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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    La crisis laboral por la que atraviesa César Antonio Vásquez Méndez, no por ser un caso común, debiera tratarse como uno más, sobre todo, cuando el presidente municipal fue secretario del Trabajo.
    Nos referimos al empleado en el área de Buen Gobierno y Proyectos Especiales del Ayuntamiento de Xalapa, quien denunció públicamente a su jefa inmediata, Zazil Reyes Contreras, por acoso laboral y “moches”.
    César logró el trabajo hace ocho meses, dice, bajo una condición: tenía que darle a su jefa la mitad de su salario.
    Se repite: este método, táctica, práctica, no es nueva ni privativa del ayuntamiento local. Se puede dar tanto en Palacio de Gobierno hasta en el Congreso local.
    Hace muchos años, cuando Ranulfo Márquez alcanzó una plurinominal en San Lázaro, contrató al hijo de Inocencio Yáñez Vicencio, quien al tiempo, denunció ser víctima de esta práctica de la que hoy en día, es señalada Zazil Reyes por César Antonio.
    Por su parte, la funcionaria municipal se dice víctima de difamación, y abogó porque la conversación por “whatsapp” que pone como evidencia César Antonio, es falsa y si fuera cierta, no es válida como prueba…
    La conversación que refiere la funcionaria dice así. Pondremos con sus iniciales a los protagonistas:
    Zazil Reyes Contreras— Jajajaja César ten dignidad. Por Dios. Qué haces donde no se te ve bien y donde no se te quiere. Jajaja salir a ver zapatos.
    César Antonio Vásquez Méndez— Yo me siento bastante querido y no tengo ningún inconveniente; la única persona que no me ve bien eres tú y así eres con todo el personal.
    ZRC—A hacer temas personales. A echar novio en tu carro.
    CAVM—No sé de qué hablas; yo no traigo carro.
    ZRC— Jajajaja a eso quieres dirigir el trabajo de investigación. Jajajajaja. Dignidad.
    CAVM— Bueno, yo no voy a pelear contigo Zazil; si no estás de acuerdo con mi trabajo estás en todo tu derecho de despedirme.
    ZRC— Eso te falta para poder superarte. Aquí nadie te quiere y a careo te pongo. Ya lo hice.
    CAVM— Y si quieres que aclaremos las cosas, vamos a hacerlo en Contraloría o Recursos Humanos.
    ZRC— Y eres tú el que se empecina. No es en Recursos Humanos. Creo eres abogado, ¿no?
    CAVM— Así es, titulado de la UV.
    ZRC— Yo no me (voy) a desgastar contigo. No vale la pena. Sólo que sí te pido, no pierdas el papel y hagas una evaluación de tu muy corto desempeño en esta área.
    CAVM— Ok, eso haré, Zazil; muchas gracias por tus observaciones. Qué mal que nuestra relación de trabajo fuera tan bien hasta que me negué a seguirte dando el 50% de mi salario como me lo exigiste desde el principio y que no cumplas tu palabra pues claramente cuando me contrataste, dijiste que esa situación era de entrada. Yo no voy a renunciar porque no he fallado en nada; tengo derecho constitucional al trabajo pero tú estás en todo tu derecho de despedirme, siempre y cuando se cumpla todo lo establecido en la Ley en cuanto a la liquidación.
    Así concluye una de las dos conversaciones que exhibe César Antonio Vásquez. En otra secuencia, que parece previa a este momento álgido citado, se expone lo siguiente:
    CAVM— Buen día Zazil.
    ZRC— Buen día César, pásame nuestro tema. estamos a 22 y no me entregaste nada.
    CAVM— ¿A qué tema te refieres?
    ZRC— Sabes a qué me refieres…
    CAVM— No, la verdad no…
    ZRC— Refiero. Pues qué mala memoria tienes. Pasó el 15 y debes de entrregarme lo acordado.
    CAVM— ¡Ahhh! te refieres a la parte de mi salario que te debo dar cada que cobro. Pensé que ya habíamos acordado ese tema. Me queda claro que no. Espero que me entiendas y no me lo tomes a mal. En virtud de que aumentaste mi horario de salida y algunas de mis funciones, considero que lo más justo es que también mi sueldo aumente dado que cuando me contrataste acordamos que te tenía que entregar la mitad de mi salario de entrada y temporalmente; y así ha sido, lo cual se cumplió hace tiempo, pues ya tenemos 7 meses trabajando juntos, en los cuales puntualmente te he entregado $6,000.00 al mes más la cantidad referente a aguinaldo, lo cual suma más de $38,000.00 más los dos que te dejé la quincena pasada en tu casa, son $40,000.00, cantidad que considero suficiente. Lamento mucho que tenga que ser esta la manera; me hubiera encantado que saliera de ti cumplir lo acordado al principio. Tengo meses esperando que así sea, trabajando de lunes a viernes y en muchas ocasiones fines de semana y días festivos. Lamentablemente no fue así y me veo obligado a recurrir a esta medida. No es nada personal; espero te pongas en mi lugar (…)
    Pero por si las conversaciones de “whatsapp” fueran poco, por la tarde salían a relucir unas fotos. Las gráficas exhiben varias despensas y las respaldan con la siguiente información: Fueron entregadas por diferentes áreas del ayuntamiento a la dirección de Buen Gobierno y Proyectos Especiales del Ayuntamiento de Xalapa que preside Zazil Reyes Contreras, quien ordenó NO entregar a la colecta realizada por el DIF estatal para los damnificados por el huracán Odile en septiembre del año pasado… aún siguen en la bodega de esta dirección.
    Las fotos allí están como prueba… faltaría ver la bodega… si no es que ya las movieron la noche de ayer.
    Y como se decía en un principio… el presidente municipal Américo Zúñiga Martínez fue secretario del Trabajo y por ende sabe lo que hay que hacer en materia laboral en el caso de César Antonio Vásquez Méndez que allí, no creemos que le tiemble el pulso… habrá que verlo en materia política, donde la imagen del Ayuntamiento, del partido y hasta del Gobierno estatal ya está en juego con los señalamientos en viva voz de un empleado municipal y de unas gráficas que ofenden de ser ciertas…

    Despensas8Despensas10

    smcainito@gmail.com

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