Destacado

    Salud

    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

    La mujer mostraba en su rostro agotamiento, desgano en su andar, podría uno suponer que reflejaba una vejez adelantada; cargaba en alto en su mano derecha una bolsa de suero, en su mano izquierda la bolsa de la sonda de su acompañante, un joven que se sostenía de su brazo por su dificultad para caminar, que revelaba debilidad y dolor; llevaba puesta una bata de interno hospitalario bastante desgastada, abierta en la parte posterior que lo hacía exponer toda su desnudez.

    Cualquiera pensaría que se trataba de una escena de televisión de algún lugar de Tayikistán, Burundi, Sierra Leona o Angola.

    No. ¡Esto fue una escena real! Esto se ve –así, en tiempo presente-, en pleno siglo XXI en Veracruz, en el centro de la ciudad y puerto de Tuxpan.

    Ante la mirada desconcertada de los transeúntes, unos movían la cabeza en desapruebo, otros con la boca abierta, algunos más con los ojos humedecidos por el deshumanizado cuadro que presenciaban; suceso incomprensible e inadmisible de la desafortunada pareja que había salido del Hospital Civil “Dr. Emilio Alcázar”, se dirigían a practicarle un estudio radiológico a un establecimiento privado, porque en el hospital no tienen el equipo para realizárselo.

    Para pagar los estudios, medicamentos y demás gastos originados por el problema de salud, los familiares se vieron obligados a vender el motor de la lancha que ocupaba el joven, hoy con un serio padecimiento; la pequeña embarcación la ocupaba en la actividad pesquera, representaba el sustento diario de su esposa, sus hijos y su madre.

    Fuera de los anuncios espectaculares de bonanza, de prosperidad, el grueso de la población tuxpeña: los campesinos, pescadores, jornaleros, los de a pie, están viviendo una de las peores crisis en materia de Servicios de Salud.

    Tuxpan forma parte de los municipios veracruzanos caracterizados por el abandono de las autoridades en servicios médicos públicos. En el Hospital Civil “Dr. Emilio Alcázar”, para que un paciente sea sometido a cualquier tipo de intervención quirúrgica, de entrada tiene que desembolsar dos mil pesos para pagar al anestesista; previo a la cirugía le proporcionan una larga lista de que incluye hasta material de sutura. Nunca tienen ni los medicamentos más elementales para surtir las recetas; las ambulancias están inservibles, abandonadas y desmanteladas. Las necesidades de estudios médicos, análisis clínicos, radiológicos y otros, se ha convertido en un jugoso negocio de los directivos médicos al tener arreglos con establecimientos particulares a los cuales mandan a todos los pacientes, comenta la población.

    La escena antes descrita no es privativa de Tuxpan. Cuadros dramáticos como el arriba descrito, se han hecho una constante y permanente desde la llegada de Fidel Herrera, hasta la agonizante administración de Javier Duarte. En Xalapa, en Veracruz, Coatzacoalcos, Poza Rica y en muchas otras ciudades, se han podido observar personas con alguna fractura ósea o con algún otro problema delicado de salud, teniendo que trasladarse por su propio pie en busca de otra opción para practicarse un estudio médico, porque ha sucedido que en los hospitales públicos no funciona ni el equipo para una radiografía simple.

    Ha sido muy grave desde hace más de once años, el desabasto de medicamentos para combatir el cáncer, en el Centro Estatal de Cancerología, Cecan; de fármacos para tratar el VIH-Sida en diversos nosocomios, incluso los más indispensables que forman parte del Cuadro Básico de Medicamentos. Como ya es del dominio público, enfermos de cáncer y sus familiares han caído en la obligatoriedad de tener que comprar sus medicamentos de quimioterapia; esto ante la desconfianza de que en el Cecan sigan suministrando medicamentos falsos a los enfermos como ya ha ocurrido. Situación que afecta en forma severa la economía familiar.

    En Veracruz no se conocen los beneficios del llamado Seguro Popular, piensan que es un simple eslogan publicitario populista, que no representa ningún beneficio para la ciudadanía. No saben que en otras entidades existen modernos hospitales de especialidades, recién construidos, con servicios y atención de primera; en los que la atención médica, estudios clínicos o una cirugía no les cuestan un solo peso a los pacientes.

    Producto de la perversa y deshumanizada modalidad de gobernar, no hay manera de detener los reclamos de la población en diversos puntos de la entidad para exigir clínicas y medicinas. En Veracruz no se construye un hospital desde hace casi 12 años; pareciera que forma parte de uno de los países antes mencionados, de los más pobres del mundo.

    Los veracruzanos siguen sufriendo y pereciendo por el completo abandono en Servicios de Salud Pública, al mismo tiempo que la generación de nuevos millonarios, producto del enriquecimiento ilícito, por el atraco irrefrenable a las arcas estatales, sigue creciendo; gracias al conveniente silencio y a la omisión complaciente de muchos. Gracias a la impunidad.

    rvazquez002@yahoo.com.mx

    Hacer Comentario