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    Inocencio Yáñez Vicencio

    Apenas 24 horas después de las votaciones, ya empezaron los esbirros de Morena a intentar silenciar todo lo que critique a la 4T.
    Siempre he pensado que quiénes tienen una página o espacio, están en su pleno derecho de subir o no mis artículos, lo que no voy a permitir es que bajo argucias de que prácticamente pruebe todo lo que digo, limiten y coarten mis libertades. Miren, son tan pedestres que fingen ignorar que hay investigaciones periodísticas, jurídicas, científicas…y cada una responde a procedimientos y fines diferentes. La investigación jurídica llega al juez y es el quien pondera pruebas y resuelve conforme a ellas y principios y valores. La investigación científica es causal. Se vale de variables independientes y dependientes y variables intervinientes. Verifica hipótesis, datos y hechos. Produce teorías, que tiene que falsear. Cuando una teoría no resiste el cotejo es sustituida por otra. La investigación periodística parte, igual que la jurídica, no le está vedado partir de líneas o especulaciones. Al periodista, en cualquiera de sus géneros, no tiene porqué verificar una prueba, su papel es ventilarla, si es plena, le toca al juez o al científico validarla o verificarla.


    En un régimen que privilegia el sigilo y la opacidad, el representante de los medios tiene el deber y la obligación de ventilarlo. Los medios tienen que escoger entre convertirse en tapaderas del poder o llevar a la sociedad lo que el poder oculta. Los medios pueden ser vehículos de apoyo a un régimen o contrapesos del abuso y la arbitrariedad. En mi experiencia puede decir que los ingresos de una revista dependen, por lo menos no siempre , de la cercanía que se tenga del poder. Gracias al prestigio de los analistas que escribían para la revista Nuevo Siglo, su publicidad era la más cara y se vendía. Jamás le insinué a un colaborador límites, ni me lo hubieran permitido. Se puede vivir, sin necesidad de andar implorando caridad. Yo he tenido la fortuna que personas que ni conozco, me llamen y me digan: me gusta como escribes, necesito estas tarjetas, te pago tanto y lo convenimos. Raúl Peimber, un señorón, cuando me pidió que lo apoyara, ni lo conocía. Asi que cada quién elige; ignominia o dignidad. La mayoría de los espacios que suben mis trabajos, me han hecho el favor de pedírmelo. Asi que está en su criterio subir o no mis artículos. Lo que no acepto es que bajo el pretexto de que verifique pruebas, modifique mis trabajos. Ni acepto domesticación ni me voy a autodomesticar. Sólo los perros por un plato de lentejas mueven su cola y toleran la correa con tal de que los saquen a pesear. Yo seguiré escribiendo, los dueños de las paginas sabrán si suben o no mis reflexiones, es es su derecho, el mío, no aceptar limites que violenten la ética y la ley.
    Ayer hablaba mirando hacia dentro, es decir, los errores que cometieron los opositores.
    Nunca estuve de acuerdo en que Claudio X X González, se erigiera en el gran componedor.
    Originalmente los partidos debieron constituir una mesa de concertación.
    Condené la abrupta interrupción del proceso para sacar a Xochitl, como candidata.
    La candidatura de Xochitl, era la que estaba respetando Amlo, porque le daba cuerpo a su enemigo neoliberal y conservador, que según él se oponía a la transformación. Lo que después afirmaría Arturo Zaldívar.
    Dado que tener frente a la fachada izquierdista un rostro ultraderechista como Xochitl, legitimaba su causa y su antagonismo, tanto, que dio pie a que pareciera un arreglo entre Claudio X González y Amlo.
    Las declaraciones de Xochitl , de que abriría las refinerías al capital privado, daría vales para médicos y medicinas, y en su cierre de campaña,decir sur Dios estaba de su lado, en un Estado laico, eran parte de una postura sectaria, que no engloba al abanico de fuerzas que la postulaban.
    El tamaño del aparato que las fuerzas opositoras enfrentaban eran tan brutal que desde que vieron como levantó el narco en el 2021, la estructura electoral de los adversarios de Morena, para que el partido de Amlo, se despachara con la cuchara grande, exigía que de inmediato convocaran a la construcción de una agenda común, desde los barrios, colonias, congregaciones, municipios, estados, para movilizar a la ciudadanía. Pero no. Por en contrario, muchos se interrogaban del porque Amlo, adelantaba la sucesión. Sencillo. Con sus corcholatas mantenía movilizada la ciudadanía y empezaba a meterle en la cabeza al elector su favorita.
    Las Mañaneras y los apoyos y pensiones se manejaron en franca violación a la ley. Las Mañaneras fueron apercibidas una y otra vez, pero nunca dejaron de estar dentro del proceso eléctrico. Hasta el último minuto de la campaña, Claudia, hablaba de que Morena era la única que garantizaba su continuidad, mintiendo, porque ya están establecidos en la Constitución. Vimos como el Jefe de la Guardia Nacional, Bucio, estaba en el presidium de los mítines de Morena. En Poza Rica, se filmaron camiones del Ejército Mexicano, acarreando contingentes para los mítines de Morena. A las demandas de destrucción de propaganda de la oposición, Taddei, su consejera presidenta sólo respondió que era un asunto moral, cuando es un delito tipificado por la ley.
    Morena se apoderó del INE desde el momento que colocó a Guadalupe Taddei, como consejera presidenta, siendo que tiene credencial de Morena.
    En el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, dieron u golpe para ponerlo a las ordenes de Morena. Las brigadas, la CNTE, el Sindicato de Electricistas, los porros, los vagoneros, los ambulantes, los burócratas … operaron a favor de Morena. La amenaza prendió sobre cualquier rebaño que consideraron de su propiedad.
    En este escenario, la consumación de un megafraude era anunciado desde el momento que Claudia, con toda desfachatez decía que las elecciones eran un trámite y que ella no reconocería una derrota.
    Hoy queda demostrado, como lo advertimos: las encuestas que manda a hacer Morena, son para legitimar un fraude.
    De reconecer que Rocío Nahle, perdió en Veracruz, tendrían que prosperar las denuncias en su contra y eso no podían permitirlo, porque embarra a Amlo.
    Hoy como en la República de Chile de Pinochet, sus plebiscitos, son , en este caso de aquí en adelante, puro trámite las elecciones, como en cualquier dictadura. La disyuntiva es clara: o lamemos o rompemos cadenas. Usted decide.