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    Marco Antonio Aguirre Rodríguez
    Místicos y Terrenales 

    La salida de Juan Antonio Nemi Dibb de la Secretaría de Salud obedeció a una sola razón: la pelea por el dinero, por los recursos que deberían ser para atender la salud de los veracruzanos.
    ¿Y qué tan grandes son los recursos en juego?
    Pues casi 13,000 millones de pesos es lo marcado en gasto para este año.
    ¿Cuánto dinero significa esto?.
    Para darse una idea es el 76.15% del total de las participaciones federales que los 212 municipios del estado de Veracruz tienen programado para ejercer este año.
    Cantidad nada despreciable.
    La evidencia de que éste es el motivo de la salida son las acusaciones que el mismo Juan Antonio Nemi hizo en contra de la dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Luisa Ángela Soto Maldonado, a quien incluso señaló de ser títere de su hermano, Martín Soto Maldonado, el cual –por cierto- perdió la elección a la presidencia municipal de Río Blanco frente a María de los Ángeles Martínez Martínez, la candidata del PAN.
    Martín Soto, cierto es, tiene varias constructoras y se anuncia en la zona como experto en urbanismo.
    Su hermana, en cambio, por su formación tiene el puesto de paramédico en área normativa.
    Pues bien Luisa Ángela Soto hizo un acuerdo con el nuevo Secretario de Finanzas del gobierno del estado, Mauricio Audirac, con quien ya tenía tratos desde que fue Contralor del gobierno del estado, para quitar a Nemi Dibb, precisamente en la lucha por los recursos.
    La denuncia que Juan Antonio Nemi hizo en contra de la dirigente sindical tampoco respondió a un prurito de ponerle freno a sus ambiciones, porque tanto Nemi como Ángela Soto mantenían una disputa palmo a palmo por controlar las más de 3,400 plazas que en Veracruz se deben generar con los nuevos centros de salud y hospitales.
    De hecho tanto uno como otro habían promovido en la Secretaría de Salud federal que se creasen las plazas y que los beneficiados hicieran mientras trabajo administrativo o comisionado en algún otro lugar, pero que las posiciones se las dieran a ellos.
    A Mauricio Audirac no le interesan las plazas del sector salud (o tal vez si unas cuantas, pero no el control total), si no el manejo de los 13 millones del presupuesto anual.
    ¿Cuánto se imagina que pueden rendir 1,000 millones de pesos –que es el aproximado mensual que se maneja en la Secretaría de Salud- puestos a una modesta tasa fija de 3.5% anual?. Tres millones de pesos mensuales. ¿Una cantidad despreciable?. 36 millones de pesos anuales. Y eso sería sólo una parte del botín en disputa.
    En el programa de Seguro Popular Veracruz, que es un programa prácticamente a fondo perdido, sin supervisión y con muy poca funcionalidad, hay 4,206 millones de pesos.
    ¿Qué cree usted que se puede hacer con ésta cantidad?.
    El mal manejo de recursos es tan descarado que en todos los hospitales y centros de salud se le dice a los pacientes que tienen que comprar el material de curación y medicamentos. Fíjese como frente a cada una de estas instalaciones hay por lo menos una farmacia particular que está en bonanza, porque las ventas nunca le faltan.
    Por eso Mauricio Audirac en cuanto tomó posición quiso quitar al enlace administrativo de Juan Antonio Nemi, Pedro Manuel Solís García, a quien el entonces secretario de Salud defendió con todo, hasta con la amenaza de su renuncia y de hacer públicas muchas cosas.
    En esa ocasión Nemi Dib logró hacer una gran repercusión en medios gracias a la alianza que mantiene (¿o mantenía?) con Gina Domínguez (que es quién sigue controlando el manejo de recursos en Comunicación Social del gobierno del estado) y Alberto Silva, con quienes hizo el proyecto para construir su “red de medios propios”.
    Pero ahora le dieron la vuelta y promovieron desde otros medios -e incluso de los “aliados” pero no incondicionales del grupo-, el golpeteó contra Juan Antonio Nemi, dándole voz a los movimientos en contra del funcionario y muy poca presencia al mismo.
    El otro grupo que quiere controlar los recursos sacó a relucir parte de sus armas.
    Y tan forman parte del mismo circulo de poder que Javier Duarte rechazó el investigar las denuncias de Juan Antonio Nemi sobre los malos manejos del Sindicato de Ángela Soto.
    Vaya, el dejar hacer y la complicidad llega a tal grado que el nuevo titular de la Secretaria de Salud, Fernando Benítez Obeso, dijo que de ese episodio más valía un mal arreglo que un buen pleito.
    Así pues a Juan Antonio Nemi de nada le valió ser el parachoques del golpeteo que desde el centro del país le mandaron a Javier Duarte a mediados del 2013, por la mala infraestructura hospitalaria que tiene el estado, desde el programa “Punto de Partida”, con Denisse Merker.
    Fue un reclamo por los recursos entregados y no ejercidos en la infraestructura de salud para los veracruzanos.
    La salida de Nemi lo que muestra es que en el gobierno de Duarte importa más quien manejará los recursos, que cualquier otra cosa.
    ¿Y el servicio de salud para los veracruzanos?. Muy mal y para nada hay porque dar las gracias.

    REACOMODO EN GOBIERNO DEL ESTADO. Ahora Nemi Dib está fuera y Alberto Silva Ramos anuncia con profusión su salida de la coordinación de Comunicación Social del gobierno del estado deslizando versiones en diferentes columnas periodísticas.
    Pero ¿porqué la anticipación por irse si las elecciones serán el 7 de junio de 2015?. A este 7 de octubre de 2014 faltan 8 meses exactos.
    Por lo pronto Alberto Silva ya mostró a quien puede quedar en el lugar que ocupa, Enrique Ampudia, quien salió antes de la Subsecretaria de Gobernación porque precisamente desde las oficinas de los cercanos a Javier Duarte lo bloquearon una y otra vez.
    De hecho, Gabriel Deantes, primo de Alberto Silva, y uno de los favoritos de Javier Duarte, fue de quienes lo bloquearon con mayor fuerza.
    Entonces ¿por qué ahora lo habrían de dejar que regrese a que opere comunicación social libremente?.
    Las versiones hablan de que el tiempo de los duartistas concluyó, ante el desastre que tienen en el estado y que la corriente materna regresa con operadores probados, porque los jóvenes salieron más voraces y menos eficaces.

    CONJUNCIÓN POLÍTICA Y SOCIEDAD CIVIL. Ana Rosa Valdés Salazar, la presidenta municipal de Paso de Ovejas, es una rara conjunción de la política, la administración pública y el activismo en una organización civil.
    Con el programa Paso a Paso… cerca de ti, y en colaboración con el Instituto Veracruzano de Filantropía (Invefi), la alcaldesa lo presentó como un caso de éxito en la Primera Feria de Organizaciones de la Sociedad Civil, al haberse logrado conjuntar a diversas entidades para el rescate de espacios públicos en ese municipio.
    Dentro de ese programa el 28 de julio se realizó una jornada en la que estuvieron diferentes instancias federales y estatales, entre ellas elementos del ejército y del grupo Tajín, de la Secretaría de Seguridad Pública haciendo labor de acercamiento social.
    El trabajo que el ayuntamiento de Paso de Ovejas realiza con el Invefi puede dar mucho más de sí, todavía.

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