Periodismo criminalizado y su entorno

Ricardo Vázquez Salazar

Esfera Política

Causa dolor y cuesta trabajo expresar todo lo que está sucediendo en el otrora radiante, alegre y próspero Veracruz, próspero en tiempo pasado, no en el burdo y decadente eslogan publicitario actual. Hoy los veracruzanos viven una de sus peores épocas: pobreza, abandono, rezagos agudizados en áreas vitales como Salud y Educación. Con una sociedad duramente lastimada en cualquier estrato; violencia e inseguridad se han arraigado y han vestido de luto a miles de familias. Como dijera el recién asesinado periodista Rubén Espinosa Becerril: “La muerte escogió a Veracruz como su casa y decidió vivir ahí”.

Rubén Espinosa, fotoperiodista de la revista Proceso, Cuartoscuro y AVC Noticias, había sido amenazado en Veracruz y se había autoexiliado en el Distrito Federal. Es el profesional de la comunicación número 14 asesinado, sin que absolutamente nadie intervenga para frenar la ola de agresiones a periodistas.

El gremio periodístico y la sociedad en general, confían en que el lamentable crimen de Espinosa Becerril, junto con cuatro mujeres más, se pudiera llegar a esclarecer y dar con los autores materiales e intelectuales; en este caso por la intervención de la PGJDF y la PGR,

Es sumamente grave el fenómeno de criminalización del periodismo en Veracruz. La agresión perpetrada al semanario Presente en la ciudad de Poza Rica la madrugada de este domingo, en que fueron rafagueadas sus instalaciones, sin que importara que el inmueble lo habitaba el director del periódico con su familia, lo incendiaron, al igual que a tres vehículos automotrices de la misma empresa. Esto confirma la alta vulnerabilidad periodística, la impunidad que prevalece, lo que facilita que cualquiera se pueda atrever a atentar en contra del periodismo veracruzano. Por lo pronto hay una línea de investigación por las amenazas que hizo a este medio un escolta del alcalde de Papantla.

La ciudadanía está completamente desconcertada con todo lo que está ocurriendo en nuestra entidad. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, acaba de revelar que 500 mil veracruzanos pasaron en el último año a formar parte de la pobreza, del total de 2.5 millones de nuevos pobres a nivel nacional. Definitivamente que con declaraciones y discursos triunfalistas la pobreza no se combate y esta va en aumento. Situación que coincide con el nulo crecimiento económico de la entidad.

En contraste a esto, Veracruz es de las entidades caracterizadas por el enriquecimiento ilícito; el saqueo a las arcas estatales ha sido la causa de que no se construya obra pública. Corrupción e impunidad ha prevalecido entre la clase política veracruzana, preñada de ilícitos, desde el arribo de Fidel Herrera Beltrán como gobernador.

Absurdo, que a pesar de que Veracruz es el segundo estado que mayor cantidad de recursos recibe, únicamente superado por el Estado de México, nos encontramos entre las tres primeras entidades que registran agudo rezago educativo, con el mayor número de analfabetas; lastre acentuado en los últimos cuatro años; situación dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI. El responsable de este retroceso, el ex secretario de Educación en Veracruz, Adolfo Mota Hernández, hoy es flamante diputado federal electo.

El área de Salud se ha convertido en una verdadera pesadilla para los veracruzanos. No se sabe en realidad quienes han causado mayor número de muertes: si la delincuencia organizada o los delincuentes de cuello blanco, que desde hace 10 años han hecho en la Secretaría de Salud los grandes negocios criminales de manera indolente, como ha sido el caso de adquirir y aplicar falsos medicamentos de quimioterapia en el Centro Estatal de Cancerología, Cecan, en Xalapa; causando la muerte de inocentes e indefensos enfermos de cáncer.

Desabasto de medicamentos, equipo médico inservible, falta de material de curación como gasas simples; utilización de químicos ya caducados para combatir los moscos transmisores de dengue y chikungunya, son factores que también siguen acabando con la vida de los veracruzanos.

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