Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política
Una entidad privilegiada es Veracruz, con abundancia de recursos naturales, yacimientos petroleros, ubicado en un lugar estratégico, con 745 kilómetros de litoral, poseedor de una admirable riqueza histórica y cultural, tierras fértiles provistas de agua en abundancia en toda su geografía; y lo más importante, el capital humano: gente valiosa, trabajadora, amable y alegre.
El estatus de Veracruz en diversas áreas es absurdo en la actualidad: pobreza y abandono han propiciado un grave retroceso. Desempleo provocado por la carencia de planta industrial, la que existe es mínima, aunado a la esperada reactivación de la industria petrolera, han empeorado la situación laboral. Las empresas establecidas en el estado son escasas.
La gente del campo hace un enorme esfuerzo por sostener la producción de alimentos; ganaderos y agricultores luchan día a día contra todo tipo de adversidades, la comercialización sigue siendo su talón de Aquiles, permanecen estacionados en la producción primaria porque no hay infraestructura para darle valor agregado a sus productos. La pesca está desaprovechada, es la misma que se realiza desde principios del siglo pasado.
Profesionistas bien preparados y muy competentes tienen que emigrar a otras entidades y otros países en busca de mejores oportunidades.
A los veracruzanos se les ha pretendido hacer creer que la única fuente de empleo a la que pueden aspirar para tener percepciones económicas, es incrustarse en la estructura gubernamental, o vivir del presupuesto oficial. Se les quedó muy gravado aquello de: “Vivir fuera del presupuesto es vivir fuera de la realidad”. Así existen familias enteras por generaciones.
Los problemas y necesidades de la población se han agravado en la última década. La violencia e inseguridad no termina de enlutar a miles de familias veracruzanas. En materia de Salud y Educación nuestro estado ocupa los últimos lugares a nivel nacional en servicios de esta naturaleza, muy a pesar de que en cada presupuesto anual, la federación asigna y destina para Veracruz recursos económicos con los montos más elevados del país.
Es un vil insulto para la población la abundancia descarada de millonarios exprés, enriquecidos indebidamente con el dinero de los veracruzanos, con recursos que estaban destinados a la construcción de escuelas, hospitales y todo tipo de obra pública, hoy conforman el patrimonio ilícito de funcionarios y ex funcionarios.
En la administración estatal que está por terminar no han tenido límites, ni recato alguno para apropiarse indebidamente de los recursos públicos; lo mismo se adueñan del dinero descontado a empleados de gobierno, que estaba destinado para la Cruz Roja, hasta comprar medicamentos falsos, suministrados a pacientes en los hospitales. La indolencia en toda su magnitud.
¿Qué es lo que ha sucedido?
¡No ha faltado dinero, han sobrado ladrones! Dicen los inconformes jubilados y pensionados que cada mes se ven obligados a bloquear calles para que puedan recibir su remuneración correspondiente.
Por todo lo que hoy se vive en Veracruz, en definitiva: ¡Ha faltado voluntad política!
La ciudadanía ha desarrollado un olfato agudo para detectar funcionarios y actores políticos de simulación, farsa y engaño, están hastiados de eso; lo mismo de decisiones viscerales y ambiciones desmedidas, de reinis, barbies y ladies, de cacicazgos retrogradas, de todo lo que ha causado tanto daño a Veracruz.
Los veracruzanos merecen vivir en paz, con servicios públicos dignos, con una dinámica de progreso, no de tragedias.
Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador electo, tiene en sus manos la oportunidad de hacer un trabajo decoroso, si se lo propone. Tendrá que trabajar contrarreloj y remar contracorriente para en realidad poder escribir una nueva historia de Veracruz, diferente, que todos deseamos.
Yunes Linares no pudo haber tenido mejor invitado al evento de instalación del Comité Rector del Plan Veracruzano de Desarrollo; la presencia de don Sergio Obeso Rivera, Arzobispo Emérito de Xalapa, hombre de admirable sabiduría divina, brilló en la reunión.
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