Claudia Constantino
Crónicas Urgentes
Este tiempo previo a la selección del candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz por dos años, puede ser buen entrenamiento para un villamelón en asuntos políticos. Mucho se nos advierte a los ciudadanos alejados de los pasillos y círculos del poder, que de no interesarnos por la política y sus actores, corremos el riesgo de ser gobernados por los peores hombres y mujeres.
Así que va un ejercicio con la fotografía política del día: Para ser poco importantes y no representar riesgo alguno en la carrera para suceder a Javier Duarte de Ochoa, ya son muchas las voces, y las plumas, que pretenden disciplinar a los senadores Yunes Landa y Yunes Zorrilla, abiertamente puestos en contra de las ocurrencias de su gobernador.
Diariamente les hacen recuentos de su proceder, interpretaciones y sobre interpretaciones de todo cuanto dicen, tratando siempre de hacerlos parecer incongruentes, torpes y pequeños. Lo cierto es que el cúmulo de errores cotidianos de quienes dirigen estos empeños, rebasa por mucho en cantidad y seriedad a los desatinos que los senadores puedan tener.
Los titulares de los periódicos nacionales a menudo dan cuenta de pifias y errores garrafales de la presente administración estatal y no hay asesor capaz de amainar la avalancha de manifestaciones de descontento ciudadano por varios temas.
Resulta increíble que se paguen millonarias sumas de dinero para intentar manipular a la opinión pública. Tranquiliza que el sector de la población a la que van dirigidos los mensajes a través de columnas y boletines esté razonablemente enterado y disponga de elementos de juicio para notar la burda manipulación a la que pretenden someter a los veracruzanos.
La web es un arma ciudadana, realmente. Los medios serios, dan cuenta puntual de lo que dicen unos y mienten los otros. La inmediatez con que circulan las noticias que realmente pueden cambiar el rumbo de un estado, da cierta certeza.
Es un hecho que los Priistas en el poder y su líder “por derecho” (dicen que así debe ser) el gobernador Javier Duarte, están haciendo todo a su alcance para perpetuarse en su posición. Otros actores, intentan bajarlos. El Fidelato, como algunos llaman al sexenio de Fidel Herrera Beltrán y el Duartismo del que los veracruzanos ya están bastante hartos, a juzgar por sus muchas manifestaciones de descontento constituyen una era demasiado oscura para un estado que ya no puede más; que resiste a base de repetir “ya falta menos” (para que se vayan).
Falta mucho por ver aún, el show apenas comienza. Los adversarios ya son muy conocidos y desde el primer round, han querido noquearlos, pero han resultado buenos contrincantes, pues siguen en pie.
Hay silencios que dicen más que la propaganda pagada que se suelta en el momento necesario. Los ciudadanos de a pie, ya hemos aprendido a desconfiar de lo que digan los medios y periodistas del lado de los encumbrados en el poder; mejor dudar, cuestionar y analizar para poder estar un poco más cerca de la verdad.
Cuando el recién nombrado presidente del PRI estatal Alberto Silva dice “para ser candidato hay que tener de su lado al gobernador”, pretende ignorar que hay más de una manera de lograr eso, no necesariamente hay que ser su delfín. Cuando el primer priísta del estado dice “el candidato del PRI será quien designe Enrique Peña Nieto”, no significa que la decisión ya esté tomada.
Los que se dicen expertos en leer las señales políticas nos han dado una traducción puntual a lo sucedido el fin de semana pasado, rumbo a la sucesión de la gubernatura, pero en la gayola nos resulta más interesante pensar que “esto no se acaba hasta que canta la gorda” y que la fotografía política cambia día a día y por último, que la política es de circunstancia. Pero insisten en madrugarnos, los que dicen estar más enterados, con que “ya está negociado” y “ya hay acuerdos”.
El tiempo sigue, a diario las fuerzas se mueven, los que toman las decisiones negocian, los que inciden están haciendo lo propio y los gobernados miramos el partido de ajedrez político con una certeza: la designación del candidato del PRI sólo es un paso. Quién será el próximo gobernador de Veracruz, es otro.
Por cierto: ha confirmado José Yunes Zorrilla que buscará la candidatura por su partido (el PRI) para 2016 con el mismo interés que ha tenido desde el primer día. En eso está.
Sigamos haciendo ejercicios de observación y análisis, a ver si en una de esas, nos libramos de los peores hombres y mujeres, dejando de encumbrarlos. Participemos pues, aunque traten de hacernos creer que esa es una fiesta a la que los ciudadanos comunes nunca somos invitados.
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