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    Paco Contreras

    Mujeres que Saben Latín

     
    Reflexionando en la importancia que se le da a esta frase, me lleva a pensar en las implicaciones que tiene cuando uno de mis congéneres compromete su palabra, pues esto se considera un acto de sumo valor que representa acciones ineludibles, evidentemente, se parte de una premisa patriarcal que cree que los hombres buscaremos cumplir a toda costa las promesas, aun poniendo en juego la integridad para demostrar valor y hombría. ¿Será que sólo los varones tenemos la verdad y cumplimos las promesas? ¿Será más importante lo que decimos los hombres que lo que expresan las mujeres?
    En nuestra cultura, se exalta la capacidad masculina por cumplir promesas que se realizan a pesar de las implicaciones de dolor, tristeza o peligro que existen alrededor de éstas. Ejemplos de esta forma de ser hombre abundan en canciones, frases, refranes que responden a un patriarcado en el que a los hombres, somos merecedores de la atención y se nos cree todo lo que decimos.
    El involucramiento en el trabajo por hacer extensiva la igualdad entre hombres y mujeres me ha permitido la cercanía a reflexiones interesantes, entre ellas todo lo que ha implicado sobre el reconocimiento de los privilegios masculinos, observarlos e identificarlos en mi cotidianidad, uno de ellos, a propósito de este planteamiento es que las audiencias escuchen mi postura y propuestas.
    Es sumamente interesante que al estar intercambiando ideas y reflexiones con compañeras de amplia experiencia, las personas de la audiencia pareciera que no prestan toda la atención, mientras que cuando somos los varones “sensibles” los que intervenimos, la atención crece y en algunas ocasiones hasta se felicita por los ajustes que hemos hecho a nuestras vidas, ajustes que cualquier hombre tiene capacidad de realizar y que representan cambios, que son lo justo para mejorar las relaciones.
    Considero de suma importancia que este privilegio sea utilizado conscientemente para seguir señalando las desigualdades existentes y la necesidad de generar estrategias que contribuyan a la construcción de espacios y relaciones igualitarias haciendo una realidad el acceso igualitario a las oportunidades y la justicia y si las audiencias prestan atención a nuestras palabras, lo hagamos con la claridad del trabajo a favor de las mujeres y en la búsqueda de construir sociedades más justas.
    Por todo lo anterior, es importante que también rescatemos los elementos culturales y los utilicemos a favor y sigamos generando espacios de reflexión en los que los varones nos integremos y tengamos la posibilidad de construir procesos propios que se adecuen a nuestras vivencias y que favorezcan el desarrollo y crecimiento personal de tal manera que cuestionemos los aprendizajes y se permita replantear las formas de abordar los conflictos y las soluciones que visualizamos, transitando a otras ideas, otras sensaciones y sobre todo al reconocimiento y expresión de las emociones.
    Todo lo que se busca es generar espacios de diálogo, como alternativa para la construcción de relaciones basadas en la igualdad, es importante que las partes se involucren y establezcan una comunicación efectiva, logrando los objetivos del diálogo, en muchos de los casos tendremos que ir reconociendo la postura que se asume. La expresión de los intereses de cada una de las partes, puede favorecer el acercamiento y si la interlocución lo permite, se expresen las necesidades que se tiene de un lado y de otro, creando condiciones de comunicación para que se observen los conflictos de otra manera, pues se reconoce la existencia de la otra parte y se visualizan soluciones.
    Llegando a este punto, debemos reconocer que no es tarea simple, pues implica que como hombres nos enfrentemos a los aprendizajes de toda una vida, nos comprometamos a generar nuevas dinámicas en las que se deben poner sobre la mesa y a la vista de las otras personas nuestras emociones, las ideas, favoreciendo la escucha activa, no imponiendo y buscando soluciones que permitan obtener beneficios a todas la partes involucradas.
    En el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia, construimos diálogos con otros hombres y a través de esta estrategia vamos reflexionando colectivamente cuáles son las implicaciones de nuestras decisiones y se proponen alternativas personales para el mejoramiento de la convivencia. La invitación es para que cada miércoles en punto de las 18:00 horas, los varones que decidan iniciar un proceso reflexivo, se integren a las sesiones que se llevan a cabo en el Centro de Integración Juvenil de Xalapa, que se ubica en la Avenida Acueducto esquina con la Avenida Ruiz Cortines, en la Colonia Unidad Magisterial, de esta ciudad capital.

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