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    Juanelo

    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

    Cómo es eso de que la boda del iluso gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello y su dulcinea del espectáculo Anahí, fue sorpresiva para evitar protestas. ¿Y así pretende llegar a ser Presidente de la República?

    Muchos de los problemas que enfrenta nuestro país, se deben en gran parte a la actitud asumida por los mismos actores políticos, que en cumplimiento y apegados a los manuales que rigen el sistema político mexicano, propician que en vez de que los problemas sean atendidos y se resuelvan, estos siguen creciendo; porque primero está el hacer mutis y quedar bien con la cúpula gubernamental, que cumplir su responsabilidad que adquirieron con la ciudadanía.

    Gilles Lipovetsky, filósofo y sociólogo francés, lo acaba de venir a decir a Xalapa: la violencia es un asunto de voluntad política.

    A lo largo y ancho del territorio veracruzano, la delincuencia organizada ha causado numerosas desgracias a la población. La zona de la Huasteca no ha sido la excepción, en particular en las regiones de Pánuco y Naranjos. Demasiadas son las familias que desde hace nueve años y en fechas recientes han perdido un ser querido, ejecutados por el crimen organizado; secuestros al por mayor que han llevado a la quiebra a muchas familias; múltiples casos de robo con violencia de decenas de cabezas de ganado, atracos en que las esposas e hijas de los propietarios y/o de los trabajadores de los ranchos han sido violadas en forma salvaje. Aterrador panorama que ha obligado a que la población emigre a otras entidades, o al extranjero quienes tienen esa posibilidad.

    El agresivo virus denominado: “Aquí no pasa nada”, se ha vuelto de muy alto contagio entre la clase política veracruzana. Entre los síntomas que lo caracterizan son: amnesia, extravío, pérdida de la conciencia, insensibilidad e indolencia hacia la población. Lo grave es que todavía no hay cura; ni manera de detener su propagación.

    Los ciudadanos de la región de Pánuco se expresan muy molestos con su “representante”, la diputada local Octavia García Arteaga, quien aseguró que el municipio de Pánuco: “Se encuentra tranquilo…la información que tengo es que las cosas están tranquilas”, presunción con la que no coinciden los ciudadanos de este y los demás municipios que conforman el distrito electoral 01: Ozuluama, Tampico Alto, Pueblo Viejo, Tempoal y El Higo, por la manera en que intenta negar o desvirtuar el grave problema de inseguridad y violencia que padece la población de esa importante región.

    Lo mismo decía el –todavía- alcalde de Coatepec, Roberto Pérez Moreno, mejor conocido como “Juanelo”: afirmaba una y otra vez que la seguridad en el municipio -que desgobierna- se encontraba garantizada; negaba que los delitos fueran a la alza como lo señalaban los coatepecanos. Hasta que mandos del Ejército tuvieron que intervenir el pasado jueves, detener elementos policíacos como lo habían hecho en septiembre pasado, a raíz del secuestro y asesinato del tesorero del Ayuntamiento, Guillermo Pozos Rivera, con el agregado de que hoy desaparecen en su totalidad la corporación policíaca de esa localidad.

    ¿Cuántos municipios más habrá en Veracruz en esas circunstancias, en que la ciudadanía continúa siendo víctima de la delincuencia organizada, y que sus autoridades y legisladores niegan o minimizan la gravedad de lo que ocurre?

    Así, se torna cada día más complicado que la violencia termine, contribuyen a que continúe y permanezca.

    La balacera e intento de incendio del bar The Beer House en Poza Rica, la noche del pasado sábado, que causó gran zozobra entre la población; así como otros hechos violentos perpetrados el fin de semana en diversos rincones de la geografía veracruzana incluyendo la capital del estado, confirman la permanencia de la delincuencia de diferentes niveles en la entidad.

    DESCANSE EN PAZ el maestro Guillermo Zúñiga Martínez. A su familia, nuestras sinceras condolencias.
    rvazquez002@Yahoo.com.mx

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