Salvador Muñoz
Los Políticos
La primera gran duda que tenía era cómo diablos dos actores iban a impregnarme de miedo. La segunda gran duda era cómo dos actores iban a plantear toda una historia plagada de personajes. La tercera duda era si no habría exceso de efectos especiales…
Cada una de mis dudas fueron aclaradas, cada una en su momento, en su justo momento, y sí, tuve miedo, pero de ese miedo nervioso que te hace reír como tonto porque sabes que algo te va a pasar y estás esperando a que suceda.
La adaptación sencillamente merece que uno se ponga de pie y aplaudir hasta que ardan las manos, hacer una caravana a Juan Carlos Colombo y Fabián Lozano García y reconocer que la obra “La Dama de Negro”, cumple las expectativas que se propone en su cartelera y las supera en el escenario.
Leo la obra de Susan Hill y me fascina; ya vi la película de “La Dama de Negro” y me gustó. Pero la adaptación para teatro así como la actuación soberbia de Colombo y Lozano, explican con la tranquilidad que sólo la grandeza puede dar, por qué llevan 20 años ininterrumpidos aterrando al público… ojalá vinieran a Xalapa… pero si no, vayan a verla a México…
PD Cuentan que todo aquél que ve esta obra, si no la recomienda, puede sufrir las apariciones de “La Dama de Negro”… ¡he cumplido!
II
Sí, hablaba del cuento de Susan Hill, “La Dama de Negro”… pero igual quisiera hablar un breve de otra Dama, así, con mayúsculas, que no tiene color, pero tiene algo más que a muchos nos falta y es evidente que a ella le sobra…
La primera vez que la vi, me llamó la atención cuando llamó a un diseñador por teléfono. Su voz era clara, precisa… y al soltar el auricular, ¡era otra! “Pareciera que cuando habla por teléfono oigo a un locutor de radio”, le digo a un amigo en común que terciaba la plática.
Llevaba dos años trabajando en Seguridad Pública. Platicábamos del trabajo; ella, del suyo; yo, del mío.
¿Desnudista? ¿voyeurista? ¿meretriz? No, para nada… pero lo que sí fue es modelo, locutora y empleada de la secretaría de Seguridad Pública, pero por sobre todas las cosas, una Dama, que renunció a su trabajo por algo que a muchos nos falta aunque a ella le sobra: Dignidad.
El juicio fácil, similar al que se critica en Pakistán, Somalia, Irán, Indonesia, Yemen, donde se castiga hasta la muerte lapidando … su pecado: ¡Haber sido modelo!
La cosificación de la mujer: No se le acusó de violar las leyes de Tránsito ni echarle el carro encima a un servidor público; no se le acusó por mentir con fotos que trabajaba cuando realmente no lo hacía ni por ordenar a su chofer que estacionara su unidad en una banqueta… se le acusó y condenó por unas fotos de cuando fue modelo. ¡Dios! ¡Cómo una modelo puede ocupar equis o ye cargo! porque de acuerdo a nuestra moral y tasa estereotipada, no puede serlo.
Michaelle Arano renuncia por dignidad, no porque haya cometido algún delito.
III
Hace poco vi el musical “Hoy no me puedo levantar”. La historia no es extraordinaria pero sí las voces y las coreografías de sus protagonistas y bailarines en escena. Quizás un poco difícil de entender para muchos del público la movida española, o movimiento contracultural como les gusta decirle algunos, en el antes, durante y posterior a la caída de Franco, que arañó hasta los mediados de los 80. Creo que “La Puerta del Alcalá” lo explica mejor… Pero para a quienes preferimos pasar un buen rato en el cine o en el teatro, nos quedamos con las rolas de “Mecano”, cantando y sí, alguno que otro bailando…
IV
Algo tienen las redes sociales que todo mundo se las toma en serio… Hay gente que se cree a pie juntillas cualquier cosa que aparezca allí. Dijera Chente: “Su palabra es la Ley”, y lo dan por hecho. Amigos lectores me preguntan en corto, como le dicen hoy, “por inbox”, si era cierto la plática del “Sicario” con el alcalde Américo Zúñiga. Les respondo que sí, y les tengo que explicar que refiero a un personaje de televisión llamado “El Cabo” que promociona su comedia teatral a exponer en Xalapa, este 25 de noviembre en el Teatro del Estado. Sí… la mayoría de los lectores leen por encimita ¡o lo peor! leen lo que quieren “leer”.
Festejo que haya eventos como el de Luis Miguel (al que no voy a ir) y la puesta en escena de Robinson Díaz llamada “El Cabo”… ojalá más empresarios, como Ferráez, apuesten a espectáculos como el del “Sol”, y el alcalde Américo Zúñiga, sea directo o a través de Noemí Brito, busquen traer más cultura y explotar más la local… ambas son buenas.
Ahora ya no sé si poner que cuando venga “El Cabo” a Xalapa, y presente su comedia, nos va a matar a todos… ¡pero de risa!, en una de ésas, mandan a traer a la Fuerza Civil de Veracruz para detener a “El Cabo” y Américo… y eso, nomás por leer por encimita… o hacer juicios a la ligera.
smcainito@gmail.com
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