Alejandro Bustos
Durante la ceremonia de entrega del bastón de mando en el Zócalo de la CDMX, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó su ambicioso plan de 100 compromisos para su sexenio. Entre los más destacados, resalta su propuesta número 48, enfocada en el acceso a la vivienda. Como parte de esta iniciativa, anunció el lanzamiento del «Programa de Vivienda Popular» en el que se comprometió a otorgar 450 mil créditos a bajo costo, tanto para la compra como para la mejora de inmuebles.
En ese sentido, se autoimpuso un reto nada sencillo: la construcción de al menos un millón de viviendas durante susexenio, considerando a personas que no cuenten con seguridad social. Según explicó la mandataria, la idea es que los jóvenes tengan la posibilidad rentar la vivienda y,después de un tiempo, poder adquirirla; por lo que se comprometió a que su gobierno va a otorgar los créditos anteriormente mencionados.
Pero el panorama de la vivienda en México, en especial en Veracruz, presenta desafíos significativos que requieren soluciones integrales. Según cifras proporcionadas por el portal Real Estate Market, el déficit habitacional es alarmante: el país necesita más de 8 millones de viviendas y,en estados como Veracruz, las dificultades son particularmente agudas debido a una alta proporción de casas pequeñas y viejas, así como problemas estructurales comunes como grietas y filtraciones.
La autoconstrucción sigue siendo una práctica predominante en la entidad, donde muchos hogares se edifican con recursos propios o mediante préstamos informales. La dura realidad nacional refleja que más del 65% de la población recurre a sus propios fondos para construir sus viviendas, lo que propicia la informalidad y una baja calidad de las construcciones.
Por lo anterior, es que a nivel federal se están implementando varias iniciativas para enfrentar esta problemática. La plataforma de la otrora candidata, ahora presidenta, de hecho ya contempla el Acuerdo Nacional por la Prosperidad con Vivienda en el que se proponen acciones concretas como la promoción de viviendas sociales, la expansión del crédito para jóvenes y sectores vulnerables, y la creación de viviendas de renta social. Precisamente, lo que la mandataria se comprometió a llevar a cabo el día de hoy.
Sin embargo, la situación se complica si se tiene en cuenta el estancamiento de los salarios frente al constante aumento en los precios de los inmuebles. Quizás una posible solución sería impulsar la construcción de más viviendas formales para aumentar la oferta, lo que, de manera inevitable, generaría una disminución en los precios del mercado al haber más propiedades disponibles en relación con la demanda.
Mientras los esfuerzos y las propuestas recientes parecen estar encaminadas en la dirección correcta, las soluciones a largo plazo dependerán de una mayor inversión en infraestructura, políticas de ordenamiento territorial eficientes y un enfoque sostenido en la inclusión social y económica de los sectores más desfavorecidos.
Ojo, este tipo de políticas no son la solución definitiva, pero, de implementarse, podrían tener un impacto positivo, particularmente en la entidad veracruzana, donde gran parte de la población simplemente no puede acceder a créditos hipotecarios formales.
La vivienda no sólo debe ser un derecho, sino una prioridad en el desarrollo del país, con especial atención en estados como Veracruz, debido a que, por su extensión territorial y número de habitantes, el margen de mejora respecto a lo que se ha hecho todavía es amplio.
Fuentes:
“10 datos críticos sobre la vivienda en México; faltan 8.2 millones de casas”
“La estrategia que propone la CMIC para resolver la crisis de vivienda en México”
“Sheinbaum promete créditos baratos y escrituración masiva de viviendas”
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