La Musa de Elízabeth, proyecto para un mural

 

* Caleb Hernández, creador del promocional de campaña de la candidata
* Refleja el orgullo de ser mexicano, incluso, para él es “La Patria”
* Espera verla en alguna pared de Xalapa pasadas las elecciones

Salvador Muñoz

Le dice “Patria”, pero fue rebautizada como “La Musa”. La mujer que vuela con una paloma no fue por encargo, tampoco con tintes partidistas, tan es así, que los espectaculares que hay en la ciudad, no tienen ni nombre ni logo, “a mí me da más satisfacción el hecho de que dentro de esta selva de concreto, donde hay infinidad de estructuras, puedas encontrar una obra que te dé cinco segundos de descanso visual, agradable a la vista”. Así habla Caleb Hernández Salas, diseñador gráfico, egresado de la Universidad Gestalt de Diseño, becado y maestro de la misma, quien es el autor de uno de los promocionales más audaces que un candidato a la diputación federal en Veracruz, se atreve a utilizar pues ni lleva su fotografía, eslogan o logo partidista. Es “La Musa” de Elizabeth Morales García, candidata por el distrito urbano de Xalapa.

Caleb Hernández Salas

“Le pusieron el nombre de La Musa, pero para mí representa la Patria”, abre Caleb Hernández, y precisa que así le puso la Jefa de Trabajo en la empresa con la que participa en diversos proyectos cuando es requerido, pues es “freelance”. Le pusieron así, porque es inspiración, “no me molesta… para mí es un símbolo patrio, ésa fue mi idea para representarla”.
—¿Cómo surge?
—Surge de una evolución mía en cuanto a ser un mejor artista cada día, en querer conseguir transmitir a la gente el fuerte de una obra. Admiro a los muralistas mexicanos como Jorge González Camarena, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, y esa fuerza que transmitían la quise lograr en una obra. “La Musa” fue creada de la manera más pura que puede haber porque no fue una comisión o encargo; esa obra fue creada sin conocer yo a Elízabeth Morales, con un concepto de “Street Arter”, si así le quieren llamar, o Muralismo Callejero. El arte callejero es dar todo sin recibir nada a cambio, la gente no entiende porqué un chico invierte su tiempo, su dinero, va y se asolea, se malcome, sólo por regalarle algo a la sociedad… pues esa obra fue creada con el fin de ser pintada en un mural, en una zona estratégica de la ciudad, para llegar a las personas y transmitirles un mensaje.
—¿Y qué mensaje da?
—He platicado con muchas personas que me dicen que les transmite esperanza, paz, seguridad, orgullo, por ejemplo… no me canso de verla.

—Podrías describirme sus elementos…
—Mujer: Porque siempre la relaciono con la patria. No tiene nada que ver que Elízabeth sea mujer. Fue pensada en el respeto a la mujer trabajadora, a la que saca adelante a los hijos; en los libros de texto recuerdo que salía una mujer vestida de blanco con la bandera. Por eso para mí es la patria… me la imagino en cada estado, recorriendo…
Cabel precisa que su obra no está casada con ningún partido ni con ningún lugar, “es un regalo para México porque yo amo ser mexicano… es un regalo para el pueblo”.
—¿La paloma?
—Es algo muy personal, uno siempre tiene conflictos como creador… quizás sea la paz que andaba buscando. Es una tranquilidad. Mucho tiempo de mi vida me sentía con dudas de lo que hacía, nunca me sentí conforme, hubo tiempos en que tuve problemas financieros y de repente, terminé la escuela, empiezo a trabajar, mi trabajo empieza a dar frutos, me siento bien con lo que hago; llegó un momento en que me sentí tranquilo y empiezo a hacer esa obra. Podía sentarme y dibujar sin pensar en cuentas que pagar, y eso para un artista es difícil.
Considera que “La Musa” es un reflejo de lo que sentía en ese momento. “Me podía parar tranquilo y crear, me sentía en paz conmigo y por eso pude conseguir esa serenidad, no pensaba en dinero, ni en agradar a nadie, pensaba para mí y para la gente…”
—¿Cómo llega a Elizabeth?
—Nos llaman para hacer unos proyectos para Elízabeth. Se hicieron diversas propuestas.
La candidata (por el distrito urbano de Xalapa) estaba consciente de que la gente está cansada de la típica imagen de los políticos con los dos dedos (en forma de “amor y paz”) o sonriendo. Nos comentó con la jefa de trabajo que quería algo diferente; no quería ponerle a la gente su cara. Se nos dio lineamientos y generaron propuestas bajo las indicaciones del cliente de no hacerlo tan común ni partidista como siempre. Se hicieron 40 ó 50 propuestas de diseño de publicidad.
Cuenta Caleb Hernández que Elízabeth Morales las veía “y nada cuadraba”. La imagen de La Musa la tenía pegada en la pared, en una impresión de tabloide. Entonces, la jefa de trabajo que la ve y me dijo: “eso es lo que ella requiere”. Bueno, le dije, pero la obra está creada con un fin artístico. Me respondió: “No, es lo que busca la sociedad, lo que ella necesita”. Se hicieron algunas propuestas para espectaculares y siendo honestos, dudé pues pensaba que esto no tenía nada de político. Nos movimos a la casa de Elízabeth y presentamos más propuestas de diseño y las seguía viendo y no le convencían.
La jefa de Trabajo le presentó al último La Musa y le dijo: “Mira, ésta es una obra de Caleb, ya estaba hecha”… cuando vio la imagen, no supe qué pensar porque se quedó viendo al monitor, se quedó sin palabras cinco o seis minutos, y yo pensando si le gustó o no. En eso llama a una asistente y se queda sorprendida. El caso es que platicaron y expresó que prefería mil a uno esa imagen a lo que habíamos hecho, que era más político, y me dijo: “quizás yo no gane la campaña, pero tú ganas un premio artístico”.
Ese día salí en shock, pues yo he hecho obras para la calle, pero nunca había pensado que un trabajo mío se imprimiera en tales formatos, porque son enormes, y la difusión que se le iba a dar a un trabajo que fue concebido sin afán de lucro, ni encargo ni partidista… era la primera vez que un trabajo mío saldría al aire y que un cliente lo respetaba, que tenía la visión de arriesgarse.
—El cliente no dijo “quítale, ponle”…
—Unos detalles mínimos que no alteran nada…
Asegura Hernández Salas que ha recibido buenos comentarios ahora que está en espectaculares, “a la gente le encanta, a mí me da más satisfacción el hecho de que dentro de esta selva de concreto donde hay infinidad de estructuras, puedas encontrar una obra que te dé cinco segundos de descanso visual, agradable a la vista… yo no veo al PRI aunque el que lo busque, lo va a encontrar. No fue planeado pintar al PRI, no tengo filiación partidista.
—Después de la campaña, ¿qué esperas? ¿verla en un mural?
—Es una de mis ideas más grandes. Soy xalapeño, por eso tiene las flores, era un regalo para el país pero aterrizado en Xalapa. Tengo el espacio. Espero que no se vea como campaña…
—Tan ni es de Elízabeth que no lleva su nombre…
—Es demasiado el riesgo, pero es agradable pues me dijo “no la quiero manchar” con algún logo o nombre.
—La imagen va a ser tomada en redes para memes…
—Destruir es fácil, crear es lo difícil. ¿Indignación? se siente un poco, porque la gente no conoce el trasfondo; y van a decir: “el verde, blanco y rojo es el PRI”, cuando yo sé que no es así. Es una lástima… es un regalo para la gente, es un símbolo del orgullo de ser mexicano. Es difícil hablar del hecho de que la alteren. No se puede controlar a la gente. Lamentable que nuestra cultura se haya ido a esos rumbos donde es más fácil destruir que investigar, preguntar. Mi facebook está abierto a explicar si alguien me pregunta, dejar en claro que es una obra, un regalo para la sociedad.

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