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    Inocencio Yáñez Vicencio

    La historia de engaños y simulaciones no es reciente en México. El Tratado de Córdoba lo firma parte nuestra un nefasto soldado realista que se pone la camiseta insurgente para dejar intacta toda la estructura de dominación colonial, que se quiebra hasta las reformas juristas de 1859.

    Porfirio Díaz, tanto en el Plan de la Noria como en la triunfante revolución tuxtepecana, adopta el lema de Sufragio Efectivo. No reelección. Que traiciona tan pronto como llega a la Predidencia, desde donde prepara a su compadre don Manuel González, para que lo suceda en 1880 y realice las reformas para su reelección en 1884 y de ahi en adelante, en elecciones, inequitativas, sin libertad y con contendientes a modo, prolongue hasta 1910 su permanencia en el poder.

    En 1910, se fractura el bloque gobernante y un miembro de las elites dominantes, llamado Francisco I. Madero , capializa el descontento que da origen a la Revolución mexicana, Revolución que  pretendía un porfirismo sin Porfirio Diaz , ocasionando escisiones dentro y fuera de las filas revolucionarias, que aprovechan los neoporfiristas de linaje y del Ejército Federal, que la ingenuidad maderista no se habia atrevido a desmantelar, asesinando al Apostol de la Democracia y colocando en su lugar al Chacal Victoriano Huerta, lo que enseña a los verdaderos revolucionarios que no es suficiente un cambio político, un cambio del personal que gobierna sino que hay que terminar de destruir la estructura económica y social semifeudal, que venía desde la Colonia. 

    Los revolucionarios nos dan en 1917 una Constitución que es la primera de profundo contenido social, que por cierto Karl Loewenstein, le hace merecidos elogios, con lo cual dan un paso firne para realizar su programa por la via institucional. El asesinato de Madero, por parte de las fuerzas contrarrevolucionarias que significa un golpe sangunario al proceso democrático puesto ej práctica por los revolucionarios en 1911, donde si bien ganan la presidencia, pierden la XXVI Legislatura, que sus adversarios no están dispuestos a respetar ni la vía pacífica, ni la vía legal, ni la vía elector, para disputar el poder, por lo que son obligados a tomar una via gradual hacia la democracia.

    Hace algunos años, en el CETRADE, explicaba la estudiosa del Colegio de México, Soledad Loaeza, que la fundación en 1929, del Partido Nacional Revolucionario, no respondió a la creación de un partido único. Fue crado para dirimir sus controversias internas y asegurar la continuidad del programa revolucionario. Dice Luis Javier Garrido, en su tesis doctoral que presentó en la Sorbona, que las resistencias de los centros patronales y clericales, que desembocaron en la creación del Partido Acción Nacional, frenaron no únicamente la radicalización de la obra cardenista sino que, incluso, que el intachable y consecuente revolucionario  Mujica, no fuera candidato y se inclinarán por un moderado como Ávila Camacho.

    No obstante su legitimidad revolucionaria, Luis Donaldo Colosio, llamó a construir su legitimidad democrática. 

    El PRI no únicamente es el motor del México moderno, es quién utilizo sus mayorías para votar las reformas del 77 y 97, que nos dieron las instituciones y reglas democráticas, que posibilitaron la alternancia y hasta que un enemigo de la de la democracia, como es Morena, llegara a la Presidencia. 

    Morena desde la Presidencia, se ha propuesto que el Estado renuncie a su principal funcion, que es dar seguridad a las personas y a sus bienes, con lo cual acaba con el Estado. Se ha rendido ante el narco. Ha normalizado para los suyos la impunidad.  Está  consumando la destrucción del Poder Judicial y de los órganos autónomos para fundar una dictadura, donde gobierno una sola voluntad.  Ha colonizado al INE y al Tribunal Electoral, para controlar las elecciones … 

    Amlo, logró colocar, al frente del PRI, un sinvergüenza, que a cambio de impunidad, somete al tricolor a sus planes siniestros, por lo que un voto para el PRI, será un voto por la destrucción y el saqueo de la nación. Podemos votar por un abanderado del PRI, si sabemos que marca distancia de esa escoria llamada Alejandro Moreno, pero no por su partido. Con Alito el PRI pronto desaparecerá. Le han quitado un instrumento de reivindicación a la sociedad, para convertirlo en brazo de Morena. 

    El mismo que nos engaña con el INSABI, diciendo que ya tenemos un sistema de salud mejor que el de Dinamarca  y vota por acabar con los equilibrios republicanos, utiliza a Alito, para terminar con el PRI. No más comparsas. No más votos para el PRI.