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    El Bronco

    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

    Sin el afán de caer en el protagonismo, me refiero en primera persona únicamente para dejar constancia que este domingo, un ruido me despertó a las tres de la madrugada, enseguida me levanto y en la oscuridad, en la sala de mi domicilio me encuentro de frente a un sujeto desconocido. En ese preciso instante mi hijo menor llegaba de fuera, en medio de todo el sujeto sale huyendo. Esto no fue un caso fortuito, porque el tipo escaló tres pisos de la parte exterior para introducirse por una ventana. Bastaría echar un vistazo a mis cinco últimas columnas para sacar una conclusión.

    La vida política ha entrado en un dinamismo multidireccional en diferentes regiones del país, que pese a una supuesta reposición del tricolor, pueden significar golpes de hastío de una sociedad que sigue en la búsqueda de una opción que garantice posibilidades de solución a los demasiados problemas y necesidades que enfrenta.

    Las elecciones del pasado domingo 7 de junio fueron de múltiples sorpresas; muestran hechos relevantes, significativos. El sorprendente y desinhibido candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco”, deja atrás a todos los partidos y se apropia de la gubernatura de Nuevo León; el primer candidato independiente en ganar una gubernatura. El panista Francisco Domínguez Servién, le arrebata la gubernatura de Querétaro al PRI; ambos resultados son algo que muchos nunca imaginaron. El Distrito Federal experimenta el esperado cambio cromático, provocado por las mismas tribus perredistas. Baja california se pinta totalmente de azul.

    Si bien es cierto, cada entidad es distinta una de otra; existe un común denominador: el hartazgo de la ciudadanía.

    En la pelea por la gubernatura de Veracruz en 2016, la contienda será por demás interesante. En las ciudades grandes donde el electorado decidió por una opción distinta al tricolor en las recientes elecciones, los votos continuaran aumentando en ese sentido.

    Aspirantes a tomar las riendas veracruzanas se perciben sumamente confiados, con poses de divos, pensando que se la merecen, que se las deben. Piensan que por el simple hecho de recorrer la entidad ya tienen ganada la gubernatura; sin ofrecer absolutamente ningún hecho que demuestre una posibilidad de cambio, de mejoría. Simples declaraciones y discursos como si quisieran espantar con el petate del muerto, sin respuestas concretas, o por continuar dejandose seducir por los encantos oficiales.

    Los pretendientes a la gubernatura veracruzana que no se desliguen –y lo demuestren- de la “fidelidad” y la “prosperidad” se pueden llevar una gran sorpresa como la que se llevó Ivonne Álvarez, candidata de la alianza PRI-PV-Panal-Demócrata en Nuevo León; cuatro partidos políticos montoneros no pudieron derrotar a un candidato independiente.

    Si la corrupción y la impunidad continúan como hasta el día de hoy en Veracruz, en las elecciones del año próximo el abstencionismo no será agudo como acaba de ocurrir; la gente va a salir a votar y decidir. Habrá candidaturas independientes, alianzas, candidatos prostituidos; habrá de todo. Sin embargo, el electorado está cada día más informado y consciente de la realidad. Sin omitir que “El Peje” con Morena, está metiendo mucho ruido en Veracruz como en otras regiones.

    El candidato que sea omiso sobre la realidad que ha vivido Veracruz en los últimos 10 años, de antemano podría estar destinado al fracaso. No es posible estar bien con Dios y con el diablo al mismo tiempo.

    La clase política no logra comprender y menos intentar alcanzar el imprescindible “update”, para estar a la altura de la ciudadanía. Se aferra a permanecer obsoleto,

    rvazquez002@Yahoo.com.mx

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