Luna Nueva
“Las mujeres rurales son la fuerza y esencia de nuestra Nación”
José Calzada Rovirosa
Secretario de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural y Alimentación.
La estrategia y el recurso humano parecen ser la solución más lógica en los tiempos difíciles. Toda empresa, incluso las de carácter institucional, debe encontrar en el recurso humano la forma de detonar la potencialidad de cada individuo y definir su importancia; he ahí gran parte de su éxito. Los tiempos actuales demandan de un gobierno humano, incluyente, más cercano y organizado.
“El campo en nuestras manos” es una iniciativa que surge a finales del 2015 impulsada por Pepe Calzada, buscando el bienestar y la participación de las mujeres del campo, a través de acciones de capacitación, apoyos a su participación en la producción y comercialización, así como el impulso al emprendimiento agrario.
Su principal objetivo es crear oportunidades económicas y productivas para las mujeres que habitan en zonas rurales, que a su vez se dedican a las actividades agrícolas o pecuarias, acercando así, los programas de la Sagarpa a las mujeres del campo mexicano con el fin de incrementar la producción y la productividad y a la vez mejorar las condiciones de vida de las familias mexicanas.
Esta importante iniciativa que contempla “El campo en nuestras manos” va en ese sentido: el recurso humano es su principal motor. Es por ello que la idea puesta en marcha de detonar la fuerza productiva que representan las mujeres en el campo mexicano está funcionando gracias a que este programa identifica sus necesidades básicas, al tiempo que refuerza sus capacidades y habilidades individuales y de grupo, otorgándoles la responsabilidad de crear ellas mismas sus oportunidades económicas y productivas en el desarrollo de los núcleos rurales y en las actividades productivas que nadie mejor que ellas conocen.
La experiencia nos enseña que la gente del campo siempre sabe hacer algo y lo hace bien, más aún cuando hablamos de un trabajo comunitario, donde el ejemplo, el esfuerzo, es mayormente de carácter colectivo. Es su rasgo distintivo.
De esta forma y en conjunto, cada una muestra sus habilidades individuales que tratan de trasformar en aptitudes que les permitan obtener un sustento diario. Retomar este digno ejemplo y hacerlo con visión es parte de lo que se hace con voluntad en la Sagarpa, a través de esta innovadora iniciativa.
De esta forma, las mujeres unidas y organizadas accederán con mayor rapidez a los incentivos que la Sagarpa destine a diversos proyectos productivos en el campo, sobre todo en el sector pecuario, en donde más destacan las mujeres mexicanas por su responsabilidad y capacidad administrativa.
La mujer y la agricultura, son fuentes de vida y desarrollo. Su participación en el sector agrícola resulta de vital importancia, pues contribuyen en gran medida, a la erradicación de la pobreza y del hambre. Las mujeres de las áreas rurales, como agricultoras, ganaderas, comerciantes y empresarias, colaboran en el fomento al desarrollo familiar mediante el aprovisionamiento de alimentos, agua, vestido, educación y salud.
Con la correcta ejecución de políticas públicas enfocadas a la productividad y bienestar de las familias del campo, tenemos en nuestras manos la oportunidad de transformar la vida de las mujeres rurales que habitan en México. Con el fortalecimiento a las capacidades productivas de las mujeres del campo, se fortalece también a las familias rurales, “porque cuando al campo le va bien, a nosotras también”.
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