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    Enrique Yasser Pompeyo

    Mesa de Redacción

    Desidia, burocratismo y tortuguismo es lo que denuncian los colectivos de familiares de personas desaparecidas en Veracruz por parte de la Fiscalía General del Estado.

    A pesar de que las autoridades del ente autónomo presumen avances en las carpetas de investigaciones, en la realidad no es así.

    El trabajo de búsqueda y localización de fosas clandestinas ha sido gracias al intenso trabajo que realizan las familias y no las autoridades.

    Desafortunadamente, la identificación de restos humanos es lenta y parecería que a la Fiscalía poco le interesa avanzar y presentar los resultados.

    Por citar un ejemplo. En la barranca de Cerro Gordo fueron hallados y exhumados dos cuerpos y hasta el fecha, el ente autónomo no ha entregado los resultados de los análisis de ADN.

    Lo peor para las familias es que con cada cambio de gobierno se presenta un rezago y un atraso en los trabajos de búsqueda de fosas clandestinas.

    Pocos resultados han encontrado las familias buscadoras por parte de las autoridades, han sido negligentes, pues no existe voluntad oficial para solucionar los casos.

    A pesar de la falta de apoyo, los colectivos no se detienen y continúan con la búsqueda de sus familiares desaparecidos.

    Los trabajos se realizan, por ejemplo, en el municipio de Úrsulo Galván, donde se han marcado 82 fosas, y en la barranca de La Aurora, en el municipio de Emiliano Zapata.

    Si la nueva administración estatal y la nueva Legislatura tienen el interés real por coadyuvar en avanzar en este tema, sería importante que se analizara el cambio de autoridades en la Fiscalía General del Estado.

    También de lo que se trata es que haya apertura al diálogo entre Fiscalía y colectivos, además de funcionarios con empatía y sensibilidad para poder atender esta situación que aqueja a cientos o quizá miles de familias veracruzanas.

    enriquepompeyo@hotmail.com