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    Magno Garcimarrero Elizabeth Morales
    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    Voy caminando con Harry en esas habituales caminatas por las calles donde vivo. Las labores del área de Parques y Jardines así como las de Seguridad Pública se perciben a simple vista tras la reunión que vecinos de Jardines de Xalapa sostuvieron con sendas autoridades.
    Árboles y palmeras desramados y uno que otro talado por razones de seguridad con la firme promesa de que en un determinado lapso, han de sembrar otros.
    A lo lejos, alcanzo a ver a dos uniformados de Seguridad Pública, un varón y una dama, ya parte del paisaje cotidiano de mi vecindario, haciendo recorridos constantes de la Ceca a la Meca.
    II
    Cierta noche, escuché unos claxonazos seguidos de una sirena… me levanté ipso facto, en una “manufactura maternal” (es decir: ¡hecho la madre!) y le digo a la Mujer: “Algo ocurrió… se oye por el otro lado de la unidad… no, más cerca… tampoco, es por acá… creo que no, debe ser a la vuelta de la calle… no, olvídalo, no pasó nada…”
    Era la patrulla de Seguridad Pública avisando con claxonazos y sirena a los vecinos que estaba vigilando…
    Ya nos habituamos ahora a esos claxonazos y sirenas… hasta bromeamos diciendo que lo hacen por dos razones los uniformados: para espantar a los cacos o para que dejemos de estar chingando…
    III
    En el trajinar con Harry, es común que su estilo andarín llame la atención de más de uno y de eso me doy cuenta cuando las miradas se centran en él con expresiones agudas y tiernas (algunas rayando en lo cursi); pero cuando la mirada de un chaval de 10 o doce años pasa de Harry a mí, me saca de onda, más cuando papel en mano y lapicero, se me acerca precipitadamente el rapaz ¡y me asalta! sí, con una serie de preguntas, siendo la primera: ¿Le puedo hacer una encuesta?
    De inmediato pienso en las elecciones, en las campañas, en los pocos candidatos que conozco. Los repaso por mi mente a una velocidad luz para evitar hacer el ridículo ante el niño: Elizabeth Morales, Magno Garcimarrero, Adriana Larios (bueno, es suplente y del distrito rural, pero la veo muy movida), Rafael Pérez, Rosario Quirasco, ¡ah! y Ulises Chama.
    IV
    La vertiginosidad del pensamiento me hace recordar la oportunidad que tuve la mañana de ayer de saludar a Magno, abrazarlo con el gusto que se tiene al abrazar a un amigo y todavía bromear sobre sus propiedades cual si fuera planta medicinal… dio su declaración patrimonial.
    Le platico a Garcimarrero que me dio gusto ese pasaje que tuvo con Elizabeth Morales. Y es que Magno le envió el sábado un mensaje de sus proyectos de Ley sobre Voluntad Anticipada y Muerte Asistida, diciéndole que si ella ganara la elección, procure llevarlos al Congreso porque serán de beneficio nacional y estatal.
    La respuesta de la candidata del PRI fue alentadora para Magno: Le propuso una reunión para analizar el tema.
    Le digo a Magno que me da gusto eso y ojalá así fueran todos los candidatos, como ellos, pensando en el bien común, no en el personal o partidista…
    V
    Sí, creo que ya estoy listo para las preguntas del chaval y la primera que me suelta es: ¿Cuántas mascotas tiene? Y me hace tartamudear. En la escuela le encargaron realizar una serie de encuestas y su grupo escogió el tema de las mascotas. Asume su papel con tanta solemnidad en cada pregunta que me hace, y me responde a la vez del mismo modo que me recordé a mis 15 ó 16 años haciendo entrevistas en la prepa. Termina el interrogatorio y el chaval guarda su papel, tanto el de la encuesta como el de reportero. Se da la vuelta y regresa dando brincos con su padre, que lo espera a prudente distancia. Prosigo mi camino por esas calles de Jardines de Xalapa y veo otro papel pegado a las paredes de un edificio. Mi vecino el Cubano, invita a clases gratis de defensa personal en el parque de Jardines de Xalapa. Tengo entendido que fue paracaidista y buzo en la Isla. Además es un excelente músico. Es de esos vecinos que tocan un instrumento de aire pero que su música, alegre, viva, no lo hace insoportable. No es el único. En otro edificio cercano al mío, hay uno que nunca he visto pero he oído tocar el sax. ¡Claro! mil veces preferible oír a mis vecinos que los claxonazos y sirena de la patrulla que me anuncia que vigila el vecindario…

    smcainito@gmail.com

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