Luis Alberto Romero
Hora Cero
La mayoría de los partidos políticos aplican cuotas a sus militantes que ocupan cargos de elección popular, aunque en realidad muy pocos, podríamos decir que nadie realiza esas aportaciones.
El PRI, por ejemplo, tiene un Reglamento del Sistema Nacional de Cuotas, que establece cobros del 3 por ciento de los ingresos mensuales a militantes, colaboradores y dirigentes, así como porcentajes más elevados a quienes desempeñen cargos en el gobierno, desde servidores públicos menores hasta gobernadores y presidentes de la República.
Sin embargo, esas disposiciones formales en realidad son parte de una simulación porque no aplican en la práctica, excepto a los candidatos a cargos de elección popular como requisito para su registro; fuera de eso, el reglamento priísta no tiene otro fin práctico.
En Acción Nacional ocurre algo muy parecido: cobra cuotas que van del 3 al 5 por ciento a los funcionarios que ocupen cargos de elección popular, postulados por el partido; sin embargo, a la militancia no se le exigen aportaciones, como ocurría años atrás.
Hace una semana, el periódico Rumbo de México difundió una reveladora entrevista con Jesús González Schmal, apoderado jurídico del partido Movimiento de Regeneración Nacional, precandidato presidencial panista en 1987, y quien militara en el blanquiazul, en Convergencia y actualmente en Morena.
González Schmal reveló una parte de los estatutos de Morena que hasta hoy no había trascendido: todo militante que a partir de 2015 ocupe un cargo de elección popular por ese partido, estará obligado a renunciar al 50 por ciento de su sueldo para mantener vivo el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Argumentó que el ex jefe de gobierno capitalino no cuenta con más patrimonio que las cuotas de unos 5 millones de militantes de Morena; sin embargo, destacó que esa situación cambiará a partir de 2015, una vez que los candidatos postulados por ese partido sean electos para ocupar cargos públicos; esas aportaciones, sumadas a las prerrogativas que alcanzará el Movimiento debido a sus resultados en la elección federal, convertirán a López Obrador en el dueño de un instituto político que disputará al Partido de la Revolución Democrática la hegemonía en la izquierda mexicana.
Habrá que ver ahora si quienes sean postulados por Morena y alcancen el triunfo en las urnas realmente cumplen con esas aportaciones establecidas que, sin duda, resultan exageradas; si es así, veremos también si esa rasurada a los sobres de nómina y dietas se hace extensiva a toda la burocracia que generalmente acompaña a quien se incorporan a un cargo público. @luisromero85
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