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    Felipe de Jesús Fernández Basilio

    Desde a Janela

    Comentábamos la semana pasada que el progreso que el país requiere no se va a producir durante el próximo año debido a que, en el presupuesto en lugar de asignar recursos a rubros como la salud, la educación o la impartición de justicia, los quitaron.

    Pero el año no cerró con esos recortes, ya que después de que el presupuesto con esos y otros recortes, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación, nos enteramos que desde el gobierno van por los recursos que los trabajadores tienen ahorrados en el INFONAVIT.

    Es de llamar la atención que, si ya se dispuso el gasto público para el próximo año, entonces para qué quieren más dinero.

    Porque más allá del atraco, porque ese dinero es totalmente ajeno a los fondos públicos, lo que tenemos que preguntarnos y preguntarles a las autoridades es para qué saquean un dinero ajeno si ya dejaron sin fondos a la administración pública.

    ¿Será para reponerle a Adán Augusto el dinero que Monreal le quitó durante la aprobación del presupuesto para el Senado?

    Esa pregunta es pertinente, porque el pequeño rasguño que se llevaron los senadores provocó tremendo pleito entre los que conducen las recuas oficialistas en cada cámara, con las mulas y jumentos de cada cámara apoyando a su respectivo líder.

    También puede ser que necesiten el dinero de los trabajadores del INFONAVIT para pagarle a Fernández Noroña sus nada austeras vacaciones en el “Imperio”, es que hay que comprender que un auténtico revolucionario como lo es este personaje, se tiene que sacrificar e ir al mismo infierno para defender con vídeos, tomados en el lugar, a los migrantes que se encuentran en riesgo de ser deportados casi tan pronto como inicie el próximo año.

    Es que la suspicacia se genera por sí misma, si ya nos dijeron que la cobertura de salud pública va a ser más deficiente y también nos dijeron que la educativa va a estar en términos similares y que al poder judicial va a tener que mendigar, como lo hacen muchos estatales, por sus servicios básicos y que las carreteras a duras penas van ser “bacheadas” lo que en castellano significa mal remendadas; entonces ¿Para qué quieren llevarse los ahorros de vivienda de los trabajadores?

    Pero más allá de ponerse a pensar y exhibir las corruptelas del gobierno de la transformación que no fue ni tampoco será, que son muchas y no pararán al menos en los próximos cinco años, podemos reflexionar lo siguiente:

    En México existen cuatro instituciones que cuentan con un marco legal propio en el que se contemplan tanto su financiamiento como las prestaciones que otorgan y estas son: el IMSS, el INFONAVIT, el ISSSTE y el FOVISSSTE.

    Las cuatro cuentan con una normativa que les debe permitir autofinanciarse y en nada tienen por qué enterar de su situación financiera al gobierno ni tampoco quedar sujetas al presupuesto que el gobierno les asigne.

    En pocas palabras, no tienen por qué ser parte del gobierno cuando pueden perfectamente ser órganos autónomos.

    Las cuatro instituciones pueden y deben de vivir de las aportaciones tripartitas que por ley reciben y el gobierno no tendría más que cumplir con las cuotas que le corresponden y no entrometerse en los asuntos internos de dichas instituciones.

    Me aventuro a decir que si dichas instituciones manejaran sin ninguna intervención gubernamental los recursos que reciben, estarían de manera muy diferente a como se encuentran en la actualidad.

    Así es, aunque ahorita la moda es destruir todo tipo de autonomías, la realidad es que estas son absolutamente beneficiosas y por donde le busquen, son infinitamente menos proclives a la corrupción como sí lo es el gobierno.

    Incluso si la CFE o PEMEX fueran autónomas, como estuvieron a punto de serlo y alguna vez la primera fue una Empresa de Clase Mundial, su situación sería mucho mejor a la que hoy por hoy viven.

    Y no estoy hablando de privatizar, eso trae otros problemas, lo que estoy diciendo que el Estado puede ser grande y eficiente, siempre y cuando el gobierno sea pequeño y no al revés, como ahora lo están impulsando.

    Bueno, con esta reflexión concluye el año esta columna y no queda más que desear una feliz Navidad y un excelente 2025 a todos los amables lectores y como todos los años, pasando la Pascua de Reyes nos rencontraremos.

    felfebas@gmail.com

    Twitter: @FelipeFBasilio