Destacado

    José Luis Enríquez Ambell

    Café de Mañana

    Cada celebración de eventos deportivos, sean Olimpiadas —como ahora en Francia— o en el continente; centroamericanos y del Caribe, Panamericanos o similares, se habla de la falta de apoyo hacia los deportistas mexicanos.

    Esa disyuntiva o problemática ha generado obstáculos que avanzan directo a impedir el desarrollo pleno de los atletas y taclea la búsqueda y encuentro de la excelencia deportiva.

    Dependencias federales, en los estados y municipios suelen justificarse en la escasez de los recursos financieros suficientes para el deporte en todas las disciplinas relacionadas con el sector amateur.

    Hasta ahora, las glorias que en el deporte nos han llevado a la obtención de preseas, cuando han sido ubicadas al frente de las oficinas públicas que apoyan al deporte, si acaso, lo hacen con el rubro de la disciplina que conocen y dominan, pero al resto de deportes los desatienden por completo, y casi siempre.

    El esquema en su conjunto que en México, estados y municipios coordinan esfuerzos está en las manos del Comité Olímpico Mexicano (COM), la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), las Asociaciones Deportivas Nacionales, los Organismos Deportivos Públicos de cada Estado, el Comité Paralímpico Mexicano (COPAME) y los Consejos Nacionales del Deporte Estudiantil (CONDE) y las áreas de fomento deportivo en los Ayuntamientos.

    Ver a jóvenes deportistas en las esquinas y semáforos pidiendo y «boteando» por ayuda económica que les permita salir a competir en torneos entre recreativos y oficiales deja mal parado al sistema deportivo en el país, los estados y municipios. Dicho de otra forma, el aparato desde su concepción y metodología en lo institucional de la estatalidad (sector gobierno), en el deporte requiere una revisión integral.

    Hay organizaciones privadas tales como: El Grupo Bimbo, Aeroméxico, Grupo Modelo, Banco Azteca, Charly, Herbalife y Betterware, entre otras, que han sido solidarias apoyando a los deportistas en distintos eventos y certámenes oficiales.

    Hay también instancias —aunque más limitadas en alcance— como la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas (CONADEIP) A. C., sin fines de lucro y que reúne a las instituciones educativas del orden privado en el fomento de la práctica deportiva, entre sus estudiantes.

    En Veracruz hay empresas privadas que bien podrían recibir facilidades por el gobierno del estado, a efecto de encontrar apoyo en favor de los deportistas veracruzanos que destacan en disciplinas que estén reconocidas sin ser sólo de invitación en certámenes.

    DE SOBREMESA

    Son un sinnúmero de deportes y competencias en disciplinas que —me parece— hacen necesario examinar otras y mejores líneas como opciones de apoyo a la organización deportiva, pues además Veracruz puede y debe potenciar y maximizar el desarrollo humano, la convivencia social y el desarrollo económico a través del deporte, que incluso fortalece la industria turística y su entorno, pues hay ciudades en Veracruz con infraestructura en ambas vertientes que se pueden aprovechar más, pero hay que unificar esfuerzos entre más actores de pantalón largo.

    UN CAFÉ CON DOBLE CARGA 

    Y es que resulta lamentable que algunos deportistas e incluso instructores acudan a instancias legales ante tribunales para que oficinas de gobierno en materia deportiva en algunas ocasiones  autoricen o eviten les cancelen becas y apoyos.

    UN CAFÉ LECHERO LIGTH 

    El Estado de Veracruz tiene una economía diversificada con sectores clave para el desarrollo del deporte en lo amateur como organizado, de ahí que entre el sector gobierno y privado, se puede maximizar la educación y la cultura, partiendo que en su infraestructura y  la calidad competitiva de los deportistas, no se parte de cero.

    ¡ES CUANTO!