Inocencio Yáñez Vicencio
La política nace para hacer posible la convivencia de todas las diferencias. Si no existieran diferencias, la política no tendría razón de existir. La política existe porque hay diferencias. El propósito de la política es el acuerdo, pero el acuerdo parcial, porque el acuerdo total haría innecesaria a la politica. Cuando el gran artífice intelectual de la Revolución francesa dijo que el Tercer Estado, es decir, la burguesía no era nada, pero a la vez era todo, planteaba asentar el naciente Estado liberal-burgués sobre una nación monolítica, por eso mediante la ley LeChepalier, en 1791, suprimen todos los gremios, sindicatos, logias, partidos . Propone una elección en tercer grado. Primero elecciones generales, luego grandes electores y después los representantes. Rescata el concepto romano de comicios pero le da otra función: serán los que propongan candidatos, que pasando las elecciones, podrán participar. Para él hay ciudadanos activos y ciudadanos pasivos. Todo esto resulta de que concibe a la sociedad unitariamente y siendo así los partidos, según el autor de El Tercer Edtado, dividen lo que está unido. El Estado de los marxistas, el Estsdo de una sola clase social, da por hecho el fin de la poltica, con la supresión de la lucha de clases. Tanto la tesis del fin de las ideologías o del fin de la historia, llevan a la instauración de una evolución al margen de las contradicciones y antagonismos sociales. La tesis del cambio de la administración de los hombres por la administración de las cosas , conduce a una concepcion unitaria e idílica de la nueva sociedad que proponen.
Don Jesús Reyes Heroles, solía citar el Pacto de Anahuac del jalisciense Prisciliano Sánchez, que lo hace girar en torno a un acuerdo en lo fundamental, que es básico para intervenir como parte en la disputa del poder formal, para confrontarse con otros proyectos y darle a la sociedad la oportunidad de escoger una alternativa, pero de ningún modo puede puede ser aceptable como tal, en un acto fundacional o una forma general de convivencia, donde en nombre de ese acuerdo en lo fundamental puede tentar suprimir con los disidentes.
Con frecuencia vemos que se llama a construir un nuevo pacto social, que es un pacto, como dice Thomas Hobbes, uno a uno, sin intervención de gobierno alguno. Para este autor en un acto están incluidos tanto el pacto de unión como el pacto de sujeción por el que, el autor del Leviatán, se transfieren todos los derechos a un tercero ( el Estado ), que a cambio velará por nuestras vidas y nuestros bienes, a diferencia de John Locke, para quién, existiendo, en la sociedad preestaatal todos los derechos, únicamente se transfiere a ese tercero, el derecho a hacerse justicia de propia mano, para que sea el fin del Estado resguardar los derechos individuales y dar a cada quien lo suyo. Para los contractualistas el pacto social por el cual en un acto de razón se abandona la sociedad de nature para entrar a la sociedad civil o sociedad política, es un constructo, es una figura hipotética, que se puede o no dar fácticamente, pero sirve para ya no acudir a la fuerza ( Calicles ) o a lo divino para fundamentar el mando y en su lugar, fundamentarlo, en el consentimiento, que es tan importante que en nuestros días ya no se niega, aunque si se distorsiona.
La palabra unidad en labios de gobernantes ha costado muchas vidas. En nombre de la unidad se excluyeron a los metecos( extranjeros residentes) en la Grecia Clásica; en nombre de la unidad se segregó en la Roma Antigua a todo lo que consideraban bárbaro; bajo el estandarte de la unidad cristiana se persiguio y envió a la hoguera a los que profesaban credos y hasta simples diferentes intereses; en nombre de la unidad nacional se han exterminado pueblos y etnias; invocando la unidad, Hitler, exterminó la disidencia y realizó su limpieza étnica.
Carl. J. Friedrich, un autor que nos ha ilustrado mucho sobre constitucionalismo, democracia, federalismo, filosofía del derecho, teoría política, en una obra, para mi maravillosa, que titula: EL HOMBRE Y EL GOBIERNO. una teoría empírica de la política. Dice: En realidad, el orden democrático se basa no en un acuerdo sobre lo findamental, sino sobre una organización de sus divergencias. Editorial Tecnos. Madrid. Pág. 376. Palabras que resumen la concepción más contundente del racionslismo crítico.
Cuando vemos en Veracruz una feroz carnicería de Morena en contra de quienes han tenido el valor de denunciar sus sinvergüenzadas, no podemos dejar de advertir que el gobierno de Cuitlahuac y Nahle, niega la politica, al practicar un terrorismo de Estado. Asunto que no es cuestión de filias y fobias. La Coalición Fuerza y Corazón por Veracruz, no estuvo integrada por fieles sino por políticos que ante la amenaza de la banda morenista de acabar con los equilibrios de poderes y la democra, subieron posponer sus principios finalistas, para hacer frente a estos vándalos, coalición que debe permanecer mientras no cambien las condiciones que la generaron. No , no es cómodo marchar a lado de nuestros adversarios históricos, pero, la defensa de las reglas del juego, lo vale porque de su persistencia depende la sobrevivencia de nustras libertades. En estos momentos tenemos que tomar conciencia que Rogelio, los huérfanos de Totalco, los periodistas perseguidos, los detenidos por faltas a la autoridad, las mujeres reprimidas en el IVAI, el el poder judicial, en las alcaldías… son agresiones contra todos los que nos oponemos a que halla impunidad, justicia selectiva, se eliminen órganos autónomos, se queme simbólicamente a Norma Piña, desaparezca la rendición de cuentas y la transparencia, eliminen la autonomía del poder judicial, se rindan ante el crimen organizado.
Si hoy no entendemos que que la valentía para desafiar a la banda morenista, venga de un Castán o un Yunes, es nuestra lucha, pronto esta cruzada morenista por uniformarnos a todos y convertirnos en simples aplaudidores de sus fechorías habrá de alcanzar hasta a su misma servidumbre.
El periódico Excelsior, en su primera plana, el día de hoy, da cuenta de la tétrica aceptación del Andrés Manuel López Obrador, de que nos quedamos sin soberanía y que los gringos pueden venir por un capo a nuestro territorio, sin que nadie alce la voz, porque ni siquiera tenemos ya eso. Rosa Icela Rodríguez dice una cosa, los diarios norteamericanos dicen otra y amlo, no sabe que pasó. Ese es el problema. Nos quedamos sin gobierno.
La mayor equivocación de Cuitlahuac y Rocío Nahle, es que cree que las elecciones la absolvieron y que siempre va a tener su protector. No. Amlo ya se va. Hoy podrá dar un paso más hacia la dictadura, desapareciendo los órganos autónomos. Mañana acabando con el poder judicial, pero pronto sin dinero para cubrir los pagos de la deuda externa y las pensiones, su gobierno va a estallar y los responsables van a ir juicio. Nahle y sus bufones, en lugar de andar posando y desatando fuerzas que no va a poder manejar, deben prepararse para el nuevo escenario, que ya no tendrá ni a Amlo, ni capacidad de maniobra con grupos que viven fuera de la ley, porque la detención del Mayo, tiene bajo sospecha esos abrazos, en otro tiempo muy rentables.
Queremos un país donde quepamos todos, que no más en nombre de la unidad se excluya y se persiga a los críticos y disidentes.