Destacado

    Porky
    Ricardo Vázquez Salazar
    Esfera Política

    Apenas comenzaba a agarrar fuerza la hoguera del lamentable caso de “Los Porkys” de Costa de Oro, ante la exigencia de justicia, voces que se escuchan en Veracruz y en todo el país, cuando se atiza el fuego con otra imputación de abuso sexual, el de los “Mirreyes”: tres estudiantes de la Universidad del Valle de México, campus Boca del Río, en contra de una joven de 19 años de edad, de la que abusaron, filmaron y subieron a las redes sociales.

    Elementos policiacos estatales y municipales son señalados de haber participado en la desaparición de cinco jóvenes en Tierra Blanca y el más reciente, el rapto de tres jóvenes en Papantla, hechos con los que están aniquilando la escasa confianza que restaba en las corporaciones policiacas.

    Lo extraño es que en el rapto de los jóvenes de Papantla, el presidente municipal, Marcos Romero Sánchez, manifestó que desconocía del secuestro de los tres jóvenes. Posteriormente declaró en entrevista a la periodista Denise Maerker, en Radio Fórmula, que en breve darán de baja a 37 policías municipales, de un total de 183, por no haber aprobado los exámenes de confiabilidad. Lo que mueve a duda es por qué razón el alcalde no dio de baja a los policías reprobados, en un área de alta prioridad, por tratase de la seguridad de la población.

    Algo raro pasa. El alcalde de Papantla como Pilato, se lava las manos, primero al decir que desconocía de la desaparición de los tres jóvenes; después por que no tenía conocimiento de que sus policías hubieran cometido el plagio, hoy siete detenidos por las Fuerzas Armadas y Policía Ministerial.

    Conforme se acercan las elecciones, y en las postrimerías de la administración de Javier Duarte, escándalos de toda especie se multiplican, por lógica hacen mayor ruido y se generalizan los concernientes a la violencia e inseguridad que prevalece en la entidad, pero también los señalamientos de enriquecimiento inexplicable de funcionarios y exfuncionarios; el atraco a las arcas estatales; la ausencia de obra pública principalmente en el sector Salud y en Educación; las observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación.

    La impunidad es lo que sigue provocando indignación entre los veracruzanos.

    En política muchas veces hay posiciones o actitudes que no se entienden, menos aún en época electoral. O tal vez no son pocos los que si las entienden, por conocimiento de causa.

    Un buen número de legisladores locales y federales veracruzanos permanecen dormitando en la hamaca; pese al cúmulo de problemas que enfrenta la entidad, sea por “disciplina”, por obediencia a la “fidelidad”, que nada extraño sería, el caso es que se ha vuelto parte del folclore político que los legisladores se ausenten constantemente de sus sesiones correspondientes, que en sus distritos no vuelvan a poner un pie, lo que despierta curiosidad por la proximidad de las elecciones, muy notorio en los que pertenecen al partido tricolor, por ser mayoría, a menos de esa postura sea a propósito.

    Uno de estos es el diputado federal por el distrito Xalapa Rural, Adolfo Mota Hernández, quien una vez que ganó la elección y después de más de seis meses de rendir protesta como legislador, nunca más ha vuelto al distrito que “representa”, pero tampoco ha presentado una iniciativa que valga la pena, que represente un beneficio para la ciudadanía. Así como este diputado, muchos más.

    A esto habrá que sumar que continúa la extinción de depositarios de votos cautivos, que el clientelismo político se ha convertido en un mito.
    rvazquez002@yahoo.com.mx

    Hacer Comentario