porque no es veracruzana, sigue dando tumbos y al igual que a nivel nacional, siguen presentando material truqueado para presumir que ella ha logrado integrar a todos los veracruzanos y que la aman tanto que le van a dar el triunfo sin contemplaciones.
No es cierto. Puede que gane, pero será muy complicado, porque tiene algo contra ella, no es de Veracruz. Vaya, no es tan veracruzana como el volován, ni como la picada, ni la gordita, ni como nada y eso será una complicación de aquí hasta la elección.
Tampoco tiene gran colaboración de muchos morenistas porque aquí en Veracruz el partido se dividió a tal grado, que a pesar de no estar en el estado cualquier acción o señalamiento de Eric Cisneros le afecta y mucho.
Encima, ella no tiene la trayectoria de José Yunes Zorrilla, el favorito para tener la candidatura del Frente Amplio en la entidad, pero ojo, si la oposición quiere tener oportunidad en Veracruz debe unirse y la candidatura no debe ser ambicionada por todos y como suele ocurrir, terminen yéndose a otros partidos para buscar la nominación, porque encima eso no será garantía de triunfo.
Lo singular es ver que en los eventos de Rocío Nahle quienes más hacen acto de presencia son los empleados de gobierno y trabajadores de algunos municipios, pero la gente común, usted y yo, ni siquiera nos aparecemos y eso no ocurrirá a menos que, como siempre, ofrezcan algo y créalo, no será por una gorra, playera o plumas, muchos esperarán dinero –mucho- y no se sabe si eso alcanzará.
PD La súper farmacia que planea, según, el presidente López será casi lo mismo que la Selección Nacional. Sí, ofrecerá mucho, pero dará muy poco y el nivel de éxito será casi igual. Se ha anunciado tanto pero todo es porque algún efecto quieren sacar de aquí a la elección. Vaya, en cinco años poco o nada hicieron para beneficiar a los mexicanos y ahora se anuncia una farmacia que solucionaría todo. Lo peor, de este bodrio no se ha anunciado si contarán con circuitos de distribución, congeladores o no sé, por lo menos con curitas para apaciguar alguna herida. Todo parece una gran mentira.