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    Inocencio Yáñez Vicencio

    Hoy los diarios de circulación nacional  ya no hacen el retrato hablado del senador opositor que , según ellos, le dará el voto a la bancada morenista, con el cual alcanzará la mayoría calificada para aprobar la reforma a la Constitucional, que liquide al Poder Judicial y haga de él  una caricatura que pueda someter el titular del Ejecutivo Federal.  Con ello culminaría una campaña de desgaste que empezó  exhibiendo los sueldos de los ministros, sueldos muy por debajo de lo que un reputado litigante reciibe en sus despachos o en cualquier empresa importante. Los aventaron a los leones para que hicieran escarnio de la toga y el birrete. Se ensañaron contra Medina Mora, por tener un pasado partidista, cuando las tres ministras propuestas por Andrés Manuel López Obrador, no sólo tienen credencial morenista sino que su designación se hizo violentando la ley, una por plagiar  su tesis, otra por sacarla de un quinto patio en descomposición. Desde el púlpito de las Mañaneras lanzaron difamaciones como que liberan presos a diestra y siniestra, lo que bien sabemos que es resultado de un Ministerio Público que integra mal sus averiguaciones y que el remedio está en que se reforme el Código de procedimiento para que se reponga el proceso, pero por ningún motivo se libere al imputado. Se le ha desaparecido sus fideicomosos, pero no así los de la Presidencia y los del Ejército. Han cercado y hostigado tanto a la Suprema Corte, que a través del nefasto gobernador de Veracruz, organizaron una quema simbólica en pleno Zócalo de la Ciudad de México, con ataudes de la Ministra Presidenta Norma Piña y demás ministros no afines a Morena. Hace apenas tres dias , la Ministra Loretta, salió a hacer alarde de que ella era fundadora de Morena y que no juzgaba para su partido sino para el pueblo. No, un juzgador no debe fallar para el pueblo, debe resolver conforme a la ley y con justicia y para ello debe hacer con imparcialidad.  Ya sabemos que para los popularidad el concepto de pueblo tiene un sentido ambiguo, en su muy particular concepto de pueblo de Morena, no caben los empresarios pero si los miembros del crimen organizado. 

    Bajo esta cascada de difamaciones y agresiones sobre el Poder Judicial, presentó Amlo una iniciativa para reformar toda la estructura del Máximo Tribunal, con el único propósito de someterlo, que no lo investigue a él ni a los suyos, para tener la seguridad de que sus fechorías quedarán sin castigo, impunes.

    La iniciativa ya pasó comosiones del Senado de la República y para ponerla a consideración del pleno, necesita doblegar a un senador opositor para alcanzar los 86 votos para su aprobación. 

    De la misma manera que desvió recursos, que utilizó los programas sociales para fines electorales, controlo al INE y al TRIFE, se alió al crimen…para en unas elecciones inequitarivas y faltas de libertad, hacer ganar ilegalmente a Claudia Sheinbaum, hoy utiliza la maquinaria del Estado para doblar a un senador de la oposición, para tener la mayoría calificada que le posibilite sacar adelante su plan para acabar con la República. 

    Si el traidor, el que permita el triunfo de los enemigos de la República, sea el que ya dan por hecho algunos medios o sea otro debe saber que en el momento que se sume a los  destructores de la nación, terminó su vida política y vivirá para ser despreciado y repudiado. Si fuera un priista sepulta al PRIALITO, si fuera un panista, la derecha quedaría huérfana, seguirá existiendo pero para el escarnio.

    Aún cuando la atmósfera política apunta hacia la traición, permitanme pensar que todos los saben menos yo, sencillamente porque consciente de que cuando se pierde el honor y la dignidad por un acto de traición, todo se acaba, porque son valores que no se pueden recobrar ni con dinero ni con malabarismos de ninguna clase.  Si por resistir al chantaje y amenazas de Morena, mañanas, se enfrentan cargos fabricados, gana quien lo haga, porque quedará como un martir y lo que pierda será poco, comparado con el estigma de la traición. Si reiste tendrá nuestro reconocimiento a su valentía y defensa de la República, pero si se doblega, no descansaremos ni un día en señalarlo  como un traidor y una lacra social.