Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política
Las circunstancias críticas que se vive en varias entidades del país, ocasionadas por la arraigada corrupción y alentadas por la impunidad, gobernadores y alcaldes son los responsables directos de todo lo que sucede en la región que gobiernan, del saqueo a las arcas oficiales; inseguridad, carencias y deficiencias en todas las áreas gubernamentales, flagelos que golpean directamente a la población.
Ejecutivos locales intentan negar y justificar lo imposible; se encargan de desvirtuar la realidad que enfrentan sus gobernados. Muchos gobernadores y alcaldes han sido señalados de ser protagonistas de graves hechos de corrupción; otros son considerados cómplices de la delincuencia organizada, de recibir inmensas cantidades de dólares para facilitarles el “trabajo”. Fiscales estadounidenses tienen bien documentado muchos casos de esta índole, de funcionarios mexicanos “facilitos”, los que tienen como máxima que todo lo que se puede comprar con dinero es barato.
Sobre esta calamidad, como lo ha hecho en repetidas ocasiones, el pasado fin de semana el presidente Enrique Peña Nieto lanzó una vez más una clara advertencia a los gobiernos municipales del país, a quienes fustigó: “Porque lo que no se vale, lo que no es admisible para el orden, particularmente municipal, es evadir la tarea pretextando no tener suficientes recursos, no tener suficientes capacidades y, a veces, hasta nadar de muertito y dejar que esta tarea vengan a hacerla otros”. Esto en respuesta al aún alcalde de Cuernavaca, Morelos, Jorge Morales Barud, presidente de la Conferencia Anual de Municipios 2015, Conamm, quien le solicitó a Peña Nieto una reforma de Estado con destino municipalista y con más recursos federales.
Infinidad de funcionarios, gobernadores y alcaldes nadan de muertito y dejan para otras administraciones locales y estatales, no únicamente tareas, dejan los cajones vacíos y un sinfín de problemas, porque también se dedicaron al saqueo y a los negocios ilícitos.
Existen también municipios que tienen prácticamente dos alcaldes: uno es el oficial, el otro es el poder tras el trono.
Uno de estos absurdos se presenta en Tuxpan, en el norte de la entidad veracruzana. Ahí el presidente municipal es Raúl Ruíz Díaz; el otro virrey –así los identifica la ciudadanía- es Javier Benítez Ponce, síndico único. Entre ambos hacen y deshacen lo que les plazca con los recursos de la tesorería municipal, sin que absolutamente nadie les llame la atención o les pare el alto. Son considerados los nuevos ricos de Tuxpan; no se quisieron quedar atrás.
Javier Benítez fue el encargado de designar en la comuna, tesorero y contralor, posiciones que maneja en forma absoluta para su beneficio personal, con la complacencia de Raúl Ruíz. Los tuxpeños los señalan de disponer del dinero público para incrementar su patrimonio personal, sin importarles que un grupo de 10 empleados despedidos injustificadamente del ayuntamiento, que comenzaron sus diligencias desde hace más de diez años, obtuvieron a su favor la resolución emitida por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Poder Judicial del Estado de Veracruz, hace más de año y medio, los más recientes, sin que hasta la fecha hayan recibido el pago de salarios caídos, la correspondiente reinstalación en su puesto de trabajo y otros conceptos.
Los trabajadores municipales despedidos injustificadamente indican que en las audiencias a las que son citados, las autoridades municipales se declaran en quiebra en los juicios laborales; pero lo aberrante es que los funcionarios de la administración tuxpeña se dan la gran vida, Raúl Ruíz y Javier Benítez son señalados por la población de ser autores de un desfalco al erario público de 70 millones de pesos; de haber acaparado la escasa obra pública ellos mismos; en otros casos el diezmo se convirtió en un treinta por ciento, por lo que incitan a que las empresas contraten mano de obra barata, de personas muy necesitadas que traen de Tulancingo, Hidalgo, de Huauchinango, Puebla y de otras localidades, posición con la que desplazan a obreros de la localidad.
Así como Tuxpan, son muchos los municipios en que los funcionarios del ayuntamiento pertenecen a la generación de nuevos ricos, producto del saqueo de las arcas públicas, son parte de la delincuencia; que como dijo el presidente Peña Nieto: nadan de muertito y dejan la tarea para que otros vengan a hacerla.
rvazquez002@yahoo.com.mx
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