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    Inocencio Yáñez Vicencio
    Mientras la contrarrevolución cuatrera está demoliendo la República, no sólo aquí en Xalapa, hay quiénes se desviven por descubrirle un sin fin de cualidades, que seguramente tenía muy escondidas, a Rocío Nahle, en el altiplano también han empezado esos empeñados en cuidar su pureza intelectual, que piensan que validan lo mismo hablando bien y mal de quienes ejercen el poder, bajo el principio de que que todos tenemos cosas buenas y malas, con lo que terminan exonerando a todos o quereniendo convencernos de que todos es de acuerdo al cristal con que se miran, como Jesús Silva-Herzog Márquez o Sergio Aguayo Quezada, que ven buenas señales en Claudia, por su gabinete, igual que hace seis años. Sergio, por un requerimiento judicial que le hicieron, pronto se replegó. La verdad es que tanto guardar silencio como esperar un giño de quienes han ocupado el poder desde el 2018 para destruir la República como las condiciones e instituciones democráticas, significa una traición a México. No es posible que por unos cuantos centavos o por unas sobadas de lomo, seamos indiferentes al grito de alerta que esta semana hizo la ministra presidenta de la SCJN, cuyo nombre será inscrito, pronto, estoy seguro, a lado de Doña Josefa Ortíz de Domínguez, Leona Vicario, Antonia Nava, que nos dieron patria, por su valiente defensa de los contrapesos y equilibrios republicanos. Nuestro deber no es estar pendiente de un piropo de los que están acabando con la vida republicana sino de lado de quién o quiénes la defienden, si en verdad estamos decididos a honrar a nuestros héroes.
    Para los contrarrevolucionaros de Morena, la decisión de destruir el poder judicial está tomada: los foros y la votación en el Congreso, únicamente es un trámite, pero no así en quienes creemos, como dijera Montesquieu; que la ley debe tocarse con mano temblorosa. Destruir la división de poderes es destruir el Estado de derecho. Esta obra, bien sabemos , está muy avanzada. Desde su arribo a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador, abrió fuego contra los ministros, acusándolos de que cobraban demasidado y muchas otras cosas más. Presionó a Medina Mora, para que renunciara y colocar en su lugar a un incondicional suyo, luego imuso a la plagiaria Yazmin Esquivel, posteriormente designó a la chupitos Lenia Batres, con el claro propósito de denigrar al poder judicial federal. En noviembre sale el ministro Aguilar, lo que permitirá que Morena cuente con cuatro de once ministros, con lo que anulará la función constitucional, ya que para que la Suprema Corte, pueda impedir que una ley ordinaria contradiga a la Carta Magna, se necesitan ocho votos y sólo habría siete independientes del Ejecutivo, pasando así, como lo proponía el jurista de Hitler, la vigilancia de la Constitución a manos del presidente o jefe de la nación. No obstante que prácticamente acabó literalmente con la autonomía del Poder Judicial, quiere darle el tiro de gracia con una reforma que en apariencia democratiza esa función, sin embargo resulta que la operación del derecho no puede estar en cualquier persona, por tratarse de una especialización. Hacer que los jueces se elijan, es ligarlos a los partidos o quienes promuevan y financien sus propuestas y campañas. Un INE manipulado por una morenista como Guadalupe Taddei, ni garantiza que el titular del Ejecutivo intervenga, ni pone fuera la influencia del Narco ni de otros poderes fácticos. Lo único nuevo que tendrían los ministros, magistrados y jueces es que ya no resolverían conforme a la justicia sino al partido mayoritario o al patrocinador. El escalonamiento sólo restaría inestabilidad.
    Es claro que Amlo, que seguirá mandando, busca que en México, únicamente gobierne una voluntad, sin contrapesos y que nadie le pida cuenta ni a él ni a su camarilla.
    Después de casi seis años de gobierno, Morena todavía no da una sola señal de que sea de izquierda. Quiero decirle a los bufones de Morena, que distribuir el gasto no define a nadie de izquierda. Lo que define a la izquierda es distribuir la riqueza. Y las únicas expropiaciones que se han realizado son para beneficio no de la nación, han beneficiado a amigos y familia. El rescate de la soberanía de PEMEX, ha sido un fracaso. Hoy debe más de lo que valen sus activos.
    La izquierda consecuente siempre combatió la limosna. Habermas la ve como adornecedora. Todos los Estados de partidos obreros se apoyaron en el trabajo. Los teóricos de la Renta Basica, nos dicen si debe ser universal o no, pero se enredan a la hora de explicar la fuente de los recursos.
    Rosa Luxemburg , le advirtió a Lenin, que sin derechos humanos, fracasaría la revolución socialista. Lenin, a propósito de la visita de una delegación comunista italiana que le dijo que ellos estaban listos para el asalto del poder, se rio y les dijo, no señores, esto se caía sólo, ustedes tienen que procesar la conquista del poder. De ahí Gramsci que trazara la estrategia de la guerra de posesiones, su concepto ampliado del Estado igual a sociedad política más soc civil, esto es , fuerza más consenso. Oponer a la hegemonía ideológica de los dominadores la hegemonía ideológica de los dominados o clases subalternas.
    Morena, sólo le apuesta a los programas sociales. A ellos no les importa convencer. Vean aquí en Xalapa, cada vez que abren la boca es para decir barbaridades. Amlo, envía al Congreso sus iniciativas con la instrucción de que no le cambien ni una coma. Huyen la deliberación. Basta el número.
    Cuando Amlo, dijo que la ley es la ley, dejó muy claro que no ejercía el poder conforme a la ley sino como su humor lo determinara. Lo cual choca frontalmente con lo que dice el socialista Hermann Heller: Todo poder político es poder jurídicamente organizado ( Teoría del Estado. FCE. 1942. Página 217 ).
    En ese mismo texto, el autor de la teoría del Estado, más leída por cierto, que pasó sus últimos días en España, porque la muerte lo sorprendió muy joven, nos dice: Decir que la voluntad del Estado es quien crea y asegura el derecho positivo es exacto si, además, se entiende que esa voluntad extrae su propia justificación, como poder, de principio jurídicos suprapositivos. En este sentido , el derecho es la forma de manifestación éticamente necesaria del Estado.
    Como puede verse queda muy claro que el derecho no puede ser mera voluntad, como lo sostuvo el ideólogo jurídico del nazismo, Carl Schmitt, que hoy anima a Amlo, pasando sobre los principios del derecho de que nos habla Ronald Dworkin.
    En sus trabajos reunidos en Escritos Políticos, Hermann Heller, sostiene a propósito de la fachada democrática con que se visten las dictaduras: Todos los dictadores de hoy y cuantos con gusto ejercerían de tales nos aseguran que ellos no han realizado o no quieren otra cosa que la » auténtica democracia «… No les queda, pues, otro recurso que superar con la democracia a la democracia, afirmando de palabra una y otra vez, para acabar aniquilándola en su contenido real ( Página 296 ).
    Frente a la disyuntiva de que tengamos el control de un partido hegemónico o de un tribunal, Hermann Heller, con su genialidad, nos advierte: Pero un control del gobernante sólo puede ser ejercido por dos instancias: o por el partido de la dictadura , que se identifica con el Estado , como en Rusia o Italia, o por tribunales ligados a la ley ( El Sentido de la Política. 1996. Página 73 ).
    He escogido textos de un teórico socialista, que sin duda alguna no sólo son de innegable autoridad académica sino de declarada militancia socialista, que prueban contundentemente que Morena, lejos de ser un grupo de izquierda, es simplemente una banda de vándalos que se montaron en asignaturas pendientes y vacios de representación, que han llenado con limosnas, a cambio de llenarse los bolsillos y destruir todos los contrapesos y órganos de de control, que en un momento dado les pidan cuentas.
    Los partidos opositores están emplazados a reparar la barca en medio de la tempestad, pero asumiendo cada quien su responsabilidad. El PRI debe entender que su crisis no es sólo electoral, es cultural. Si cambia para seguir igual, muere. No se valen disimulos. La debacle del PRD empezó con su alianza con el PAN. ¿ Como explicar la unión de extremos? El PAN utilizó al PRD, para quitarse el tufo derechista. Es obvio que los beneficiarios de esos opotunismos no quieren hablar de eso y prefieren buscar otras causas de su aniquilación. El PAN que nos diga como le entregó la candidatura presidencial a Claudio X González. Necesita desligarse de las cúpulas patronales y clericales. Urge una derecha moderna.
    La resistencia a la dictadura morenista sólo tendrá éxito si se encara con organización y una agenda, que sea una opción de poder pero también una opción social.