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    Miguel Valera

    Contraseñas

    Aún no llegan a la silla presidencial o a la de palacio de gobierno en Veracruz, Claudia Sheinbaum Pardo y Rocío Nahle García, respectivamente, y la clase política mexicana y jarocha, experta en “especulación”, ya anda pensando quién será el próximo presidente o presidenta de México y la próxima gobernadora o gobernador de Veracruz. Así somos los mexicanos, expertos en el arte de la especulación, del porvenir, de lo que vendrá.

    Este lunes muy temprano, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio pistas en el caso del escenario nacional al dar a conocer que su hijo “Andy”, Andrés Manuel López Beltrán, se dedicará a labores partidistas para consolidar el Movimiento de Regeneración Nacional y buscará alguna posición de “elección popular”. Así, con claridad, el mandatario mexicano aclara los rumores que desde hace unos días se habían venido corriendo respecto al destino político del hijo que más se ha involucrado en este movimiento en nuestro país.

    Así lo aclaró este lunes el jefe de las instituciones del país, a pregunta expresa de una comunicadora: “Aprovecho para informarles que José Ramón, según me ha manifestado, no va a trabajar en el gobierno; Gonzalo tampoco; Andrés sí, pero no en el gobierno. Él va a participar en MORENA. Quiere ayudar a consolidar MORENA. No voy yo a influir en nada, pero él sí quiere participar en MORENA”, asentó.

    Ahí, la comunicadora interrumpió la frase de López Obrador, para preguntar si “Andy” López Beltrán iría a la Secretaría General o la presidencia de MORENA. El presidente aclaró: “No creo que, para eso, pero sí va a participar, eso me lo planteó y quiere apostar a ser electo. No impuesto. Y yo no tengo nada que ver con eso, me retiro. Si quiero cumplir el compromiso de que ya una vez que yo me jubile, pues son libres, porque imagínense si en la casa siempre escucharon desde niños la palabra justicia, democracia y la actividad política, siempre”.

    En una respuesta salpicada de anécdotas, el mandatario mexicano reveló que el acuerdo que tenía con sus hijos era que no podían participar en tanto él estuviera al frente de posiciones políticas o como en este caso, al frente del Ejecutivo nacional, “pero tenemos el compromiso de que terminando ya pueden”.

    La misma decisión aplicaría para su hijo menor, Jesús López Gutiérrez-Müller, el que tuvo con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller. “Igual Jesús, cuando termine de estudiar y quiera participar, que lo haga, son libres, yo ya voy a estar jubilado”.

    Luego soltó “línea” para lo que viene. Es decir, la mística, lo que guía su modo de actuar, el leitmotiv, como dicen los alemanes, para referirse a una línea conductora, al motivo central de una obra literaria o cinematográfica. “Lo único que les he dicho, aprovecho para comentarlo también, es que todo el legado que pueda quedar de lo mucho o de lo poco que hicimos, es de la gente”.

    Refrendó: “Los dirigentes no son lo más importante en un proceso de transformación, es el pueblo. El motor del cambio es el pueblo. No hay derecho a que nadie quiera apropiarse de lo que es de todos. No me pertenece lo que yo contribuí a la transformación y no les pertenece a mis hijos ni a nadie. Cada quien tiene que forjarse, su propio destino y así lo entienden ellos, porque no te heredan en política genes”.

    “Es la conducta, la rectitud, el trabajo y el amor al pueblo, no es la vida política republicana como en las monarquías, que se heredan los cargos. En la democracia es el pueblo el que decide es el pueblo el que elije y depende del comportamiento de las personas. Entonces eso es, qué bien que me preguntas, para que se acaben las especulaciones”, concluyó.

    Andrés Manuel López Obrador insiste mucho en su retiro, en su jubilación. Todos sabemos que eso no será. La fuerza del movimiento político que encabeza descansa en su nombre, en su fuerza, en la mística que ha impuesto a lo largo y ancho del país. Sabe que cuando más lo han golpeado más ha crecido y que para que la 4T continúe en el país tiene que montarse sobre él mismo, sobre su sangre y en este caso sobre su hijo “Andy” López Beltrán a quien ha preparado para que sea el próximo presidente de México en el 2030.

    En el caso de Veracruz, porque así lo comenté al inicio de esta columneja, naturalmente la gobernadora Rocío Nahle García buscará heredar la posición a su favorita en ese momento. Hoy por hoy, una de las más cercanas podría ser la senadora Claudia Tello Espinosa, quien la acompañará como Secretaria de Educación de Veracruz en el gobierno que iniciará el próximo 1 de diciembre. El que se ha anotado, motu proprio —es decir, libre y voluntariamente— es el también senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien también, hay que decirlo en justicia, tiene una gran popularidad entre las bases electorales morenistas. Falta mucho, amable lector, pero este es un ejercicio de especulación, uno de los deportes favoritos de los veracruzanos. Ya veremos qué sucede.

    @MValeraH