Destacado

    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    Tres días de comparecencias y si hay un diputado de la Oposición incómodo para los miembros del Gabinete de Cuitláhuac García, ése es Héctor Yunes Landa.

    Colmillo largo y retorcido, hábil en el manejo del sarcasmo, de los tiempos, con toda la experiencia acumulada, hace y deshace tanto con los presidentes de las Comisiones con las que ha interactuado, como con los secretarios.

    Puede que esté equivocado, pero la presencia de Sebastián N en el recinto oficial de las comparecencias, tenía un objetivo: Héctor Yunes.

    Está demás comentar quién se lo envió porque es obvio, muy obvio… las respuestas de Héctor a los insultos hablan de la habilidad política del choleño… y la respuesta del presidente de la Comisión de Seguridad Pública, el Chino Avila, fue acertada: pedir el desalojo de los rijosos del auditorio Sebastián Lerdo de Tejada.

    De nombre Sebastián, el principal hostigador, pues aparentemente lo acompañaban otras dos personas, fue invitado a salir del Congreso local pero a la vez era seguido por un grupo de reporteros que tenían en claro qué preguntarle: “¿Quién te envió?”

    Con el celular en la mano, la reportera Concepción Sánchez se le acercó y el sujeto se lo arrebata. Al intentar detenerlo, el sujeto hace caer al suelo a la reportera mientras el celular va al pavimento.

    Tuvo que intervenir Aylan Contreras, elemento de Seguridad del Congreso local para detener al agresor que era rodeada por reporteras.

    Al final, Sebastián N, como fue identificado, fue trasladado a la Fiscalía por el cargo de Lesiones.

    El asunto no para ahí.

    Cuando es detenido Sebastián N, un joven de camisa azul trata de calmarlo con dos “Tranquilo, tranquilo…”, como si lo conociera, a tal grado que las reporteras lo interrogan por eso. ¿Sospechoso? Sí…

    Y más cuando un Supervisor de Seguridad Pública es quien se lleva al agresor… sí, en la batea, esposado… pero quien se lo lleva es un Supervisor…

    Sí bien, el Congreso local es la Casa del Pueblo, este doble hecho debe ser un llamado de alerta para nuestros diputados.

    La manifestación de Sebastián N contra Héctor Yunes, no buscaba respuesta a algún problema, no hablaba de injusticia, no era la demanda contra las autoridades… era un ataque directo hacia un diputado… un diputado que hasta ahora ha resultado bastante incómodo para los secretarios del Gabinete…

    ¿Quién lo mandó a agredir a Héctor?

    Ahora, el embate contra la reportera fue por los nervios… Sebastián se puso nervioso ante la cámara, ante los celulares, ante las reporteras, pero no por eso deja de ser agresión.

    Es claro que todos tenemos derecho a ingresar al Palacio Legislativo y ser también testigos de las sesiones y comparecencias; pero es claro que también hay funcionarios interesados en denostar a quienes representan el Poder Legislativo, en este caso a Héctor Yunes, y no les importa que el ataque sea vulgar, burdo, bajo… a ese nivel es su trabajo… y mucho menos les importa losa daños colaterales, como la agresión a la reportera Concepción…

    Hoy, se pudiera decir que la secretaría de Seguridad Pública “le hizo el favor” al Congreso local de ser expuesto, de ser exhibido, de verse endeble en su seguridad… dos agresiones que sólo “se salvan” (así, entre comillas) por la intervención del Chino Ávila, al pedir el desalojo de los rijosos (Sebastián N y compañía) y por parte del Congreso, por la acción del elemento de Seguridad interna, Aylan Contreras, deteniendo al agresor de la reportera.