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La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, fue contundente al rechazar cualquier acercamiento con el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y su hijo el senador Miguel Ángel Yunes Márquez asegurando que su postura responde a un compromiso con las mujeres y su firme convicción de no tolerar la violencia política.
En entrevista con Los Periodistas Al Aire, al ser cuestionada por Álvaro Delgado sobre si estaría dispuesta a reunirse con Yunes Linares para favorecer la estabilidad en el estado, Nahle respondió categóricamente:
“No me voy a sentar […] porque yo no puedo normalizar la violencia hacia las mujeres en ningún momento pero tampoco estaré tocando el tema”.
La mandataria recordó los episodios de violencia política de los que fue objeto durante su campaña y afirmó que, aunque forma parte de la contienda electoral, no se puede minimizar ni justificar en ningún sentido: ni política, ni física, ni psicológica
Subrayó que su responsabilidad es no solo gobernar para todos, sino ser un referente de respeto y dignidad para las veracruzanas En ningún sentido: ni política, ni física, ni psicológica
“Tengo dos hijas y a mis hijas les tengo que enseñar con el ejemplo”, expresó Nahle, reafirmando que su postura ante la necesidad de mantener la congruencia con los principios de igualdad y respeto hacia las mujeres.