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    José Luis Enríquez Ambell
    Café de Mañana

    El Plan «C» camine y avance o no, pronto o lento, se concrete y modifique o no, no deja de hacer temblar los cimientos del Poder Judicial Federal y le recuerda al mismo nivel en los estados de la república: “cuando veas a tu vecino sus barbas cortar, pon las tuyas a remojar», o sea: “la justicia pidiendo justicia».

    Y es que, el Poder Ejecutivo en términos de propuestas y de la designación de los ministros y magistrados en el Poder Judicial es un exceso que debería llevar a una revisión, y que limite al titular del Ejecutivo para no entrometerse y respetar la plena autonomía de los otros poderes y con ello, no cruzar ni uno ni otro la frontera de la división de poderes, pero conservando una cabal coordinación.

    La voluntad política y conducta judicial – se ven carentes – puede dañar el de por si delgado tejido de la funcionalidad del poder, pues la sociedad exige jueces justos e imparciales, no que obedezcan a sus «promotores», y en Veracruz hay casos diversos de ese tipo. «Ya hablaremos de eso en breve, pues desde una de las oficinas del Poder Legislativo – hasta en Domingo – mueven algunos jueces, magistrados y consejeros de la judicatura».

    Y es que en todo este tema de una profundidad inmensa, hay elementos básicos que no deben dejar de existir, y en especial creo que dos; «la confianza y las capacidades».

    El Poder Judicial resulta casi inexistente sin la confianza de la población y la fe de personas y una sociedad cada vez más exigente de justicia y equidad a través de las autoridades que la imparten. De ahí que los jueces deben rendir cuentas ante los estándares éticos y legales, pero «primero la elección de ellos en forma seria y formal, y después la selección de los mejores».

    La responsabilidad sin omitir el comportamiento de los jueces, magistrados y ministros son la garantía e independencia de sus tomas de decisiones judiciales, de ahí que el sólido cimiento del poder judicial radique en la más amplia confianza pública.

    DE SOBREMESA

    «Le oí decir a un personaje de la vida política de Veracruz y el País», que el Poder Judicial y sus integrantes en todas sus salas no son una fuerza policial, no atienden al manejo presupuestal ni aprueban normas, pues solo
    dictan sentencias a partir de la ley. Sentencias que todas las personas deben creer que provienen de oficiales judiciales competentes, legítimos e independientes, de ahí que el poder judicial deba ganarse toda la confianza pública.

    UN CAFÉ CON DOBLE CARGA

    La temporada intensa de calor que se ha vivido en las recientes semanas, ahora prevén lluvias torrenciales e intensas en casi todo Veracruz. Y con ello, el riesgo de inundaciones y el aumento en los niveles de ríos y arroyos que ya sabemos que en nuestra entidad incrementan su caudal de manera rápida, y pasando a lo veloz, y sin descontar que somos por ubicación natural un gran colector pluvial al Golfo de México, invita a estar alertas a la población y autoridades de los tres niveles de gobierno.

    UN CAFÉ LECHERO LIGTH

    La prevención y emergencia se reúnen en «la previsibilidad» de los eventos metereológicos que en cada temporada – como en esta época – se anuncian. Asi el comité y consejo de protección civil se mantiene en guardia permanente y la población debemos ser coadyuvantes de atender oportunamente todas sus recomendaciones.

    Y es que, la cultura de la protección civil nace en los hogares, y la mancomunidad con sectores como el educativo, salud, seguridad pública y otros pisos de gobierno municipal, estatal y federal, articulandose en el esfuerzo y la voluntad conjunta.

    ¡ ES CUANTO !