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    Miguel Alemán Cantinflas
    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    Y en corto, me dice Miguel Alemán Velasco que le gustaba imitar a Cantinflas, y sí, hubo ocasiones en que subió a un escenario para interpretarlo.
    –¿Y ahora ya no lo imita?
    Se ríe y me quedo con las ganas de que me hiciera una imitación.
    –Lo hacía cuando era joven… muy joven… antes de que conociera a mi esposa.
    Nos encontramos en el Centro Recreativo Xalapeño donde inauguró la exposición del Mimo de México, Mario Moreno, Cantinflas, que al menos en su presentación, fue un hitazo total.
    II
    Llego unos minutos antes de lo acordado y una larga fila ya hacía antesala para poder entrar al recinto. A lo lejos, veo al alcalde Américo Zúñiga Martínez saludando a la gente que esperaba paciente el acceso… ¡y me colé con el edil!
    –¿A qué hora van a dejar entrar a la gente?– fue la pregunta o imperativo del alcalde para los organizadores.
    En el área abierta del Centro Recreativo Xalapeño, espacio ex profeso para los medios de comunicación, ni un reportero, ni un fotógrafo, ni un camarógrafo… la lluvia que se había desatado antes de las 18 horas de ayer, había empapado los asientos destinados a la prensa. La única que no se inmutaba ni por la lluvia ni por la música de la Orquesta Municipal, era Ximena. Sentada en la fuente, nada la desconcentraba de su eterna lectura.
    Ximena, niña de bronce de 60 kilos, es uno de los grandes atractivos que no sólo invita a tomarse la foto, sino a acompañarla a leer a su lado un buen libro.
    III
    Miguel Alemán Velasco y Christian Magnani; Flavino Ríos con su esposa, Dulce Guerrero; Noemí Santa Brito con su padre, don Carlos; Mario Moreno Ivanova y esposa, así como el alcalde Américo Zúñiga y la síndica Michelle Servín, en el presidium durante el homenaje por el natalicio 104 de Cantinflas.
    En su discurso, Zúñiga Martínez recordó que siendo un adolescente, Mario Moreno hizo debutar en una carpa apostada en el Parque Juárez, a un comediante que sería conocido mundialmente como Cantinflas.
    Cuando Miguel Alemán habló, recordó que en una reunión en Los Ángeles, California, antes de que se filmara “La Vuelta al Mundo en 80 Días”, alguien dijo a Charles Chaplin que era el mejor comediante, a lo que éste respondió que no, que él no era cómico, sino que hacía pantomima, “puedo hacer llorar a la gente y que ésta se ría de mí, pero no puedo hacerlas reír con profundas filosofías”, concluyendo que el mejor comediante era Cantinflas.
    IV
    Pero la anécdota que se robó los aplausos, fue cuando platicó Miguel Alemán de que gracias a Cantinflas, conoció a su esposa.
    Asegura que en cierta ocasión, Mario Moreno invitó a Christiane Magnani a filmar una película en México, donde estuvo seis meses y como era amigo del comediante, Miguel Alemán allí la conoció, tan fue así ¡que cayó!
    “Son 54 años de matrimonio y les puedo decir que los primeros 50 son los más difíciles… después, se van como agua…” Risas y aplausos.
    V
    La exposición trata de objetos personales del Mimo de México. Hay un tablero de ajedrez con muñequitos de Cantinflas. Está la sotana de la película de “El Padrecito”, así como el uniforme de “El Patrullero 777”. Sus famosos lentes para sol así como algunos relojes. Incluso, está la Llave de la Ciudad de Poza Rica, que le fue entregada en febrero 25 de 1962.
    Por allí aparecieron algunos alemanistas como Rafael Grajales Sansores, quien fungió como director del DIF en ese sexenio… Oscar Cruz Alexander, quien era titular de Prevención y recordaba las veces que el matrimonio Alemán-Christiani lo acompañaba al penal de Pacho… o el mismo Flavino Ríos, quien fue su secretario de Gobierno… y aunque hubo silla apartada para Alejandro Montano, éste no se presentó. Invitada de honor de la señora Christiane Magnani, la ex diputada Ignacia García López.
    Y aunque a veces los fotógrafos o amigos distraían al “fan” número uno de Cantinflas, que para el saludo, que para el selfie, que para “la placa”, la guía proporcionada por Mario Moreno Ivanova era seguida con avidez por Miguel Alemán Velasco, un apasionado del Mimo de México que, tanta era su admiración, que no nada más lo imitó, sino en cierta ocasión, hasta a los escenarios lo llevó, como alguna ocasión lo confesara Antonio Badú y ayer por la tarde, me lo confirmara el mismo Miguel Alemán.

    smcainito@gmail.com

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