El Grito en el cielo

Ricardo Vázquez Salazar

Esfera Política

Como fantasma, la incertidumbre deambula en la entidad veracruzana por todos los rincones. Espectro vestido de pesimismo por la clase gobernante; no se vislumbra hasta el día de hoy alguna alternativa de solución a los graves problemas que enfrentan los veracruzanos. La actuación de la clase política deja mucho que desear, aunado a otros inconvenientes a futuro, el panorama se torna oscuro.

Dos factores están haciendo mucho ruido y alimentan la intranquilidad de los veracruzanos.

Uno. La clase gobernante estatal está dedicada de tiempo completo a buscar la manera de prolongar el mandato que inició hace casi once años, sin que se ocupen de atender y resolver las múltiples carencias y graves problemas que desafía la ciudadanía.

La cúpula gubernamental veracruzana ha entrado en pánico; están obsesionados con perpetuarse en el poder. A toda costa continuará buscando esa posibilidad; está consciente que de no lograrlo corre el grave riesgo de que muchos funcionarios y exfuncionarios pasarían a ser huéspedes distinguidos del penal de Pacho Viejo, por los señalamientos de saqueo y enriquecimiento inexplicable. No hay aspirante a la gubernatura que les garantice continuidad de encubrimiento e impunidad La supuesta ruptura Herrera-Duarte, es una relación que hoy está más fortalecida que nunca; el temor los une.

Dos. El presupuesto para el 2016 contempla recortes en Salud, Educación y programas sociales, áreas prioritarias que registran graves insuficiencias y rezagos que afectan directamente a la población veracruzana. La poda al presupuesto 2016 genera un horizonte sombrío para la entidad, con mayor razón cuando el manejo de recursos es motivo de toda clase de dudas; además de que 2016 es año electoral.

La pobreza se ha incrementado en Veracruz en los últimos tres años según lo reveló el CONEVAL. La pobreza es considerada un estado de debilidad, de dependencia, de subordinación o humillación; es privación de medios para conseguir la subsistencia humanamente digna; es la carencia de medios de toda naturaleza: económicos, salud, educación, seguridad, sociales, etc., aunque pueden estar todos en la misma persona.

La atmósfera de caos generalizado no deja de expandirse en Veracruz; pobreza que se refleja en todas las áreas. En salud los casos de dengue y chikungunya van en aumento. Es grave el desabasto de medicamentos para combatir el cáncer y el VIH, sida. El VIH en su última fase presenta problemas respiratorios: neumonía y tuberculosis, lo que pudiera estar favoreciendo la alarmante proliferación de tuberculosis pulmonar en cualquier persona -no necesariamente que tenga sida-, en ciudades como Poza Rica, Veracruz y Coatzacoalcos.

El más reciente descubrimiento de una fosa clandestina en el municipio de Alvarado, en la que se han localizado hasta el momento nueve cuerpos, parece confirmar lo que había advertido el padre Alejandro Solalinde desde principios del año 2011: Veracruz es un yacimiento de fosas clandestinas.

En Veracruz no se construyen puentes de concreto y acero para acortar distancias; se fabrican puentes para alargar días de asueto en las escuelas, con la complicidad de los líderes magisteriales, –la injustificable suspensión de clases este 14 y 15 de septiembre es caso único en México- con sus negativas consecuencias. Esto explica el agudo rezago educativo que dio a conocer el INEGI: Veracruz registró cero avance en educación básica en los últimos cuatro años; periodo en el que fingió ser secretario de Educación el hoy diputado federal, Adolfo Mota Hernández.

Los recién estrenados diputados federales conforman una legislatura pobre, entregados a sus intereses personales o de grupo; no están a la altura de una sociedad que hace un esfuerzo enorme por contribuir con la parte que le corresponde para que nuestro país y nuestro estado salgan adelante. Una nación y una entidad con un sector productivo que en sus diferentes subsectores están atentos al desarrollo de los acontecimientos. El triste papel de los diputados federales veracruzanos, se suma a la refinada distinción del “me vale madre…, no la hagan de pedo”, de la diputada La Corcholata, con lo que se enriquece el trabajo legislativo en San Lázaro.

Sucesos tan propios como si hubiesen sido concebidos en un think tank; que nos hacen recordar: las quiebras en la realidad que demuestran el desorden oculto por el orden establecido.

Fiel a su compromiso como verdadero siervo de Dios, el Papa Francisco vuelve a lanzar un reclamo sobre el tema de la pobreza, una y otra vez. En fecha reciente en una multitudinaria misa en la ciudad boliviana de Santa Cruz, pidió no excluir a los pobres ni a los desfavorecidos, que todavía conforman un porcentaje importante de la población. «En un corazón desesperado es muy fácil que gane espacio la lógica que pretende imponerse en el mundo de nuestros días. Una lógica que pretende dejar espacio a muy pocos, descartando a todos aquellos que no producen, que no se los considera aptos o dignos», dijo Francisco, quien está perfectamente bien enterado de la pobreza, la violencia y la deshumanización en los servicios de Salud que laceran el tejido social en Veracruz y en otras regiones de México.

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