Mónica Camarena Crespo
Parque Juárez
México es el país más peligroso del mundo para ejercer la profesión; sin embargo, muchos reporteros continúan con su labor de informar y denunciar a pesar de las adversidades, según datos de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.
Es innegable hoy por hoy, esconder la penosa cifra de periodistas veracruzanos muertos en los últimos 5 años; se trata de una vorágine de hechos que ha ubicado a la entidad en la más peligrosa a nivel nacional para ejercer el periodismo.
Los motivos, razones o circunstancias de cada uno de los casos en los que personas dedicadas de manera directa o indirecta a los medios de comunicación que han perdido la vida, por mucho, no han dejado satisfecho a nadie.
El ultimo caso, Rubén Espinosa, ligado a Veracruz por su residencia de varios años y una denuncia por acoso y amenazas previo a su partida, autocalificada por el hoy fallecido como autoexilio, ubica de nuevo en el ojo del huracán al estado.
De las múltiples investigaciones que se realicen, con seguridad ninguna va a satisfacer a un gremio agraviado, a la familia dolida hasta la médula por la pérdida y los amigos que ya se duelen por la ausencia.
El asesinato de Rubén y 4 mujeres, una de ellas, muy ligada también al activismo social en Veracruz, enrarece el clima en la entidad muy a pesar de la distancia en kilómetros de la escena del crimen.
El cruel asesinato, con tortura incluida de Rubén y 4 mujeres en un departamento de conocida colonia del distrito federal, es muestra de la barbarie que acontece en el México de hoy, donde cualquiera puede actuar con esa furia despiadada sin que nadie lo detenga.
Se registra que alrededor del departamento donde ocurrió el artero crimen están colocadas varias cámaras de video vigilancia, de esas que muchas veces, presuntamente no sirven o no grabaron debidamente lo que podría servir como prueba.
Hoy se narra en diferentes foros, con tristeza e impotencia, que 5 personas con diferentes actividades e historias, perdieron la vida a manos de despiadados, por motivos que será difícil esclarecer a satisfacción.
De nuevo los periodistas, quienes se dedican a esta arriesgada tarea están de luto; prevalece el enojo, coraje e impotencia de un gremio que ve cada día más caídos, sin respuestas satisfactorias. Con actitudes impávidas, desconcertadas, miedosas que no dimensionan el daño generalizado para una sociedad agraviada.
La profundidad de una investigación que inicia con trastabilleos, salpicada de omisiones, se incorporara a la larga lista de casos sin solución.
Ser periodista en México es por demás difícil. La acción más apremiante en este momento es proteger y garantizar que se ejerza la libertad de expresión sin miedo a amenazas, intimidaciones o limitaciones. La prevención y la protección, entonces, no están en manos de una sola persona o instancia, es trabajo de quienes creen en los derechos humanos y la justicia.
Ágora
Veracruz es noticia. La buena, se generan muchas a nivel nacional e internacional; la mala, es que la mayoría, por no decir todas, no son buenas noticias.
@monicamarena
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