Manolo Victorio
Carpe Diem
Al calendario le resta una veintena de días para el cierre de las campañas proselitistas.
El calor meteorológico obliga a los aspirantes a un puesto de elección popular a buscar la sombra de los salones climatizados, las redes sociales que difundan el mensaje político.
Aumenta el calor de la pasión partidista.
La agenda aprieta, mete en el callejón de las definiciones a los personajes que detentan y buscan el poder público.
Cuitláhuac García Jiménez dijo hace un par de semanas a tirios y troyanos, generales y degenerados, gobernantes y gobernados, morenistas y adversarios políticos, que no se meterá en el proceso electoral donde se elegirán 51 puestos de elección popular.
Decisión difícil para el jefe de facto de los morenistas del estado veracruzano, el líder en la estructura guinda desde Pánuco a Las Choapas.
En su papel de gobernador de veracruzanos y veracruzanas, el maestro universitario e inventor dice que respetará la ley electoral hasta el miércoles 29 de mayo, fecha en que el Organismo Público Local Electoral gritará ¡stop a las campañas! en los 30 distritos electorales donde 500 aspirantes compiten a brazo partido por ocupar las 50 butacas del teatro legislativo que se montará en noviembre próximo y las tres candidaturas a suceder a Cuitláhuac García Jiménez deban frenar recorridos, mítines y movilizaciones.
A contrapelo de la incesante actividad de su jefe Andrés Manuel López Obrador, quien está 24/7 metido en la sucesión presidencial con el mantenimiento sistemático, cotidiano, constante, machacón de la ideología de la cuatrote, el gobernador veracruzano quiere pasar como un demócrata que guardó un silencio imparcial en el proceso veracruzano en previsión que la elección no llegue a las mesas de los tribunales.
Las circunstancias políticas, son cambiantes. Los dichos y los hechos pueden marcar el rumbo y cambiar la agenda pública.
Este fin de semana, Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato de la primera fórmula de la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz al Senado de la República, lanzó una acusación aderezada de un reto público en el marco de la visita a Veracruz del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés.
Acusó Yunes Márquez que la Fiscalía General del Estado a cargo de la abogada Verónica Hernández Giadáns, prepara sendas órdenes de aprehensión contra ocho candidatos del PAN a un puesto de elección popular, incluido el mismo Miguel Ángel Yunes Márquez.
“Nos defenderemos con todo, aquí te esperamos” lanzó en plaza pública el abanderado azul al senado, con acuse de recibo al gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Seguramente, al calor del fin de semana, el inquilino de Palacio de Gobierno redactó una respuesta contundente que lanzará en el transcurso de esta semana en cualesquiera de las conferencias de prensa que encabeza en la sala de banderas.
Una acusación directa, debiera tener una respuesta concisa, precisa y maciza, como dicta el manual.
Habrá que citar que las escaramuzas verbales forman parte del entramado de esta elástica democracia que viven, disfrutan o padecen los potenciales electores en el estado clave para la elección presidencial.
Habrá que esperar.
El show tiene que continuar, dice la canción de la banda inglesa Queen.
… de otro costal.
Veracruz es un manicomio con vista al mar, decían los porteños en las noches frescas, sentados con amigos invitados de otras geografías en la barra más larga del mundo, el bulevar costero.
Desde hace años se prohibió beber alcohol en ese espacio público. El jarocho se contrajo, se disgustó y se fue a beber a las barriadas populares.
La frase se quedó como una realidad cotidiana, aplicada con rigor infernal en esta temporada de calor donde la sensación térmica roza los 50 grados en los mediodías porteños.
Marco Antonio Moncayo Parra, presidente del Movimiento Renovador Democrático contabilizó el año pasado 725 apagones en la zona conurbada Veracruz-Boca del Rio.
Hasta abril, lleva un registro de 350 apagones en una ciudad donde dormir sin ventilador o aire acondicionado, es un suicidio.
Dice el luchador social que se requieren por lo menos 500 transformadores nuevos para evitar que Veracruz se parezca cada día más a La Habana, Cuba, que transcurre los días y las noches sin energía eléctrica.
En vez de trabajar en el mantenimiento de la red eléctrica, los empleados de la CFE dedican la jornada laboral a cortar el suministro a las familias en las colonias del Puerto, ajustándoles hasta 15 años atrás el consumo actualizado con tarifas vigentes, lo que es ilegal e inhumano.
No hay dinero para inversión en infraestructura, pero sí prácticas de terrorismo por parte de la paraestatal.
Con órdenes de aprehensión a cuestas, Moncayo Parra a quien la FGE quiso detener “con cien policías, como si fuera El Chapo”, dice que no lo doblegarán las amenazas ni las denuncias penales en la lucha contra los abusos de la CFE y del Grupo MAS, “que nos cobra el agua más cara del mundo”
columnacarpediem@gmail.com