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    Papa Francisco
    Ricardo Vázquez Salazar
    Esfera Política

    Como se esperaba: sin titubear, directo y sin rodeos, el Papa Francisco ha puesto el dedo en la llaga en las diversas actividades que ha realzado en los primeros dos días que han transcurrido de visita a nuestro país. Las palabras no eran exclusivas para el clero, fueron dedicadas a los diferentes sectores y a todos los rincones de nuestro país; pero también de Latinoamérica y de muchas otras naciones en condiciones parecidas a la nuestra. Que como él lo ha confirmado: la Iglesia somos todos.

    Para la población veracruzana que vive uno de los peores momentos en su historia, el contenido de los mensajes y homilías del Sumo Pontífice, fueron como anillo al dedo, por todo lo que aquí está ocurriendo; donde la corrupción y la impunidad arraigada y prevaleciente entre la clase gobernante, ha rebasado todos los límites imaginables, desde el arribo de Fidel Herrera a la gubernatura.

    Vale la pena recordar algo de lo expresado por el Papa Francisco durante la trascendental visita a México.

    Invitó a hacer de México “Una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de traficantes de la muerte”.

    Pidió que nuestro país sea una tierra de oportunidad, “donde no haya que emigrar para soñar, donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar; donde no haya necesidad de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos el oportunismo de pocos”.

    Fue contundente, parecía apuntar hacia Veracruz: “La riqueza, adueñándonos de bienes que han sido dados para todos y utilizándolos tan sólo para mí o ‘para los míos’. Es tener el pan a base del sudor del otro o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor amargura o sufrimiento, en una familia o en una sociedad corrupta, es el pan que se le da de comer a los propios hijos”, dijo el Papa.

    El Vicario de Cristo denunció que el comportamiento del hombre crea “una sociedad de pocos y para pocos”. En su discurso al episcopado, aplicadas de vez en vez a las necesidades y esperanzas de los mexicanos, desde la reconciliación del pasado con un futuro relegado a un »mañana que se escabulle», hasta la denuncia de la violencia y el narcotráfico, sin olvidar la mirada especial para las poblaciones amerindias ni la que sigue a los miles de migrantes.

    “No pierdan entonces, tiempo y energía, en las cosas secundarias, en las habladurías e intrigas, en los vanos proyectos de carrera, en los vacíos planes de hegemonía, en los infecundos clubs de intereses o de consorterías”, señaló Francisco en su mensaje.

    “Sabemos lo que significa ser seducidos por el dinero, la fama y el poder. Por eso, la Iglesia nos regala este tiempo, nos invita a la conversión con una sola certeza”.

    “México es un gran País -exclamó Francisco- Bendecido con abundantes recursos naturales y una enorme biodiversidad que se extiende a lo largo de todo su vasto territorio. Su privilegiada ubicación geográfica lo convierte en un referente de América; y sus culturas indígenas, mestizas y criollas, le dan una identidad propia que le posibilita una riqueza cultural no siempre fácil de encontrar y especialmente valorar”.

    Pero, para el Papa la principal riqueza de México hoy tiene rostro joven porque poco más de la mitad de la población está en edad juvenil. »Esto permite pensar y proyectar un futuro, un mañana, da esperanza y proyección -afirmó el Pontífice- Un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse, transformarse; es una invitación a alzar con ilusión la mirada hacia el futuro y, a su vez, nos desafía positivamente en el presente”.

    Los jóvenes veracruzanos, menospreciados -incluidos los estudiantes universitarios- a los que se les niegan o desvían los recursos económicos destinados a su universidad; es la juventud a la que se refería el obispo de Roma, Francisco.

    En una entidad como la nuestra, “administrada” con ocurrencias, simulaciones y disparates de la élite gubernamental desde hace casi 12 años, como decir que: en Veracruz hay pobres porque somos muchos. Otra propuesta más para Premio Nobel de Economía.
    rvazquez002@yahoo.com.mx

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