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    Erick Lagos

    Gabriel Arellano López

    Escenario

    Algo se sabía, pero tal parece que el dinero y/o el miedo han acallado la realidad. En Acayucan, el fiel y próspero millonario Erick Lagos aplica su estilo muy personal a la campaña que lo llevará a ser diputado federal y, en un descuido, gobernador de Veracruz, según los cálculos del propio candidato.

    Con el más puro estilo de su gran mentor, Erick se aplica y coopta, coopta y coopta.

    Si de dinero se trata, sale barato, diría Fidel. Y para eso, hay indicios de que el ex secretario de Gobierno dispone de muchos recursos monetarios, cuál ínsula entre el gran desastre que vive Veracruz.

    Ya en noviembre pasado, Erick daba muestras de poderío económico, cuando su comparecencia en el Congreso la convirtió en una verbena pueblerina, con músicos, antojitos y acarreados, muy lejos de la sobriedad que el Palacio Legislativo representa.

    En tal ocasión, la diputada Ana María Condado Escamilla, precisamente de Acayucan, lamentó que Erick Lagos Hernández, haya organizado una “fiesta” para comparecer, pero –y sobre todo- cuestionó el origen del dinero para pagar los autobuses que trasladaron a los asistentes al evento, los alimentos y el grupo musical que amenizó la llegada y salida del entonces secretario de gobierno. Como ya es costumbre, nadie explicó nada ni a la diputada ni al resto de los mortales veracruzanos.

    Adivinadora, la legisladora puntualizó: “De qué se trata, porque esto es una fiesta y no debe ser una fiesta, esto es una cosa seria, es una comparecencia, es una rendición de cuentas la que viene a dar…esto parece un destape”.

    Por ese tipo de situaciones las políticas públicas del gobierno estatal son un fracaso, agregó Ana María, pues en los municipios veracruzanos prevalecen los robos, secuestros, homicidios y otros delitos que lejos de disminuir se incrementan día con día.

    Y explicó la problemática de Acayucan: “En mi municipio encontramos muchos secuestros, en mi municipio hay infinidad de secuestros como el de un joven que trabajaba en el ayuntamiento y no le dan avance a ningún tema; hay muertos, en Ciudad Isla – terruño de Erick- hubo balacera, definitivamente nos preguntamos dónde está el secretario encargado de toda esta política pública. Él (Erick Lagos) se la pasa en actos y fiestas, es padrino de bautizos y todo tipo de eventos sociales, del municipio de Acayucan el señor secretario de ahí definitivamente no quiere salir, él va muy seguido a Acayucan y no sabemos por qué”. Ahora la respuesta está a la vista de todos.

    Hoy, Marcos Hernández Villanueva, candidato a la diputación federal del PT en el distrito de Acayucan, es quien ha tomado valor y habla de lo que ocurre en el sur con el mesiánico abanderado priista, que atiende y resuelve decenas, cientos de peticiones a diario. ¡Claro, con las alforjas llenas, quién no!

    Para el petista “las irregularidades en el proceso electoral en esa zona, que están cometiendo el Partido Revolucionario Institucional y el gobierno estatal” es porque “éste último evidentemente (está) al servicio de Erick Lagos Hernández y su fórmula”.

    Denuncia bloqueo de medios de comunicación y amenazas a beneficiarios de programas sociales. “El coordinador distrital de Prospera en aquella región, Alejandro Hitchman Echeverría, manda sus operadores para que obligue a la gente a asistir a los mítines (del PRI), y les pide que los amenace en caso de que la gente no quiera ir”.

    Al profesor Silverio Manzano Pablo, “quien acudió a uno de los actos para grabar y tener evidencia del reparto de dinero, tomó fotografías, a medio evento llegaron los guaruras del candidato rojo para quitarle la cámara y horas después se la devolvieron sin la memoria”, acusó.

    El candidato del PRI, además, “está ofreciendo tres mil pesos a cada representante de casilla. Son 447 casillas en el distrito. Como lo marca la ley, son tres representantes por casilla. Haciendo las cuentas, tan sólo para sus representantes se gastaría 4 millones 23 mil pesos, es decir, excedería tres veces los gastos permitidos de campaña”.

    Y qué decir del alarde de seguridad que trae Erick. Arturo Bermúdez palidece. Lo resguardan elementos de la Fuerza Civil, la Policía Estatal y la Policía Municipal de Ciudad Isla. Ni más ni menos.

    Mientras, en el Hotel Isla se hospedan y realizan sus comidas los capacitadores del Instituto Nacional Electoral, así como los operadores de la campaña de Lagos Hernández. Sana convivencia, seguramente.

    Muy sana pareció ser también la decisión de César Misael Reyes Alcántara, quien de precandidato del PAN para la diputación federal por Acayucan, pasó a ser nada, por arte y magia de 500 mil pesos y promesa de juego de placas de taxi, según dicho de otro panista, Rodolfo Hernández, quien no dudó en sostener que el ex secretario de gobierno buscó al ex panista para ofrecerle dinero a cambio de que no contendiera.

    Por lo que escribe y describe la periodista Claudia Guerrero el verbo cooptar se extiende también para dejar a buen resguardo del candidato la actividad notarial que ¿dará fe? de hechos y eventualidades que acompañen a la elección el 7 de junio. Para ello, el ¿elegido? presidente de los notarios, Carlos Cañas Acar, resulta ser amigo de la casa, de la casa roja, de Erick, ¡del candidato priista vamos!

    De tal modo que la suerte parece echada para que Erick pase a San Lázaro a partir del 1 de septiembre, pues cooptado y previsto está que no quede constancia notarial de aquello que pudiera interponerse en su camino. O al revés, Se dará fe, sólo y sólo sí, de aquello que a la causa del amigo del presidente de los notarios conviniese.

    Avasallador se ve pues aquel jovenzuelo huésped alguna vez de oficinas partidistas y dormitorios estudiantiles, acusado también alguna vez de andar en malos pasos, malquerido por una primera dama por su fama de conseguidor, etcétera, etcétera. El mismo, hoy, por obra y gracia de su santo patrono, es un producto vendible a los veracruzanos para ¡en un descuido! meterlo a la oficina principal del Palacio de Gobierno en Xalapa. Por eso el dinero rueda y rueda en la campaña de Erick, un ejemplo de prosperidad personal.

    De empleado de Nohemí Quirasco en la Comisión Estatal de Derechos Humanos al Jurídico de la Secretaría de Gobierno. Y luego, en una década, secretario privado del gobernador, diputado local, subsecretario de gobierno, presidente del PRI y secretario de gobierno. Suficiente para perder el piso pero también para ¡oh bendita prosperidad! volverse millonario.

    Y uno se pregunta, cómo es que habiendo tantos ejemplos como el de Erick, ¿por qué será que las historias de su prosperidad personal los jóvenes funcionarios del gobierno estatal no pudieron aplicarlas a Veracruz? Tendríamos un Estado con superávit millonario. Como ellos, los jóvenes fieles y prósperos, algunos en campaña hoy con sobrados recursos, sin penurias como las que arrastra el gobierno estatal.

    Pese a todo, en las alturas divinas de la política, quienes nos gobiernan piensan, creen y están convencidos de que nos han dado los mejores años de Veracruz y que ¡ajá¡ estamos ansiosos por perpetuarlos en el poder.

    Piensan: si México soportó un porfiriato, por qué Veracruz no habría de aguantar un fidelato. Ya sólo les faltan 20 años que –como dice el tango- no son nada. ¿A poco no Carolina, Javier, Erick, Beto? y ¿también tú Héctor?

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