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    horrible

    Erwin S. Bárcenas Oliveros

    Un Clavo al Ataúd

     

    Mexico es un país tan variable como incomprensible: puedes ver en la misma escena a la entrada de un minisupermercado a una chica vendiendo mazapanes mucho más baratos que los mismos que encontrarás dentro de la tienda;  incluso, la chica estará vendiendo la presentación más grande y aun así, preferirán entrar al establecimiento antes que arriesgarse a que algo (lo que sea porque no saben qué es) se les pegue de la no tan pomposa vendedora y su bebé cargando.

    Hemos llegado a un punto donde creer tener la razón sólo porque entendemos lo mal que está el país, nos coloca en una especie de nivel superior sobre el grueso de una gran mayoría. Leo en las redes sociales amistades y desconocidos, tachando de pendejos a sus iguales porque aun sin haber dicho nada, creen o creemos que llorarán a Chespirito aunque no hubieran sabido nada de él desde hace 20 años.

    Leo revistas que repiten sin parar la historia de la Casa Blanca Región Los Almada y la triste y menguada historia de una actriz que gana más en un día de grabaciones que un Magistrado actuando su papel de «Yo tengo la verdad»… Periodistas venidos a cómicos como Loret de Mola, que dejan de ser testigos de la noticia para convertirse en portadores de la verdad, regañando y regalando sarcasmo a la ONU en pro de que el patrón de su empresa esté contento por como defiende la mercancía y cómicos desesperados porque los tomen en serio a pesar de la burla hacia el sentir de la mayoría.

    Sobre el parque, tres muchachas de entre 21 y 30 años van cargando enormes petacas con frutas de temporada en medio de elegantes Godínez que no se atreven a ayudarlas con su carga pero pueden hacer a un lado su corbata pera pedir dos de panza y uno de tripa con una maestría más necesaria a la hora de atender en sus trabajos a las personas que los requieren.

    Un presidente aleccionado en las artes de la Macro-economía pero inexpresivo a la hora de leer las tarjetas donde regala alivio y pronta resignación a las familias de 43 muchachos de cuyos nombres es totalmente ignorante si no es por esas tarjetas; un mandatario que presume el crecimiento financiero y pide superar aquello que afecta los puntos porcentuales, y unas fuerzas del orden más parecidas a seguridad privada protegiendo los intereses de quienes después serán odiados por ellos cuando los mismos que protegieron, los despidan por «haber atentado contra la población», un sacrificio necesario en pro del bien de los de la mayoría.

    Mexico es un país tan incomprensible como insostenible: 43 hijos y cientos de miles de «No sabemos quiénes son» piden atención y justicia, mientras la hijastra del presidente usa lo aprendido y pide no hablar de lo malo porque venimos a divertirnos.

    Twitter: @Ataud
    www.zoociedadanonima.com

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