Gustavo Ávila Maldonado
Ruizcortinadas
Adolfo Mota desde que era niño empezó a destacar -me comenta su padre- desde pequeño, sobresalía en la primaria, aprendía rápidamente las enseñanzas de la escuela y tenía facilidad para expresarse.
En su adolescencia formó parte de la agrupación Jóvenes por La Paz. En el 2001, el joven Adolfo y Juan David Ovando invitaron al doctor Manuel Velasco Suárez para que diera una serie de conferencias en Veracruz, y fue el doctor el que trajo la agrupación Toastmasters a Xalapa (esta agrupación la fundó Ralph C. Smedley en 1903 en los Estados Unidos y formó parte de la YMCA en sus orígenes), Juan y otros jóvenes se integraron de inmediato, otros amigos, como Héctor Luis Soto y Vicente Hernández también formaron parte del grupo. Al año siguiente, Adolfo ganó el primer lugar Internacional de oratoria en España.
Adolfo estudió dos carreras simultáneamente: Derecho y Economía. De ahí en adelante incursionó en política, fue líder del Frente Juvenil, y ha sido diputado federal y local en varias ocasiones.
El gobernador Miguel Alemán Velasco lo nombró Presidente del PRI Estatal y en la actual administración ocupó la Secretaría de Educación, hasta que se fue como candidato a diputado federal.
Cuando el historiador, sociólogo y diplomático José Ezequiel Iturriaga Sauco se vino a vivir a Coatepec se dio cuenta de la valía del joven Adolfo y decidió apadrinarlo en varios proyectos.
Don José Iturriaga fue asesor de Adolfo López Mateos y de Gustavo Díaz Ordaz, escribió más de veinte mil artículos periodísticos, autor de varios libros, recibió múltiples premios durante su vida; en 2001 le otorga el Senado de la República su máxima Presea Belisario Domínguez; en 2003 la Universidad Veracruzana lo condecora con le Presea al Mérito y en 2010 recibe del Congreso del Estado de Veracruz la Presea Adolfo Ruiz Cortines. Un año después moriría don José, su biblioteca con más de treinta mil libros se la heredó a la Universidad Veracruzana.
Hay una simpática anécdota que me relata el padre de Adolfo Mota: Cuando le iban a entregar la Presea Adolfo Ruiz Cortines, la máxima que otorga el Congreso, vinieron multitud de invitados, la mayoría amigos de don José Iturriaga, unos minutos antes de la ceremonia de entrega, don Pepe necesitaba cambiar una parte de su discurso, Adolfo, que era uno de sus discípulos más cercanos, fue a buscar una computadora en alguna oficina del Congreso, ahí le iban a llevar las palabras que necesitaba cambiar al discurso, los minutos pasaban y no llegaba el texto, Adolfo estaba angustiado, por fin apareció en la puerta un señor con el discurso corregido, cuando lo vio Adolfo le grito, «Apúrese», cuando lo escuchó el «pobre» hombre, se acercó corriendo y sudando, disculpándose por la tardanza : «me tardé porque don Pepe no me lo había entregado». Adolfo, sin escuchar las disculpas casi le arranca de las manos el discurso y se apresuró a pasarlo en limpio, y corriendo lo fueron a entregar a don Pepe.
En la ceremonia, al presentar a los invitados especiales, entre los que estaba el licenciado Miguel Alemán Velasco y otras personalidades, cuando nombran a Carlos Slim Helú, se para aquel hombre al que Adolfo había apresurado.
Por supuesto que terminando la ceremonia, Adolfo fue a disculparse con don Carlos Slim que le dijo sonriente : «No se apure joven, lo importante es que el discurso estuvo a tiempo».
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