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    Maribel Ramirez Topete

    Hoy, me dirijo al Congreso del Estado de Veracruz con un mensaje que no puede esperar: la seguridad y el bienestar de las mujeres veracruzanas no pueden seguir siendo postergados. Desde mi rol como diputada, he insistido en la necesidad de atender tres iniciativas cruciales que han sido ignoradas por la actual Legislatura, dominada por MORENA.


    Quienes deben trascender la mera representación femenina y abrazar la conciencia de género y la voluntad política. A pesar de tener mujeres en posiciones de liderazgo, aún falta un compromiso real con la igualdad de género. ¡Es tiempo de que el Congreso demuestre una verdadera voluntad de cambio y actúe en consecuencia!
    En los últimos dos años, he presentado propuestas fundamentales para proteger y mejorar la vida de las mujeres en nuestro estado. Tres de ellas son especialmente urgentes: la creación de una Fiscalía Especializada para Atender la Violencia Contra las Mujeres, la creación del Registro de Obligaciones Alimentarias, y la implementación de la iniciativa 3 de 3 contra la violencia en Veracruz como requisitos de ley.

    En lugar de limitar derechos, el Registro de Obligaciones Alimentarias busca promover paternidades responsables. Hoy en día, es requisito no ser deudor alimentario moroso para trámites como obtener licencias de conducir, contraer matrimonio y realizar compraventas de bienes muebles.

    Los informes del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana nos muestran una realidad alarmante en términos de agresiones, desapariciones y feminicidios en nuestro estado. Esta situación demanda acción inmediata.

    En una democracia, es fundamental escuchar la voz de todos y todas los veracruzanos. Las mujeres construimos en colectivo y es esencial que nuestras necesidades y derechos sean atendidos y respetados.

    Lamentablemente, estas iniciativas no han avanzado, a pesar de haber sido presentadas en momentos clave y respaldadas por mesas de trabajo con especialistas y autoridades. Es una situación grave que estos temas tan sensibles se hayan convertido en instrumentos de intereses políticos. No podemos permitir que los beneficios electorales se antepongan a la lucha contra la violencia de género. Las mujeres veracruzanas demandamos la dictaminación y aprobación de estas iniciativas de manera inmediata. Cada día que pasa sin estas herramientas legales, más mujeres se convierten en víctimas de un sistema que falla en protegerlas.

    En el marco del 30 aniversario de la Convención de Belém do Pará, hago un llamado a la acción. Seguimos alzando la voz y luchando por un mundo más justo y seguro. Es crucial que se dictaminen y aprueben estas tres iniciativas. La justicia para las mujeres en Veracruz no puede esperar más.

    Quiero también reconocer el esfuerzo del Colegio de Abogados de Veracruz A.C., que ha interpuesto un recurso de amparo para obligar al Congreso a legislar sobre estas materias. Esto subraya la importancia de la justicia y la defensa de los derechos de todos los ciudadanos.

    La Convención de Belém do Pará, de la cual México es firmante, representa un compromiso internacional para erradicar la violencia contra las mujeres. En este contexto, es imperativo que las autoridades mexicanas, y en particular las veracruzanas, cumplan con sus responsabilidades y traduzcan los compromisos en acciones concretas y efectivas. Las iniciativas legislativas no son dádivas; son derechos fundamentales que deben hacerse efectivos de manera inmediata para construir una vida libre de violencia para niñas y mujeres en Veracruz.

    No podemos darnos el lujo de esperar más. La seguridad y el bienestar de nuestras mujeres y niñas dependen de nuestra capacidad de actuar con decisión y de legislar con perspectiva de género. Este es el momento de demostrar que estamos comprometidos con un Veracruz más seguro y justo para todas y todos. Las veracruzanas exigimos respeto.