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    ¡LOS POLÍTICOS VERACRUZ ya está en WhatsApp!

    Vicente Luna Hernández
    Los partidos políticos han dado a conocer – de manera parcial la mayoría – los nombres de mujeres y hombres que serán sus representantes en la contienda electoral, muchos conocidos y otros que por primera vez serán candidatas y candidatos, unos con antecedentes negativos pero que representan votos – aunque usted no lo crea – y al final del camino eso les interesa a los partidos, otros aspirantes se lanzan al ruedo por primera vez con el ánimo de contribuir al desarrollo de sus respectivos municipios.
    Al darse a conocer los nombres de los “afortunados” también salen los inconformes, los decepcionados, los que estaban confiados y terminan enfadados, en los 6 partidos ocurrió lo mismo, si bien es cierto todos buscan ser candidatos del partido en el poder – Morena – también es cierto que cada partido tiene que postular y llegan a sus filas aquellas y aquellos que no resultaron candidatos en las filas morenistas, sin embargo, hay una realdad: algunos son postulados solo para cubrir los espacios en los municipios y al final del camino, sumarán votos para que las dirigencias puedan continuar con los privilegios que significa tener el registro ante los órganos electorales, ¿a qué dirigencia le cae mal obtener votos sin invertir dinero?
    La realidad es que los partidos no trabajan con su estructura territorial de manera permanente, la realidad es que aquellos que tienen un cargo dentro de la estructura municipal – la mayoría de las veces – solo tienen un nombramiento expedido en la capital del Estado pero sin poder de decisión, la realdad es que un comité municipal o algunos de sus integrantes para que se reúnan con sus dirigentes estatales, – salvo en contadas ocasiones – tienen que hacer ante salas y esperar la audiencia por meses para ser recibidos y despachados en 5 minutos, – como la canción de José José – la soberbia es la vestimenta de la mayoría de los ocupan un cargo a nivel estatal en los partidos, ya no hablemos de los Delegados del CEN, esos – la mayoría – se cuecen aparte, para mayor “felicidad” de la militancia.

    El trato de quienes ocupan las principales carteras en los comités estatales, ¿se les puede llamar dirigentes o líderes partidistas? la mayoría de ellas y ellos les queda grande ese título, sin embargo, previo al proceso electoral se escribe otra historia, la sencillez y la humildad recorre los pasillos y las antesalas de sus oficinas, ¿por qué será? Por qué es cuando “descubren” que la militancia es el corazón, alma y cuerpo de un partido político y se necesita de aquellos que formar parte de un cabildo es parte de su proyecto político, ¿por qué a algunos “dirigentes” no les queda claro que la militancia no es empleada de nadie?
    La realidad es que la estructura que participará de manera activa en la campaña es la estructura que construyan los candidatos, la realidad es que la estructura partidista que exista en un municipio – si no fue tomada en cuenta en las postulaciones – se mantendrá al margen del proceso electoral y muchas de las veces, se va en contra de los intereses de su partido, ¿y el equipo de campaña de la candidata o candidato? Debe hacer su trabajo político: buscar, acordar, dialogar, negociar, convencer, sumar a los de “casa” para salir a sumar a los de enfrente.
    La efervescencia política en los municipios crece en la medida en que van saliendo de manera pública los nombres de los nominados, no se trata de tener la aceptación unánime de la sociedad en general, no se trata de ser el más carismático o el más sencillo, – es parte importante pero no lo es todo – se trata de tener una mayoría de los que salgan el próximo 1 de junio a votar, se trata de cubrir todos los frentes de una campaña, se trata de darle a todos los sectores sociales su espacio y su tiempo, se trata de presentar propuestas a las principales demandas de la población, se trata de hablar de manera concreta de las carencias de la ciudad, ¿qué tipo de ciudad quieres para vivir?
    Si bien es cierto los preparativos del “baile” tienen meses que ya iniciaron, la verdadera fiesta inicia al momento de conocer los nombres de las y los “afortunados”, es importante la integración del equipo de campaña, no se trata de una lucha de egos entre “nuevos” y “los mismos de siempre” se trata de que cada quien tenga una tarea determinada para lograr el objetivo, aquellos que no tengan buena imagen pública – seguramente – tienen algo que aportar desde su casa pero no al lado de la o el candidato, es cierto, darán su voto pero ¿ cuantos quitan?

    Insisto en un detalle que olvidan las y los candidatos, en el equipo de campaña todas y todos son importantes, los responsables de mantener en orden la oficina como los capacitadores electorales, el responsable del sonido como el equipo de avanzada, el que maneja las redes sociales como el operador territorial, la responsable de prensa como el equipo de gestión social, ningún voto vale más que otro, tan importante son el sector de los jóvenes como el de la tercera edad, tan valiosos los hombres como las mujeres, si bien es cierto la o el candidato es la cara visible, ¿qué sería de ellos sin un equipo capaz y organizado como el equipo de campaña?
    La fiesta ya empezó, los invitados están en las comunidades, en las rancherías, en los centros laborales, en las organizaciones productivas, en los centros deportivos, en los grupos de profesionistas, en los mercados, en los centros comerciales, en las organizaciones sindicales, como la vitacilina, en la casa y en la cocina están los votos, se trata que el equipo de campaña llegue a donde la o el candidato – por cuestión de tiempo o extensión territorial – no puede llegar.
    En la fiesta debe haber un mensaje muy claro y concreto, un mensaje realista y de esperanza, ¿por qué tienen que votar por el proyecto que se está impulsando? Esa es la pregunta que deben responder los integrantes del equipo de campaña, ante una “batalla” electoral competida, es necesario que en todo equipo de campaña haya más soldados que generales, tan importante son unos como otros.
    P.D.- Con el ánimo que en la fiesta – ante los desencuentros, diferencias personales y malos entendidos – sea más fuerte la música y el buen ambiente de alegra…Escribiré otro día.