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    Sergio González Levet

    Sin tacto

    En la elección a Gobernador de Veracruz de 2018, el candidato del PRI José Yunes Zorrilla tenía dos grandes defectos: era respetuoso y comedido.

         En la elección a Gobernador de Veracruz de este 2024, el precandidato de Fuerza y Corazón por México José Yunes Zorrilla tiene dos grandes virtudes: es respetuoso y comedido.

         Hace seis años, Pepe Yunes fue relegado al tercer lugar por su circunstancia de que era el aspirante de una oposición mal querida y sospechada. Fueron contra él los votos de castigo para un priismo que tenía tantos negativos ante los ciudadanos; un priismo que había cometido casi todos los excesos y que terminó por cansar a una población que sufrió por años los daños de la corrupción.

         Ahora, Pepe Yunes representa el cambio que corregirá los excesos del Gobierno morenista que tanto daño ha hecho a Veracruz en los últimos cinco, casi seis años. A él se le están adhiriendo los votos de cientos de miles de paisanos que están hartos de la incapacidad manifiesta de los funcionarios de la Cuarta Transformación.

         En esa elección del sexenio pasado, Pepe Yunes tuvo que dividir los votos entre el candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, que tenía todo el apoyo del Gobierno estatal, y entre las simpatías manifiestas en favor de Andrés Manuel López Obrador, hechas sufragios a través de su títere Cuitláhuac García Jiménez.

         Hoy, Pepe Yunes transita con el apoyo total de tres partidos -PAN, PRI, PRD- y con el de miles y miles de integrantes del pueblo progresista, que miran en él a la persona que regresará el orden y la justicia a este estado hecho trizas por la deshonestidad y la impericia de sus actuales gobernantes.

         Pepe Yunes no pudo levantar en 2016 el entusiasmo de los priistas y menos el de los veracruzanos, que votaron por un cambio y por el fin de la corrupción, como prometía AMLO y con él sus candidatos satélites.

         Ahora, Pepe Yunes está inmerso en la emoción popular que se manifiesta para el ojo y el oído en todos los eventos masivos que le han organizado, pero sobre todo en las miradas y los apretones de manos y los abrazos de todas las personas que ha ido saludando pacientemente a lo largo de Veracruz, en las plazas públicas, en los caminos polvosos o lodosos, en los dinteles de las casas en las que es tan bien recibido.

         En 2018 Pepe Yunes era el candidato olvidado, el que nadie quería ver, el abanderado que representaba lo peor del país, lo que todos querían dejar atrás.

         En 2024, Pepe Yunes es el personaje al que todos buscan ansiosos, al que le ofrecen su apoyo, al que le piden que gane para que se acabe el infierno morenista y todos volvamos a ser felices, aunque no tengamos permiso del Patriarca Enojado.

         Hoy, José Yunes Zorrilla es el mejor… siempre lo fue, aunque no nos habíamos dado cuenta.

    sglevet@gmail.com