Bernardo Gutiérrez Parra
Desde el Café
Hace ocho años por estas fechas, las manifestaciones y plantones frente al Palacio de Gobierno en Xalapa eran parte del paisaje cotidiano. Maestros, empresarios, proveedores de todo tipo, campesinos, alcaldes, estudiantes universitarios y hasta sonideros, colmaban la Plaza Lerdo con una sola demanda: que la administración de Javier Duarte de Ochoa les pagara lo que les debía. Pero eso era punto menos que imposible porque las arcas estaban vacías.
La crisis económica y financiera que comenzó en las postrimerías del gobierno de Miguel Alemán y se alentó en el de Fidel Herrera, creció a niveles jamás vistos a mediados del sexenio de Duarte y en 2016 prorrumpió en un estallido que nadie pudo controlar y trastornó a toda la entidad.
Sin liquidez para cubrir los gastos más apremiantes y sin el apoyo del presidente Enrique Peña que le retiró hasta el saludo, Javier Duarte se encerró en su departamento de la Torre Pelícano mientras los veracruzanos vivían la peor crisis económica y financiera de su historia. Crisis que narran con objetividad el economista Hilario Barcelata y el politólogo Eduardo de la Torre Jaramillo (entre otros), en el documental “2016 el Año de la Crisis”, dirigido por Gustavo Vargas y estrenado este miércoles en Xalapa.
Conducidos por el propio Gustavo Vargas, Barcelata y de la Torre, los espectadores son llevados a un viaje al pasado que comienza en 1976 con la llegada de José López Portillo al poder y termina 40 años después, en 2016, con Enrique Peña en la presidencia y Javier Duarte en la gubernatura de Veracruz.
¿Cuándo inició realmente la pesadilla en Veracruz?
En 1992 Dante Delgado dejó la gubernatura con una deuda de 400 millones de pesos que pagó su sucesor Patricio Chirinos. “Chirinos dejó a su vez una deuda de 23 millones de pesos, es decir nada. Pero Miguel Alemán que recibió el estado con ese pequeño adeudo, lo dejó con una deuda de 3 mil 500 millones de pesos” dice Arturo Jaramillo en el documental.
Y de ahí al fondo y a la verdadera pesadilla porque Fidel Herrera dejó un adeudo de 12 mil millones y Duarte de 44 mil millones de pesos.
El documental se complementa con testimonios de trabajadores que sufrieron en carne propia por la falta de sus emolumentos, como los integrantes de la Coalición de Pensionados Independientes del Estado de Veracruz (COPIPEV), que con sus enfermedades a cuestas salieron a las calles a exigir sus pagos y en una ocasión fueron cobardemente reprimidos.
También se documenta la toma del Palacio de Gobierno por más de 100 alcaldes a los que Duarte quedó a deber cientos de millones de pesos.
Uno de los momentos más emotivos del film es la protesta de los estudiantes de la UV el 10 de marzo del 2016, cuando encabezados por la rectora Sara Ladrón de Guevara colmaron la Plaza Lerdo en demanda del dineral que el gobierno de Duarte le debía a esa institución.
Instalada en un templete y bajo una lluvia pertinaz, la rectora dijo que el gobierno no sólo debía a la UV sino a todos los veracruzanos: “Nos deben el derecho a soñar. Nos deben la esperanza de un mejor futuro. Nos deben la confianza en las instituciones. Nos deben una juventud sin miedos. Nos deben a los desaparecidos. Nos deben la paz de los violentados y la de sus familias. Nos deben recursos que son obligaciones, porque no son de ellos, fueron otorgados por el pueblo…”.
Uno de los sectores que casi diezmó Duarte fue el empresarial y el testimonio del empresario Jesús Castañeda Nevárez, es revelador al manifestar que todas las expectativas, sueños e ilusiones de gran parte de los empresarios veracruzanos, terminaron en el 2016.
Castañeda agrega que varios empresarios que eran proveedores del gobierno, murieron infartados al perder sus empresas por adeudos con los bancos. Duarte no solo no les pagó sino que su sucesor, Miguel Ángel Yunes Linares, los acusó de “duartistas” y los puso casi al margen de la ley con tal de no pagarles tampoco.
2016 el Año de la Crisis, termina con una exposición sencilla pero completa, del titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, sobre la deuda que recibió el gobierno de Cuitláhuac García y la forma en la que se ha ido pagando.
En su participación, Lima Franco dice que recibió un estado con proveedores exigiendo su pago, con la UV a punto del colapso y con decenas de ayuntamientos a la espera de los pagos que les quedó a deber el gobierno de Duarte. Pero lamenta que actualmente se destinen 8 mil millones de pesos para pagar intereses, cuando ese dinero debería invertirse en obra pública.
“Por eso no se ve el desarrollo en el estado como en otras entidades. Estamos hablando de 48 mil millones de pesos que no se están ocupando para el bienestar de los veracruzanos, por pagar intereses y parte del capital de esa deuda que dejaron los gobiernos anteriores”, dice el funcionario en el documental.
Un documental que hay que ver lector y que, se me ocurre, todo político debería verlo incluso por obligación.
Porque como dice Jesús Castañeda Nevárez: “el 2016 no debe repetirse, no tiene por qué volver a repetirse”.
Que así sea.
bernardogup@hotmail.com