Destacado

    Carlos Fuentes

    Gustavo Ávila Maldonado

    Ruizcortinadas

    Uno de mis libros favoritos es Aura, una novela corta de Carlos Fuentes, uno de los mexicanos más destacados, de los hombres de letras más importantes en nuestra nación y en el mundo, Carlos Fuentes Macías, habría cumplido el día de ayer nada más 87 años de edad, pero “sólo” alcanzó a disfrutar esta vida 83, al morir el 15 de mayo de 2012 en un hospital de la Ciudad de México.
    Como muchos sabemos, Carlos Fuentes fue uno de los escritores miembros del denominado Boom hispanoamericano, constituido por los Premios Nobel Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, además del argentino Julio Cortázar. Un póker de escritores que difícilmente volverá a tener nuestra América Latina.
    Hay hombres y mujeres que nacen con su destino marcado, y Carlos Fuentes fue uno de ellos. Nació en Panamá el 11 de noviembre de 1928. Su padre era diplomático de carrera, por lo que el escritor pasó su infancia entre Montevideo, Río de Janeiro, Washington, D.C., Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires. Los veranos los vivió en la Ciudad de México, estudiando en escuelas para no perder el idioma y para aprender la historia de su país. Se graduó en Derecho por la UNAM y en Economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.
    De su extensa y brillante obra, podemos destacar que su primera novela, La región más transparente, lo consagró de inmediato en los medios literarios mexicanos. Después escribió Las buenas conciencias, La muerte de Artemio Cruz, Aura, un alto funcionario del gobierno panista prohibió esta novela, lo que ayudó a que Aura se convirtiera en un éxito literario, yo la utilizaba en mis clases de literatura, otras novelas fueron : Zona sagrada, Terra nostra, Agua quemada, Gringo viejo, que fue llevada al cine, Diana o la cazadora solitaria, y La frontera de cristal, entre muchas más.
    Asimismo, el intelectual mexicano escribió diversos ensayos como La nueva novela hispanoamericana, Cervantes o la crítica de la lectura, El espejo enterrado y Geografía de la novela, entre otros.
    De Carlos Fuentes se ha escrito y dicho de todo. Que siempre apoyó a Fidel Castro y su causa revolucionaria; que en lugar de viajar en automóvil, le gustaba tomar taxi para platicar con los conductores de sus libros y conocer de cerca al pueblo; que fue guionista de cine y colaboró en varias películas con Gabriel García Márquez, quien en un tiempo le envió cartas pidiéndole su opinión sobre “la idea de un libro y cómo evolucionaba”. El libro resultó ser Cien años de soledad; que tuvo desencuentros fuertes con María Félix y con el también Premio Nobel, Octavio Paz; y que, como embajador de México en Francia, abrió las puertas de la embajada a los refugiados políticos latinoamericanos y españoles, para después renunciar, cuando el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz fue nombrado embajador en España, en protesta por la matanza de Tlatelolco.
    Uno de sus grandes libros, La muerte de Artemio Cruz, donde narra cincuenta años de la vida mexicana, nos muestra su genio.
    He aquí un extracto de la obra, en donde Fuentes deshilvana múltiples significados de ese mexicanísimo verbo tan común para nosotros: chingar:
    “Tú la pronunciarás: es tu palabra: y tu palabra es la mía; palabra de honor: palabra de hombre: palabra de rueda: palabra de molino: imprecación, propósito saludo, proyecto de vida, filiación, recuerdo, voz de los desesperados, liberación de los pobres, orden de los poderosos, invitación a la riña y al trabajo, epígrafe del amor, signo del nacimiento, amenaza y burla, verbo testigo, compañero de la fiesta y de la borrachera, espada del valor, trono de la fuerza, colmillo de la marrullería, blasón de la raza, salvavida de los límites, resumen de la historia: santo y seña de México, tu palabra: Chingue a su madre; hijo de la chingada; aquí estamos los meros chingones; déjate de chingaderas; ahoritita me lo chingo; ándale, chingaquedito; me chingué a esa vieja; le chingué mil pesos; me chingó el jefe; se lo llevó la chingada; viva México, jijos de su rechingada”.
    Carlos Fuentes fue colaborador en los principales suplementos culturales y periódicos de México y del extranjero, además de que fue profesor en Harvard, Princeton, Brown y Cambridge.
    En cuanto a los premios literarios, destacan: Biblioteca Breve (España, 1967), Rómulo Gallegos (Venezuela, 1974), Xavier Villaurrutia (México 1975), Alfonso Reyes (México, 1979), Cervantes (España, 1987) y Príncipe de Asturias (España, 1994).
    Sin embargo, como ya asentamos, no obtuvo el Nobel de Literatura, para lo cual alguna vez comentó: “Cuando se lo dieron a García Márquez (1982) me lo dieron a mí, a mi generación, a la novela latinoamericana que nosotros representamos en un momento dado. De manera que yo me doy por premiado”.
    Su primera esposa fue la actriz Rita Macedo con la que procreó a Cecilia, se divorció debido a las infidelidades de su esposo, poco después se suicido; luego se casó con la afamada periodista Silvia Lemus con la que tuvo dos hijos: Carlos y Natasha.
    Carlos Fuentes vivió intensamente.

    Hacer Comentario