Luis Alberto Romero
Hora Cero
El múltiple homicidio registrado al interior de un antro de la capital veracruzana ilustra perfectamente la dimensión del problema de la inseguridad en una entidad donde, de enero al mes de abril del presente año, se denunciaron más de 13 mil 200 delitos del fuero común, más otros mil 200 del fuero federal, de acuerdo con cifras oficiales divulgadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y retomadas de los reportes de la Fiscalía del estado.
Los medios informativos locales consignaron en escalofriante caso registrado en el antro denominado “Madame”, ubicado sobre la avenida Lázaro Cárdenas, de Xalapa. Pasada la media noche, cerca de la una de la madrugada de este domingo, tres sujetos armados entraron a ese lugar y abrieron fuego contra algunos asistentes.
Producto del atentado, dos personas murieron dentro de dicho bar; otras dos perdieron la vida posteriormente. Hubo, además, doce heridos por arma de fuego, en un hecho que causó preocupación y que llama a la consternación.
Los agresores, quienes presuntamente se trasladaban en motocicletas, lograron huir mucho antes de la llegada de las corporaciones de policía.
Ese no fue el único caso de violencia y sangre registrado este fin de semana en Veracruz: un día antes, el sábado cerca del mediodía, un comando armado ingresó a la iglesia Santa Rita de Casia, avenida España y Colón, del fraccionamiento Reforma del puerto de Veracruz; de ahí sacaron a una persona llamada Agustín Ureña Estrada, quien se encontraba en la ceremonia religiosa de confirmación de su hija.
Era una liturgia en la que participaban muchos otros niños que recibieron dicho sacramento católico, de tal manera que no es difícil imaginar el impacto que causó el levantón entre los asistentes a la misa. Por cierto, en el lugar se encontraba el obispo de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Martín del Campo; pues bien, debido a ello y a la gravedad del caso, la Arquidiócesis de Xalapa se refirió al levantón y se pronunció, en su comunicado dominical de este 22 de mayo, por el cese a la violencia en la entidad.
La Arquidiócesis califica el hecho como “una expresión más de la descomposición del tejido social, de la incapacidad de reacción de las fuerzas del orden y de la inseguridad que se respira en cualquier rincón del estado” (ahí le hablan, Bermúdez).
En un comunicado duro, muy crítico al papel que han desempeñado las instancias gubernamentales, la representación de la Iglesia Católica en Veracruz expone: “de qué sirven tantos halagos a supuestos logros alcanzados en seguridad si no se puede garantizar la tranquilidad de las familias en sus hogares, la calle, sus trabajos o sus lugares de encuentro con los demás como puede ser un espacio religioso. Todo esto sólo confirma lo que se ha venido denunciando muchas veces, las estrategias de seguridad no están funcionando debidamente, se necesita evaluar y hacer los cambios que la realidad impone. No hay que darle más largas al asunto”.
Dos días después de registrado el levantón ocurrido en plena misa de la iglesia Santa Rita, y a unas horas del atentado en el antro “Madame”, dos hechos más consternaron a otras dos comunidades veracruzanas: en Cuitláhuac, zona centro del estado, dos personas fueron agredidas a balazos; mientras que en la carretera estatal Córdoba-Potrero Nuevo, un joven fue interceptado por personas armadas, quienes lo asesinaron con disparos de arma de fuego.
Así las cosas, es evidente que el tema de la seguridad en Veracruz se complica de forma dramática porque prácticamente no hay día en que no se registre un hecho de sangre; la entidad sigue apareciendo, un día sí y el otro también, en la nota roja nacional.
Para hablar del problema basta retomar las estadísticas oficiales: en los primeros cuatro meses del año, se denunciaron más de 13 mil 200 delitos del fuero común; de esa cifra, casi 5 mil corresponden a robos; hay 40 asaltos en carreteras; más de mil 200 lesiones; más de 400 homicidios (un promedio de cien cada mes); y 41 secuestros.
La inseguridad y los altos índices delictivos siguen siendo uno de los talones de Aquiles del gobierno del estado.
Delitos y elecciones
Ese grave problema de violencia y delincuencia ha sido abordado en reiteradas ocasiones por todos los candidatos al gobierno del estado.
Este sábado, el priista Héctor Yunes Landa reiteró su intención de traer a tierras veracruzanas a la Gendarmería Nacional y planteó la designación, al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, de un especialista en el tema.
Recordó el candidato de la alianza “Para Mejorar Veracruz” que la Gendarmería ya está autorizada para Coatzacoalcos y Minatitlán; sin embargo, expuso que es necesaria en todo el territorio estatal, no sólo en el sur.
Por su parte, el abanderado de la alianza “Para Rescatar Veracruz”, Miguel Ángel Yunes Linares, señaló que “la ola de violencia estremece y aterroriza a los veracruzanos; y que el gobernador Javier Duarte debe cesar de inmediato al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez.
A propósito, este domingo, el Instituto Nacional Electoral abordó el tema de la seguridad en las 14 entidades del país que celebran elecciones este año.
En el caso de Veracruz, la tendencia, al parecer, es hacia un incremento en los índices delictivos de la entidad; está por verse cómo repercute este problema en el proceso electoral.
Señales del fin de semana
El fenómeno de la violencia se manifiesta con fuerza en toda la geografía veracruzana. Lo que también es cierto es que este fin de semana el nivel que alcanzó la exhibición de violencia sacudió las fibras de la población.
Los hechos de Veracruz puerto, donde un comando “levantó” en plena Iglesia a un presunto delincuente; y de Xalapa, donde las personas que se encontraban en un antro fueron blanco de una sangrienta agresión, prendieron las señales de alerta por un rojo fin de semana.
Lo que se reconoce es que al menos en Xalapa, la autoridad municipal desde el primer momento de los hechos estuvo atenta a lo que ocurría en la avenida Lázaro Cárdenas y con sensatez expresó la indignación social que causa toda acción violenta que vulnere la seguridad de los xalapeños. Por eso, reafirmó su apoyo a la iniciativa y solicitud del gobierno estatal al Gobierno de la República, para que ingrese la Gendarmería Nacional a diversas regiones del estado, incluyendo Xalapa, y así garantizar una mayor seguridad a la población.
Es una buena señal la que emite el alcalde Américo Zúñiga Martínez al sumarse a la iniciativa estatal, porque sólo en conjunto se podrá contener este fenómeno que trastoca la paz pública. @luisromero85
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