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    Bernardo Gutiérrez Parra

    Desde el Café


    Casi toda la clase política veracruzana coincide en apuntar que José Francisco Yunes Zorrilla, precandidato a la gubernatura de la alianza Fuerza y Corazón por Veracruz, le ganó en el arranque de precampaña a la aspirante de Morena, Rocío Nahle.

    El pasado 2 de enero en Coatzacoalcos, su tierra de “adopción”, la nativa de Zacatecas debió sentir el espasmo de la ira en el estómago cuando al comenzar su primer acto de precampaña y a mitad de su discurso, aproximadamente 2 mil de los 4 mil asistentes a su mitin en el parque Independencia, abandonaron de poco a poco la explanada y la dejaron hablando sola.

    Desde entonces anda mal y de malas.

    El jueves en Álamo, al anunciar que ese era el segundo municipio que visitaba como precandidata, agregó: “Inicié en Coatzacoalcos porque soy de ahí…”. Pero no… la señora no es de ahí. Vive ahí desde hace casi 40 años; ahí se casó formó su familia y tiene su hogar; ahí comenzó su carrera política, pero no es nativa de ahí. Si fuera de Coatzacoalcos sería veracruzana, pero ni lo uno ni lo otro.

    Pa’ acabarla, su discurso no conecta con la gente y eso se vio en Filomeno Mata, un municipio de 20 mil habitantes abandonado por todos los gobiernos y en especial por la 4T, donde dijo que hay que atender y escuchar a los más necesitados “porque por el bien de todos, primero los pobres”. Pero lo que hizo después de soltar su perorata fue tomarse unas cuantas selfies, sonreír por aquí, por allá… y vámonos.

    O no supo o no quiso saber que casi no han llegado los apoyos federales y estatales prometidos por Andrés Manuel y Cuitláhuac García; que los campesinos están peor que en los tiempos del PRI; que hay una preocupante deserción escolar y que nueve de cada diez de sus habitantes son pobres o viven en pobreza extrema.

    “La señora vino, nos choreó y se fue sin escucharnos”, me dijo un vecino del municipio vía telefónica.

    Rocío está recurriendo al “Método López Obrador” de llegar tarde a los mítines, decir unas palabras, escuchar aplausos, tomarse unas fotos y pasar al siguiente municipio. Este método que le funcionó al tabasqueño cuando era oposición, no le está funcionando a sus candidatos ahora que es gobierno. Y menos a Rocío que aunque no lo quiera aceptar, le está dejando toda la cancha (al menos en estos primeros días) al candidato opositor José Francisco Yunes Zorrilla.

    Este sábado en el 109 aniversario de la promulgación de la Ley Agraria que encabezaron en el puerto de Veracruz los priistas y la candidata opositora Xóchitl Gálvez, la hidalguense le dio un fenomenal espaldarazo al peroteño.

    “Vienen tiempos buenos para Veracruz con mi querido Pepe Yunes. Veracruz va a tener un buen Gobernador, un hombre que viene de abajo, un hombre que entiende al campo, un hombre de convicciones, un hombre que va a luchar para regresarle la grandeza a Veracruz”, dijo.

    Pepe no solo entiende al campo, también lo conoce porque lo ha recorrido infinidad de ocasiones y al saber de sus necesidades lo apoyó con cientos de millones de pesos cuando fue Senador.

    “En Veracruz hay un campo abandonado, que no produce, que significa que sus familias se están desintegrando, porque sus hijos, su marido o su familiar no encuentran ahí el apoyo y el trabajo y entonces tienen que emigrar, tiene que hacer vida y hacer patria, tienen que buscar trabajo en otras regiones, en otros lugares, siendo Veracruz lo que es, lo que ha sido, y lo que puede ser”, manifestó Pepe.

    Y a renglón seguido apuntó: “Demagogia es hablar del campo y quitarle recursos en el presupuesto, que se hable menos y que se sienta más el gobierno federal como sucederá a partir de diciembre, con fertilizantes, con tecnificación, con apoyo a la comercialización, con inversión en infraestructura hidráulica, que nos hagan competitivos y productivos”.

    Palabras realistas. Nada que ver con la falacia que Rocío dijo en Filomeno Mata: “Es importante decirles cómo nuestro movimiento también ha priorizado y se ha centrado en la producción del campo, en ayudar a campesinos y ganaderos…”.

    Dicho sea con todo respeto lector, ni siquiera un limosnero gana al mes 600 pesos que es lo que recibe en promedio un cañero en este país “de apoyo federal”. Y ese “apoyo” es el que presumió Rocío en Filomeno Mata. A ver qué día de estos dice que gracias a Cuitláhuac García y a la 4T, Veracruz es un ejemplo de seguridad para el mundo. (Y ya que hablo de Cuitláhuac, vaya silbatina aderezada con picosas mentadas, la que le acomodó la raza de Río Blanco en las narices de su jefe el presidente).

    Una cosa es cierta; mientras la zacatecana (a la que se le está haciendo una obsesión no haber nacido en Veracruz) asegura que nuestra entidad va hacia adelante con un proyecto diferente, único, propositivo y con una política pública sustentada en el bienestar de la base social, Pepe Yunes se ha distinguido por señalar los males que aquejan a los veracruzanos, pero sobre todo, por proponer soluciones, lo que lo ha convertido en un serio aspirante a sacar a Morena de Palacio de Gobierno.

    La precampaña apenas va comenzando y le queda mucha cuerda, pero hasta ahorita y salvo tu mejor opinión lector, Pepe Yunes va a la alza y Rocío Nahle está estancada.

    bernardogup@hotmail.com