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    Murillo

    Salvador Muñoz

    Los Políticos 

     

    La primera vez que escuché la versión de los 43 cuerpos quemados, creo que hace más de una semana o más, se me hizo una reverenda jalada.
    El oficio de reportero me hizo ver casos increíblemente escalofriantes, pero jamás en las condiciones en que hace poco, escuché al procurador Murillo Karam explicar su hipótesis en torno a los 43 normalistas, que por un lado movía a risa y por otro, a esa rara sensación que te hace sentir como si por enésima ocasión, nos quisieran tomar el pelo ¡y ojo! porque viniendo de un pelón, es más cabrón el asunto.
    La hoguera de 43 cuerpos, por un momento, tomémosla como buena, pero entonces, cuántos involucrados y cómplices en torno a ella no saldrían raspados, desde Limpia Pública, autoridades ambientales, de protección civil, bomberos, y los que usted quiera agregar… y la sigo viendo absurda, como absurda la han visto un grupo de doctores que a través de las redes sociales exponen sus dudas, mis dudas, en las siguientes líneas:
    “Señor Procurador de Justicia:
    Quemar un cuerpo de modo que se vea convertido en ceniza no es tan sencillo. Se necesitan los rigores del mismo infierno para que los huesos queden calcinados, temperaturas muy superiores a los mil grados centígrados. Se necesita un calor intenso para muchas horas y esto quemaría todo a su alrededor.
    “En una funeraria, para poder incinerar al cadáver, la incineradora debe de estar a entre 900ºC y 1250ºC y debe durar al menos tres horas como mínimo y hasta 5 horas para la incineración. Aún así no se reduce todo a cenizas,sino que el cadáver es pasado por una trituradora de huesos (cremulador),de donde se recoge y se pasa al jarrón-urna.
    “Si la investigación a su cargo tiene algo de seriedad y si en verdad desean que la ciudadanía quede convencida sobre su actuación, podría empezar por aclararle a México entero lo siguiente:
    “1.- ¿Es posible no darse cuenta del resplandor y la columna de humo que debe producir un fuego que arde por más de 12 horas continuas?
    “2.- ¿Es posible pasar por alto el olor de 43 cuerpos humanos quemándose al unísono, siendo que un sólo cabello o una sola hoja de papel al quemarse producen un olor intenso?
    “3.- ¿Es posible reducir a cenizas 43 cuerpos de una sola vez y con tanta efectividad? porque, a no ser que me equivoque, ni Tangassi, ni Gayosso. ni los oficiales nazis en los mejores días del campo de Auschwitz tendrían la capacidad de cremar tantos cuerpos y reducirlos a su mínima expresión, pues entiendo que los huesos largos como un fémur o la cabeza a veces hasta se trituran. ¿Tenían máquinas para triturar huesos o cómo le hicieron para que tooooodo quedara en cenizas?
    “4.-¿Es posible que los responsables de tal acto, aún con el riesgo de ser descubiertos, se tomaran tanto tiempo para vigilar que el fuego alcanzara 1000°C, que es la temperatura mínima para calcinar un sólo cuerpo, cerciorarse de que se quemaran cada uno de los 43 cuerpos al 100%, esperar a que las cenizas se enfriaran ligeramente, recolectar kilos y kilos de cenizas con palas o con las manos y meterlas a bolsas plásticas, hacerles el nudo y echarlas a un río?
    “5.-¿Es posible que los delincuentes estuvieran tan informados sobre ciencias forenses y supieran que es casi imposible determinar la identidad de una persona cuando no existen cuerpos y sólo hay cenizas?
    “6.- ¿Es posible que el testimonio de los detenidos, se diera venturosa y coincidentemente en vísperas de la gira de trabajo del Presidente? Porque, no es por intrigar, pero a poco no le entusiasmará tener, tras semanas de presión nacional e internacional, una respuesta sobre el destino final de los tristemente célebres normalistas. Muy a tiempo y antes de salir a su gira de trabajo, el Presidente podrá marchar tranquilo y decir que aquí ya tenemos detenidos y a los muertos, que en realidad no se dan por muertos, porque no hay como comprobar que lo están, pero que están desaparecidos. La verdad, eso le ayudará en mucho a quitarse de encima a los periodistas y sus preguntas incómodas.
    “Permítame seguir creyendo en su gestión y aclare, todos estos detalles, que me hacen dudar seriamente de la transparencia de este gobierno”.
    Estas dudas, mis dudas, creo que las tienen muchos mexicanos… creo que por eso es entendible el “Ya me cansé” de Murillo Karam, porque ni él mismo se la cree.

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