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    José Luis Ortega Vidal
    Claroscuros
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    Economista por el Instituto Politécnico Nacional, Maestro en Ciencias Administrativas, Doctor en Ciencias de la Administración y Educación, José Manuel del Río Virgen estuvo preso como parte de una maniobra política cuyo objetivo fue la venganza contra el senador Ricardo Monreal Ávila, su jefe en la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta del Congreso.


    Ricardo Monreal elevó al plano nacional una denuncia por la modificación que incrementó en la entidad veracruzana la penalidad por el delito de Ultraje a la Autoridad, lo que condujo al encarcelamiento de cientos de inocentes -entre ellos cuatro jóvenes xalapeños a los cuales el político zacatecano defendió personalmente-.
    El trasfondo de la maniobra de ultraje a la autoridad buscó atacar a enemigos políticos del grupo en el poder en Veracruz; concretamente a aspirantes a candidaturas opositoras durante los comicios federales y estatales del 2021.
    El gobernador Cuitláhuac García Jiménez lo avaló, el entonces secretario de Gobierno Erick Patrocinio Cisneros lo operó y la fiscal Verónica Giadans Hernández -controlada desde la SG- lo aplicó.
    El poder judicial simplemente firmó órdenes de aprehensión y dictó acciones de prisión preventiva exageradas como quien vende palomitas en el parque cualquier tarde de domingo.
    Los elementos de elección de Estado elevados a niveles atroces en el rompimiento del estado de Derecho, quedaron registrados como nunca en los últimos sexenios de la política veracruzana, por lo menos desde la década de los noventa.

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    A José Manuel del Río Virgen lo acusaron de la autoría intelectual de un asesinato: el de Juan Tovar, candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Cazones de Herrera, en la zona norte.
    Estuvo más de medio año preso hasta que un juez federal ordenó su liberación ante la falta de pruebas, esto es la comprobación de su inocencia.
    Esta condición de acusaciones y encarcelamientos sin sustento se convirtieron en algo común durante la etapa de terror del ultraje a la autoridad, finalmente echado abajo por togados federales.

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    Mucho se ha escrito y falta por escribirse sobre esa etapa del primer gobierno de izquierda en Veracruz.
    El de José Manuel Del Río Virgen es un caso singular por su prestigio, pues además de ser político se trata de un académico, autor de varios libros y receptor de la medalla Lázaro Cárdenas que otorga su Alma Máter -el IPN- por excelencia en estudio.

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    El pasado 9 de octubre, Diario de Xalapa publicó una entrevista de la periodista Itzel Molina con José Manuel Del Río Virgen, impulsor del Proyecto Inocencia.
    La nota se tituló:
    Más de 3 mil personas recluidas en Veracruz son inocentes: José Manuel del Río Virgen
    Ahí se lee:
    “Al realizar una revisión de los datos relacionados con el sistema penitenciario se identificó que en los penales de Veracruz hay 7 mil 600 personas privadas de la libertad, de éstas alrededor de 5 mil 800 cuentan con prisión preventiva oficiosa y, de esta cantidad, se calcula que 3 mil 500 son inocentes.”
    Añade:
    “Si se revisan los expedientes con detenimiento se perciben tres cosas, la primera es que cuando existía el delito de ultrajes a la autoridad se metió a la persona a la cárcel por este delito, uno o dos meses después se varía el delito y se aplica que le encontraron armas, ese modo de acusación se daba con ultrajes, pero ahora que se llama atentado contra la administración de justicia sigue siendo lo mismo, se les encuentra droga, siguen diciendo que disparó o siguen cargando el muerto o desaparecido que les conviene o el delito que deban justificar”.
    Extraordinario trabajo periodístico, la nota de Itzel Molina puede consultarse en:
    José Manuel del Río Virgen explica cómo funciona el Proyecto Inocencia – Diario de Xalapa | Noticias Locales, Policiacas, sobre México, Veracruz, y el Mundo

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    Cuando José Manuel del Río Virgen ofreció la entrevista a Diario de Xalapa, aún era Secretario Técnico de la JUCOPO en el Senado.
    Hoy, continúa con su Proyecto Inocencia, pero es mencionado, además, como potencial candidato del Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Veracruz.
    Nativo de Córdoba, dos veces diputado federal y ex alcalde de Tecolutla, en el centro/norte veracruzano, Del Río Virgen -como cualquier aspirante al abanderamiento del Movimiento Ciudadano- luce afectado por la crisis política en Nuevo León que derribó la candidatura de Samuel García Sepúlveda a la presidencia de la República.
    Dante Delgado planeó, con Samuel y José Manuel, convertir a su partido naranja en la tercera fuerza política del país para rebasar con el tiempo al Partido Acción Nacional del segundo sitio que ocupa.
    No ganar la presidencia y no ganar la gubernatura veracruzana era lo de menos: el plan consistía en obtener suficientes senadurías y diputaciones federales, así como locales, para asumir una posición de fuerza negociadora con las figuras triunfantes.
    José Manuel del Río Virgen es dueño de un prestigio político y académico que Samuel García no posee.
    Su condición de víctima de una persecución política que lo llevó ilegalmente a la cárcel, lo convirtió en figura atractiva para los fines dantistas.
    Resulta evidente el efecto negativo del escándalo en Nuevo León para el MC veracruzano.
    Lo que continúa vigente y fuerte, es el Proyecto Inocencia de José Manuel del Río Virgen.
    Al mismo tiempo esa temática real, cruel, actual, fundamentada por un hombre que conoce el fondo y la forma del poder, pero también el método de la ciencia, deviene oportunidad y obligación para los dos candidatos que se disputarán el gobierno de Veracruz y las dos fuerzas partidistas que luchan al mismo tiempo por el control del Poder Legislativo.
    Rocío Nahle García tiene en la historia del ultraje a la autoridad una debilidad, al haber sido impulsado como herramienta de represión en manos de un gobierno morenista.
    Nahle tendrá que abordar esta temática durante su campaña pues si opta por dejar hacer y dejar pasar ese asunto bajo la estrategia de buscar la justicia una vez en la gubernatura -de llegar a ella- estaría perdiendo elementos de legitimidad no sólo discursiva, sino de coherencia respecto a la sociedad veracruzana que dice amar.
    José Yunes Zorrilla tiene, en la agenda defendida por José Manuel del Río Virgen, la oportunidad de ratificar su sino: el de un hombre distinto al fango por donde ha pasado, al militar en un partido desprestigiado y desvencijado: el PRI.
    Al PRI le debemos la guerra sucia, ante la cual el ultraje a la autoridad se ruboriza.
    Pepe Yunes dice, y dice bien, que él es diferente.
    Ahora, tiene la oportunidad de demostrarlo.
    No se trata sólo de ir hacer votos del árbol caído…
    Tampoco se trata de hacer discursos por hacer discursos…
    La grave circunstancia histórica de Veracruz requiere compromiso ético, coherencia política y actos concretos.
    La cifra espantosa de 3 mil 500 inocentes en las cárceles veracruzanos demanda, ipso facto, atacar de fondo esta vergüenza.