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    Chocolates

    Brenda Caballero
    Números Rojos

    “Hubo un rey en un castillo con murallas de membrillo, con sus patios de almendrilla, y sus torres de turrón”…
    ¿Recuerda esa canción de Cri-Cri? Es tan dulce que me remonta a mis años de primaria, pues todas las mañanas antes de ir a la escuela era tradición escuchar en la radio el programa de Los Madrugadores y nunca faltaba la canción: El Rey de Chocolate.
    “Era el rey de chocolate con nariz de cacahuate, y a pesar de ser tan dulce tenía amargo el corazón”…
    Aclaro que no voy a seguir cantando la canción de Cri-Cri, pero confieso que vino a mi mente tan dulce melodía al conocer las pretensiones de los legisladores de la Cámara Alta. Según nota del periódico Reforma, los senadores se regalarán chocolates.
    ¡Sí, leyó Usted bien! Se obsequiarán chocolates en Navidad. Bueno, eso no suena tan mal aunque parezcan chamacos de primaria y secundaria, pero… ¿se imagina los chocolates con las fotos de los 128 Senadores?
    Según el periódico Reforma por iniciativa del presidente del Senado Miguel Barbosa, a cada uno de los Senadores se les dará una caja de chocolates con fotografías de los Legisladores así como los escudos de los partidos a los que pertenecen.
    Entiendo que se hicieran ese regalo si viviéramos en el mundo del Rey del Cacao con paredes de membrillo, pero vivimos en un país que parece todos los días se lo lleva la Caca, sin la O.
    Siendo así, parece indignante y de mal gusto tal actuación. Desde luego que ellos afirman no los pagarán los ciudadanos (ajá) sino que los importes de tan dulce regalo serán cubiertos por los coordinadores del PAN, Jorge Luis Preciado ‑el mismo que organiza sus fiestas en el Senado‑; el del PRI, Emilio Gamboa, y del PRD, Miguel Barbosa.
    El rechazo por parte de los ciudadanos no se hizo esperar, incluso en encuesta virtual de Reforma, con 769 opiniones, el 79.1 por ciento se sentía indignado con la acción; al 19.9 por ciento, le daba igual, y sólo el 1 por ciento indicó que estaba bien.
    Aunque pareciera que quieren endulzarse la boca mientras se idolatran viendo sus rostros, no puedo entender porqué en lugar de hacer gastos supérfluos en nimiedades, juntan ese dinero y lo donan a alguna Fundación o compran alimentos o enseres y los reparten entre algunos de los millones de pobres que existen en el país. Seguramente todos lo agradeceríamos.
    Aunque muchos estemos en contra del regalo, al parecer la empresa New Art Xocolatl ya empezó con el pedido, motivo por lo que hicimos un ejercicio de imaginación para encontrarle algún motivo al asunto:
    Seguramente el proveedor de los chocolates está ligado a los presidentes de las bancadas, luego entonces hay que investigar si existe “un dulce conflicto de intereses”…
    Para envenenar a sus enemigos de bancada.
    Para incrementar el ego de los legislador rabo verde: “no me la eché al plato”, pero “sí me la eché a la boca”…
    Para pagar más impuestos. Pues comprando chocolates altos en calorías pagarán IEPS (Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios)…
    Aunque los ciudadanos tienen otras ideas más crueles:
    El chocolate les incrementará el azúcar, por lo tanto pueden tener diabetes y cortarles las manos ¡para que no sigan robando!
    Un nuevo juego de mesa con sabor que se llamaría ¡Adivina quién es el culpable!
    Come un chocolate y pide un deseo: ¡Que desaparezca el Senador del chocolate comido!
    Otros más están de acuerdo con las fotos impresas de los legisladores pero ¡en papel higiénico!

    Email: caballero_brenda@hotmail.com

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