Despidos y sospechas obligadas

Mónica Camarena Crespo

Parque Juárez

La polémica en torno al despido de una reconocida periodista crítica y su equipo de colaboradores también tiene cosas positivas; claro no desde la óptica de aquellos que son señalados ( con o sin sustento ) de actos de represión en contra de la libertad de expresión.
Las voces de colegas, analistas, escritores, políticos y agregados culturales, se unen a las del pueblo que también opina fuerte, sobre todo aquellos que toman como foro las redes sociales.
Los que hemos dado seguimiento al tema vemos como por suerte hay de todo de tipo de expresiones, filiaciones, militancias, solidaridad, revanchismo, protagonismo y hasta uno que otro destello de victimización.
Lo que no debemos perder de vista todos aquellos que hemos ejercido un trabajo en una empresa de comunicación es que aún en México y en la mayoría de los países del mundo no hay una libertad absoluta para aquellos que reciben un sueldo como periodistas, conductores, comunicadores en general.
Es casi imposible hacer lo que a algún periodista le plazca bajo los cánones de la libertad de expresión, si es que se está devengando un sueldo y se apega a las reglas empresariales que se acuerdan cuando hay contrato de por medio.
Sin embargo, tampoco podemos sustraernos al derecho empresarial de quitar y poner por presuntas faltas en materia de comunicación interna; por suerte hay leyes laborales, hay varios modos de defenderse de lo que podría ser, hasta un descuido por parte del trabajador (aunque éste sea periodista) y el patrón.
No se puede alejar la dura sospecha que hay un aprovechamiento absoluto del descuido de la periodista crítica y su equipo, para deshacerse de ellos y poder sustentar su salida como un problema entre patrón y empleado.
Aunque así haya sido, en un país con grandes dudas y acciones poco claras en materia de derechos humanos, lo que ha sucedido en los días recientes solo deja una buena dosis de escepticismo, incluso de aquellos que salieron con su espada salvadora a justificar un despido.
Por donde se vea, lo que sucedió en esa poderosa empresa y sus excolaboradores llama a la reflexión, permite el análisis y obliga a quienes se dedican a la difícil tarea de informar, de recordar en dónde se ejerce esa profesión y bajo qué circunstancias.

Ágora
Días de protestas, muchas, en todos lados, grandes, medianas, pequeñas, unas más publicitadas, otras sin cobertura incluso. Pero todas por la misma razón: falta de dinero, de mucho dinero.
Ágora II
El fuero constitucional debiera ser tema de debate, pero para su desaparición es totalmente obsoleto en un tiempo en donde varios que lo tienen, abusan.
Y como dice el dicho, el que nada debe, nada teme, así que no se entiende cómo actualmente se rompen las vestiduras en la Legislatura de Veracruz por evitar el desafuero de un Alcalde de filiación panista si aseguran sus compañeros de partido que es inocente.
Entonces si así es, que sin fuero enfrente la justicia y no habría duda de su presunta intachable conducta.
@monicamarena